Infertilidad

Mi marido y yo somos una de las muchas parejas espa?olas afectadas por el problema de la infertilidad. Todos los que se encuentran en esta situaci¨®n saben que la Seguridad Social no es una opci¨®n viable para tratar esta enfermedad (seg¨²n la OMS), en la que el factor tiempo tiene una gran importancia. Las listas de espera de m¨¢s de dos a?os determinan que muchas personas como nosotros, que llevamos a?os cotizando, tengamos que acudir a cl¨ªnicas privadas para buscar una soluci¨®n, a?adiendo al coste emocional el enorme peso del econ¨®mico.

Con la nueva reforma de la Ley de Reproducci¨®n Asistida este ¨²ltimo se va a convertir pr¨¢cticamente en algo insalvable para los que no tenemos m¨¢s salida que la fecundaci¨®n in vitro (FIV) para concebir un hijo. Para los que no sean conocedores del tema, la FIV consta de los siguientes pasos: 1) Estimulaci¨®n de la ovulaci¨®n con medicamentos que la mujer ha de autoinyectarse; 2) punci¨®n de los ¨®vulos en quir¨®fano con anestesia general; 3) fecundaci¨®n de los ¨®vulos en laboratorio por distintos procedimientos seg¨²n el diagn¨®stico; 4) transferencia intrauterina de dos a tres embriones. Todo este proceso tiene un coste aproximado de 6.000 euros; ahora bien, conforme a la ley actual, si hay embriones sobrantes se congelan y se utilizan para sucesivas FIV en el caso de que la anterior no haya sido exitosa o se busque un nuevo embarazo.

La posibilidad de utilizar embriones congelados supone ahorrarse los pasos 1, 2 y 3 que mencionaba anteriormente, que, traducido en euros, significa un ahorro de unos 5.000, por no hablar de la enorme ventaja que supone para nosotras no tener que pasar de nuevo por el calvario estimulaci¨®n-ovulaci¨®n-punci¨®n.

Con la reforma de la ley s¨®lo se va a permitir fecundar tres ¨®vulos, cantidad de embriones que normalmente suele transferirse, de forma que no van a existir sobrantes para congelaci¨®n y en caso de fracaso de la FIV (algo muy normal) para la siguiente vamos a tener que comenzar todo el tratamiento desde el principio. Es bien sabido por todos que la Iglesia cat¨®lica es contraria a este tipo de m¨¦todos de concepci¨®n, por lo que uno no puede evitar preguntarse si el Gobierno, ante lo impopular que resultar¨ªa su prohibici¨®n, con esta reforma lo que busca es conseguir el mismo efecto de una forma encubierta disuadiendo a todos los afectados a recurrir a ellos a base de trabas y dificultades, ignorando que ya es bastante obst¨¢culo no poder tener hijos por m¨¦todos naturales.