Stanley Fuld, juez de Nueva York, famoso por sus argumentaciones jur¨ªdicas
Stanley H. Fuld, conocido por su preocupaci¨®n por las libertades civiles y por sus originales argumentaciones jur¨ªdicas durante los 27 a?os que sirvi¨® en el tribunal superior del Estado de Nueva York, seis de ellos como juez principal, muri¨® el pasado martes en su casa de West Palm Beach, Florida, a los 99 a?os.
Al juzgar m¨¢s de 13.000 causas y dictar m¨¢s de 800 resoluciones en el Tribunal de Apelaciones del Estado de Nueva York, Fuld se hizo c¨¦lebre por un meticuloso lenguaje jur¨ªdico que a menudo ten¨ªa eco mucho m¨¢s all¨¢ de su propio Estado. Especialmente interesante fue el hecho de que tuviera en cuenta los derechos de los acusados, a pesar de haber sido anteriormente un estricto fiscal.
Sus votos particulares y razonamientos fueron aceptados por el Tribunal Supremo
"Estaba a medio camino entre un antiguo estilo jur¨ªdico m¨¢s preocupado por proteger los derechos de la propiedad y la ley m¨¢s flexible y preocupada por las personas que se ha impuesto tras la II Guerra Mundial", ha declarado Jack B. Weinstein, juez federal de Brooklyn, que fue secretario de Fuld en 1949.
La mente jur¨ªdica y aguda de Fuld se manifestaba de manera especialmente evidente cuando ten¨ªa que resolver conflictos entre leyes de diferentes jurisdicciones. En una causa vista en 1963, la cuesti¨®n era si una residente de Nueva York herida en un accidente de coche en Canad¨¢ pod¨ªa reclamar da?os y perjuicios al conductor, que tambi¨¦n resid¨ªa en Nueva York. Aunque la ley de Nueva York admit¨ªa la reclamaci¨®n, la canadiense no.
La jurisprudencia que prevalec¨ªa en ese momento era que tales demandas por da?os y perjuicios se reg¨ªan por las leyes del lugar en que se hab¨ªa producido el accidente. En una sentencia que sent¨® precedente, Fuld permiti¨® a la mujer reclamar da?os y perjuicios acogi¨¦ndose a la ley de Nueva York. La revista Time public¨® en 1971 que su precedente hab¨ªa sido citado en m¨¢s de 60 art¨ªculos especializados y en 200 sentencias judiciales.
El razonamiento jur¨ªdico de Fuld inclu¨ªa a menudo inteligentes referencias hist¨®ricas y sociol¨®gicas. Incluso sus votos particulares se convirtieron en alguna ocasi¨®n en jurisprudencia. Por ejemplo, en 1951 un tribunal de Nueva York respald¨® la prohibici¨®n de una pel¨ªcula italiana, El milagro, bas¨¢ndose en que era "sacr¨ªlega". Fuld disinti¨®: "?Qu¨¦ es la ortodoxia? ?Qu¨¦ es sacrilegio? ?De qui¨¦n es la ortodoxia y para qui¨¦n es sacr¨ªlego?". Finalmente, los tribunales renunciaron a censurarla.
Algunas de sus discrepancias jur¨ªdicas sobre cuestiones como la libertad de expresi¨®n, la obscenidad y las pruebas de alfabetizaci¨®n fueron convertidas en jurisprudencia por el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Otro voto particular lo emiti¨® a finales de los cuarenta, cuando dio la raz¨®n a tres jueces que sentenciaron que la constructora Metropolitan Life hab¨ªa discriminado a los negros al no permitirles vivir en su urbanizaci¨®n Stuyvesant Town, situada en Manhattan. Weinstein afirm¨® que los argumentos de Fuld, que no eran convincentes para cuatro jueces de su tribunal, hab¨ªan influido en la redacci¨®n de la monumental sentencia dictada por Tribunal Supremo contra los colegios segregados en 1954. Fuld dec¨ªa que realizar distinciones basadas en los antepasados era "odioso para una persona libre."
Aficionado al monta?ismo y escalador notable, que estuvo a punto de llegar en una ocasi¨®n a la cima del Matterhorn, Fuld ten¨ªa un gran sentido del humor y re¨ªa con facilidad.
Stanley Howells Fuld naci¨® en Manhattan el 23 de agosto de 1903. Su padre, natural de Baltimore, era corrector de pruebas de The New York Times.
Creci¨® en el Bronx y estudi¨® en el instituto Townsend Harris, gradu¨¢ndose en tres a?os. Se licenci¨® con matr¨ªcula de honor en la Escuela Superior de la Ciudad de Nueva York, donde la falta de aptitud para las matem¨¢ticas le hab¨ªa hecho cambiar la ingenier¨ªa por el derecho.
En 1926 se gradu¨® por la Facultad de Derecho de Columbia, donde fue director de la revista de derecho. En 1930 se cas¨® con Florence Geringer, fallecida en 1975. Le sobreviven dos hijas, Judith Miller de Manhattan, y Hermine Nessen de Manhattan y Aspen, Colorado, seis nietos y siete bisnietos.
Entre 1926 y 1935 Fuld practic¨® la abogac¨ªa privada. En 1935, Thomas E. Dewey, fiscal especial para la delincuencia organizada de Manhattan y compa?ero de clase de Fuld en Columbia, lo contrat¨® como investigador. Su especialidad era la creaci¨®n de nuevas teor¨ªas para procesar a importantes mafiosos, como Charles Luciano, conocido como Lucky, y James J. Hines, el jefe del distrito de Tammany Hall.
En 1937, Dewey fue elegido fiscal general del distrito de Manhattan y nombr¨® a Fuld jefe de la Oficina de Acusaci¨®n. Fue ¨¦l quien redujo los largos formularios a dos o tres frases precisas. A partir de 1939, Fuld fue durante cinco a?os jefe de la Oficina de Apelaciones. Present¨® unas 200 ante el Tribunal de Apelaciones.
Tras trabajar otros dos a?os en la abogac¨ªa privada, Dewey, que para entonces era gobernador, lo propuso para cubrir una vacante en el Tribunal de Apelaciones del Estado. A los 42 a?os, era el juez m¨¢s joven que asum¨ªa un cargo en el Tribunal de Apelaciones.
Tras su nombramiento, Fuld fue elegido para el tribunal por un periodo de 14 a?os en 1946 y de nuevo en 1960. Se retir¨® en 1973, cuando alcanz¨® la edad de retiro obligatoria, a los 70 a?os. A partir de entonces ejerci¨® la abogac¨ªa privada durante 18 a?os.
A pesar de su carrera como fiscal penal, Fuld obtuvo notoriedad nacional por su preocupaci¨®n por los derechos de los acusados. Redact¨® sentencias muy claras contra las escuchas telef¨®nicas, contra la ley que permit¨ªa a la polic¨ªa parar y cachear y otras sobre la libertad de expresi¨®n y sobre la libertad de prensa.
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