Un contexto de enfrentamiento y desaf¨ªos

A lo largo del a?o que ha transcurrido desde la presentaci¨®n inicial en el Parlamento vasco de la propuesta de Ibarretxe, el contexto en el que caer¨¢ el proyecto definitivo no ha hecho sino complicarse. Aunque el Gobierno vasco no haya dado tantos pasos como anunci¨® el 27 de septiembre de 2002, cuando publicit¨® la asunci¨®n unilateral de 19 competencias, s¨ª ha llegado a la fecha anunciada con varios frentes abiertos. Se dir¨ªa que se ha querido crear una situaci¨®n en la que los conflictos institucionales se conviertan en prueba irrefutable de la necesidad, y justificaci¨®n, del salto soberanista.

En el pulso con el PP, la otra parte encontrar¨ªa a su vez argumentos para esgrimir el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, que faculta al poder central a intervenir en una comunidad aut¨®noma para aplicar los preceptos constitucionales. No parece el mejor contexto para abordar la reforma de un Estatuto en cuya elaboraci¨®n, en 1979, cont¨® tanto el trabajo de las comisiones y ponencias como la voluntad pol¨ªtica y el trabajo conjunto, desde sus reuniones en La Moncloa, del presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, y el lehendakari, Carlos Garaikoetxea.

En el m¨¢s importante y grave de esos frentes no batalla el Gobierno de Vitoria. El Parlamento vasco tiene entablada una pugna con el Tribunal Supremo por la que su presidente puede acabar procesado por desobediencia. Si Ibarretxe opta por la v¨ªa reformista sin confrontaci¨®n, tendr¨¢ que desactivar ese conflicto, so pena de dejar a Juan Mar¨ªa Atutxa como la v¨ªctima est¨¦ril de una batalla que nunca se estuvo dispuesto a librar hasta sus ¨²ltimas consecuencias y ante la que quiz¨¢ no se calcularon bien las fuerzas.

El otro frente se ha abierto m¨¢s recientemente y tiene en litigio 32,2 millones que la Administraci¨®n vasca retuvo en la ¨²ltima liquidaci¨®n trimestral del Cupo (la cantidad que se paga a Madrid por los servicios que presta en la comunidad vasca). Los desacuerdos en materia de dinero han sido habituales, pero nunca hasta ahora se hab¨ªa producido una retenci¨®n de cantidad alguna por ninguna de las partes. De momento, la Administraci¨®n central ha aplazado recuperar el dinero rest¨¢ndolo de partidas presupuestarias para el Pa¨ªs Vasco.

Un tercer enfrentamiento, de otro nivel, es el de la Y ferroviaria vasca, el trazado de alta velocidad, ante cuyo retraso el Gobierno vasco ha optado por sacar a licitaci¨®n, sin estar entre sus competencias, los proyectos constructivos de varios tramos.

El Gobierno vasco tambi¨¦n ha dado esta semana un nuevo paso en la creaci¨®n de su Inem paralelo, denominado Lanbide. Ya ha aprobado los tres primeros centros. Pretende abrir 30 hasta 2006. Los estudios emprendidos para una Seguridad Social propia han quedado en un an¨¢lisis de su viabilidad econ¨®mica. Vitoria limita por ahora su acci¨®n a tratar de implicar a patronal y sindicatos en el impulso, desde la negociaci¨®n colectiva y con medidas de incentivo p¨²blico, de planes de previsi¨®n complementaria. El objetivo es que el 70% de los trabajadores cuenten con uno para 2025.