Esp¨ªritu medieval en La Rioja
Monasterios y arte entre la sierra de la Demanda y el r¨ªo Ebro
De espaldas al Ebro, La Rioja conserva todav¨ªa hoy el recuerdo de las esencias medievales que la llevaron en su d¨ªa a ser una v¨ªa de penetraci¨®n de la cultura europea en Espa?a a trav¨¦s del Camino de Santiago y la cuna del castellano. Semiocultos en los valles y quebradas de las estribaciones de la sierra de la Demanda, los grandes monasterios de Valvanera, San Mill¨¢n de la Cogolla o Ca?as, la colegiata de N¨¢jera y la catedral de Santo Domingo de la Calzada siguen atrayendo a modernos peregrinos, la mayor¨ªa de los cuales ha sustituido el cayado y la mochila por los m¨¢s confortables autom¨®viles. Pero viajan por una zona donde a¨²n sigue viva la pr¨¢ctica de una de las primeras virtudes que deb¨ªan respetar los monjes: la hospitalidad. De ah¨ª que no resulte extra?o que junto a todos estos monumentos religiosos -excepto en Ca?as- haya un albergue, una hospeder¨ªa o un parador.
Aunque las posibilidades para recorrer estos lugares son variadas, una que resulta muy atractiva es la de alojarse en la hospeder¨ªa del monasterio de Valvanera. La austeridad de las instalaciones, la ausencia de televisi¨®n y el estricto horario de las comidas crean en el viajero la sensaci¨®n de que por unas horas ha profesado en la orden benedictina, aunque con un padre hospedero jovial y buen conversador.
El monasterio se ubica en la ladera de un monte, no lejos del pico de San Lorenzo, a 1.000 metros de altitud. En su actual estructura es imposible identificar los or¨ªgenes visig¨®ticos y rom¨¢nicos -hay un manuscrito del a?o 954 que dice que fue escrito para Valvanera- de los edificios originales. Es un centro de peregrinaci¨®n de los riojanos, ya que en su iglesia se venera a la patrona de la comunidad; una talla que data de los siglos IX o X y que seg¨²n la tradici¨®n fue encontrada en el lugar donde se alza el monasterio. Pero al margen del fervor mariano, este cenobio es el epicentro de una serie de rutas senderistas. Desde Valvanera se puede llegar, por ejemplo, al impresionante valle que forma el r¨ªo Tob¨ªa en la ladera opuesta a la del monasterio, a los picos de Valdezcaray o al pintoresco pueblo de Anguiano, famoso por sus danzantes. Todos los a?os, el 7 de julio, ocho j¨®venes se lanzan por la empinada cuesta empedrada de la ermita girando sobre unos zancos en honor de la Virgen de la Magdalena. El entorno est¨¢ dominado por densos bosques en los que brotan con fuerza tilos, arces, fresnos, hayas, robles y pinos regados por los innumerables veneros que descienden, a veces en forma de cascada, desde las cimas de la sierra.
Suso y Yuso
A una media hora en coche de Valvanera se encuentra San Mill¨¢n de la Cogolla, con los monasterios (declarados patrimonio de la humanidad) de Suso (arriba) y Yuso (abajo), separados por unos dos kil¨®metros. En el viejo convento de Suso, formado por una serie de grutas-ermitas visig¨®ticas y moz¨¢rabes de los siglos VI y VII, se encontr¨® el primer manuscrito con anotaciones en castellano y vasco que los actuales monjes agustinos atribuyen al hermano Munio, "que lo escrib¨ªa, pero no lo hablaba". Posteriormente, en el siglo XIII, Gonzalo de Berceo escribir¨ªa en ese lugar los primeros poemas en lengua castellana. La importancia que fue adquiriendo el lugar forz¨® la creaci¨®n, entre los siglos XVI y XVIII, del monasterio de Yuso, de grandes proporciones. La influencia espiritual -el santo Mill¨¢n lleg¨® a ser casi un fen¨®meno de masas en su ¨¦poca- e intelectual de este sitio llev¨® a los peregrinos a incluir San Mill¨¢n en el Camino de Santiago.
Un siglo despu¨¦s de la fundaci¨®n de Yuso se empez¨® a erigir la abad¨ªa de Santa Mar¨ªa del Salvador en la localidad de Ca?as, a unos ocho kil¨®metros de San Mill¨¢n. Merece la pena visitarla, sobre todo porque es la ant¨ªtesis de Yuso. Frente a la masiva afluencia de visitantes y el estricto r¨¦gimen de visitas guiadas de ¨¦ste, el monasterio de Ca?as es mucho menos frecuentado y permite ir por libre. La austeridad cisterciense domina esta obra inacabada. Su iglesia g¨®tica encierra dos peque?as joyas: la luz y un bello y bien conservado retablo renacentista. En los muros del ¨¢bside se abren 20 grandes ventanales que lo iluminan todo, creando una sensaci¨®n de transparencia y espiritualidad. En la sala capitular se encuentra el espectacular sepulcro g¨®tico de la abadesa y beata do?a Urraca.
A 12 kil¨®metros en direcci¨®n norte se encuentra Santo Domingo de la Calzada. Esta ciudad, fundada por el santo del mismo nombre en el siglo XI, tiene una catedral que resulta inolvidable no por acrisolar todos los estilos arquitect¨®nicos desde el rom¨¢nico al barroco, sino porque posiblemente es la ¨²nica iglesia que tiene dentro un gallinero. Cerca se encuentra el antiguo hospital de peregrinos, hoy parador.
Ya en N¨¢jera destaca la colegiata de Santa Mar¨ªa la Real, joya del plateresco espa?ol. Por el casco antiguo de esta ciudad, importante etapa del Camino de Santiago, se aprecian los restos de la juder¨ªa y m¨¢s centros religiosos.
GU?A PR?CTICA
Dormir
- Hoster¨ªa Valvanera (941 37 70 44) Monasterio de Valvanera. La habitaci¨®n doble, 42 euros.
- Parador de Santo Domingo de la Calzada (941 34 03 00). Plaza del Santo, 3. Habitaci¨®n doble, 109,96 euros.
- Hoster¨ªa del monasterio de San Mill¨¢n (941 37 32 77). Monasterio de Yuso. San Mill¨¢n de la Cogolla. Habitaci¨®n doble, 99,50 euros.
Informaci¨®n
- Turismo de Santo Domingo de la Calzada (941 34 22 34).
- www.larioja.org.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.