Abocados a la delincuencia
Por mi profesi¨®n de soci¨®loga, y m¨¢s concretamente de investigadora sobre la inmigraci¨®n magreb¨ª en Espa?a, me entero -boquiabierta- de que los j¨®venes hijos de inmigrantes, y que han crecido en Espa?a por haber llegado de ni?os, acogi¨¦ndose a la reagrupaci¨®n familiar, cuando alcanzan la edad en que cualquier joven espa?ol puede acceder libremente al mercado de trabajo (16 a?os) se encuentran con que el permiso de residencia que tienen para estar legalmente en Espa?a s¨®lo les da derecho a "residir", pero en ning¨²n caso a trabajar. Si quieren trabajar legalmente, y con todos los derechos que las leyes espa?olas reconocen, han de esperar a que alg¨²n empleador les proporcione una oferta de trabajo. Lo que, pese a lo que pudiera parecer, no siempre es f¨¢cil, pues muchos empleadores recelan de hacer una oferta de trabajo a alguien que carece de permiso para trabajar, por miedo a incurrir en alguna ilegalidad, que s¨®lo les podr¨ªa acarrear problemas.
?Qu¨¦ pasa entonces con estos chicos? (Hablo de ellos porque es el caso que m¨¢s conozco, aunque es f¨¢cil tambi¨¦n sacar conclusiones en el de las chicas). Pues que ven c¨®mo van cumpliendo los diecisiete, dieciocho, diecinueve y veinte a?os sin poder acceder a un trabajo digno (para muchos de ellos, con escasa formaci¨®n y sin ¨¢nimo de realizar estudios, su salida natural es el mundo laboral), con lo que se est¨¢n creando bolsas de marginaci¨®n al exclu¨ªrseles del derecho al trabajo.
Con lo f¨¢cil que ser¨ªa que, simplemente, al cumplir estos chicos los diecis¨¦is a?os, se les cambiase autom¨¢ticamente su permiso de residencia sin trabajo por otro que les autorizase a trabajar. Con ello, el Estado espa?ol evitar¨ªa discriminar, marginar y excluir a estos j¨®venes, que de esta forma no quedar¨ªan abocados al vagabundeo y a la delincuencia -o sea, a coger malos h¨¢bitos- y a poblar a¨²n m¨¢s las c¨¢rceles, con el consiguiente gasto para el bolsillo nacional, s¨®lo por falta de previsi¨®n y de aut¨¦nticas ganas de integrar a los inmigrantes y a sus familias.
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