Un sector del exilio cubano retira su apoyo a la reelecci¨®n de Bush en 2004

La repatriaci¨®n a Cuba, la semana pasada, de 12 secuestradores de un barco con el que pretend¨ªan llegar a EE UU podr¨ªa costarle cara pol¨ªticamente a George W. Bush. El incidente ha enfrentado a los dos sectores principales del exilio, los congresistas cubanoamericanos leales a Bush y la Fundaci¨®n Nacional Cubano Americana (FNCA), que ha retirado el apoyo al presidente de Estados Unidos con vistas a su reelecci¨®n en 2004.

La Fundaci¨®n Nacional Cubano-Americana acusa a Bush de incumplir las promesas que hizo a los cubanos, tras ganar las elecciones con la ayuda de sus votos en Florida. "Se dice que los cubanos pusimos a Bush en la Casa Blanca; bueno, pues, si elegimos a este se?or, ha llegado la hora de rendir cuentas", ha declarado a este diario Joe Garc¨ªa, director de la FNCA. "Esta Administraci¨®n da por hecho que los cubanos est¨¢n asegurados y claro es que, si te vendes barato, te tratan barato. Se est¨¢ gastando cientos de millones en Afganist¨¢n e Irak, pero ?cu¨¢ndo le va a llegar el turno a Cuba?".

La FNCA ha emplazado a la Casa Blanca aprovechando el clamor popular en Miami contra las deportaciones. Se trata de una ofensiva estrat¨¦gica con dos objetivos: el primero, que Bush revise la pol¨ªtica inmigratoria y no deporte a quienes escapan de Cuba para asilarse en EE UU. Y, ante todo, recuperar la influencia en Washington que ahora est¨¢ en manos de los congresistas Lincoln y Mario D¨ªaz-Balart, amigos personales de Bush y muy populares en el exilio. La FNCA los critica por "venderse barato", al no ejercer suficiente presi¨®n a favor de la agenda anticastrista. La animosidad entre ambas facciones, siempre en pugna por el liderazgo del exilio, ha subido de tono esta semana con insultos mutuos en los medios de comunicaci¨®n.

Joe Garc¨ªa, miembro del Partido Dem¨®crata, ha llamado "impotente" a Lincoln D¨ªaz-Balart, republicano, por no lograr cambios en la pol¨ªtica inmigratoria ahora que su partido controla la Casa Blanca y el Congreso. Y D¨ªaz-Balart -que tambi¨¦n se ha manifestado p¨²blicamente contra las deportaciones- le ha calificado de "irrelevante", a?adiendo adem¨¢s que la FNCA se ha embarcado en "esta campa?a macabra para intentar debilitar a la representaci¨®n cubana en el Congreso, porque su jefecillo [Jorge Mas Santos, presidente de la FNCA] lleva a?os tratando de hacer negocios con los comunistas".

Fuego cruzado

La Casa Blanca se ve una vez m¨¢s en medio de un fuego cruzado en el exilio y se ha limitado a decir, a trav¨¦s de su portavoz, Sean McCormack, que "el historial del presidente sobre Cuba habla por s¨ª mismo". Bush se comprometi¨® antes y despu¨¦s de ser elegido a revisar la pol¨ªtica inmigratoria y multiplicar la ayuda econ¨®mica a la disidencia interna. Oficialmente no ha cambiado la pol¨ªtica inmigratoria, pero la deportaci¨®n de los 12 secuestradores la semana pasada ha marcado un hito en las relaciones entre ambos pa¨ªses, al ser la primera de esa naturaleza.

EE UU ha repatriado a cientos de balseros interceptados en alta mar, pero nunca lo hab¨ªa hecho con quienes secuestraban un avi¨®n o barco. Los secuestros ocurridos en los ¨²ltimos meses provocaron una escalada de tensi¨®n sin precedentes en las relaciones bilaterales, que se ha aplacado con la deportaci¨®n de los 12 cubanos que el pasado 15 de junio asaltaron por la fuerza un barco propiedad de la empresa estatal GeoCuba en Nuevitas, 600 kil¨®metros al este de La Habana.

La deportaci¨®n se produjo tras llegar EE UU a un acuerdo con Cuba para que no condenara a los secuestradores a m¨¢s de 10 a?os de prisi¨®n. Garc¨ªa considera esta decisi¨®n una traici¨®n de Bush, que "legitima al mismo sistema judicial cubano que ejecuta sumariamente".

La FNCA, que ha celebrado el pasado fin de semana su congreso anual, est¨¢ haciendo una apuesta arriesgada. Se sabe que a Bush no le gustan los envites. Pero tambi¨¦n es cierto que los exiliados cubanos cuentan con un arma poderosa: m¨¢s de 400.000 votos. Todo depende de qui¨¦n logre arrastrar m¨¢s opiniones a su terreno de juego, si los D¨ªaz-Balart o la FNCA. Bush gan¨® la presidencia por 537 votos del sur de Florida.