Comenzator
Este tercer Terminator tiene pinta de querer convertirse en una especie de Comenzator, un forzamiento o una llamada a prologar y convertir en una serie la -muy pobre de presupuesto pero riqu¨ªsima de resultado imaginativo- aventura de ficci¨®n cient¨ªfica creada por el canadiense James Cameron en 1984 y luego alargada con mucha astucia y algo de ayuda del forceps por el propio Cameron en 1991 en la brillante y de alto presupuesto, pero de calidades ostensiblemente inferiores, Terminator II.
Poco y mal conocida (pero audaz y admirable) la primera y muy bien hecha y de gran audiencia (pero fr¨ªa, algo mec¨¢nica) la segunda, los dos Terminator de Cameron ten¨ªan dif¨ªcil, por no decir imposible, prolongaci¨®n en un tercero que no fuese una sombra vulgar e imitativa suya. Quiz¨¢s esto explique en parte la ausencia de Cameron de Terminator III, pues ¨¦ste mediocre filme s¨®lo (o principalmente) busca abrir el ingenioso ritual, ya cerrado sobre s¨ª mismo, de sus dos filmes inspiradores. Y Jonathan Mostow, director de Terminator III, consigue lo que se propone, que es poco, in¨²til y necio: prolongar lo improlongable, abrirlo a una serie de nuevos y absurdos Terminators cl¨®nicos, rutinarios, estruendosos y protegidos del fracaso en las taquillas por un ba?o de mala violencia de laboratorio.
TERMINATOR III
Director: Jonathan Mostow. Gui¨®n: John Brancato y Michael Ferris. Fotograf¨ªa: Don Burgess. Int¨¦rpretes: Arnold Schwarzenegger, Kristanna Loker, Nick Stahl, Claire Dane. Estados Unidos, 2003. G¨¦nero: ficci¨®n cient¨ªfica.
Terminator III es tambi¨¦n la percha de otro lucimiento de un Schwarzenegger que parece estancado, sin saber c¨®mo emprender nuevos rumbos, y que se agarra a ¨¦ste clavo ardiendo, tal vez porque lo conoce y percibe bajo los pies las primeras rampas de la ca¨ªda de su estrella y quiere recuperar el sabor del comienzo. Y, apoyado en ¨¦l, la pel¨ªcula finge -poni¨¦ndolo al d¨ªa en modalidades de lucha y de persecuci¨®n a ritmo de masclet¨¢ digital- dar nueva savia, cuando en realidad lo vac¨ªa y lo deseca, al ingenioso ritual creado por Cameron, que se resume en un salto suicida a una turbulencia de ¨¦ste tiempo desde el caos del futuro.
Arnold Schwarzenegger y Jonathan Mostow son gente con sentido pr¨¢ctico y saben que est¨¢n haciendo cine mascado, de puro consumo, que no merece an¨¢lisis, pero no renuncian al toque de solera y calidad que adorna al juego a que juegan aqu¨ª, el de los primeros Terminators, y ponen su empe?o y su huella en bobas salidas burlonas, intentando introducir con embudo, en la ensalada de tortazos entre los dos robots del futuro que vienen al presente a saldar una pelea, el prestigio del humor.
Pero sus gracias no pasan de un chiste soso y tosco, como ¨¦ste. Pregunta el chico a Schwarzenegger: "?As¨ª que esa chica es un terminator antiterminators?", y responde con un "Si" que provoca la r¨¦plica del muchacho incr¨¦dulo: "?No me jodas?", a la que el buen robot corta con un: "Lo siento, no estoy programado para joder". Lo que cuentan que es considerado el el punto de arranque de la ovaci¨®n cerradas, entusiasmada. Es posible que as¨ª sea,pero el calibre imaginativo de este ruidoso, pobre, vulgar, trucado y hueco ama?o de cine de acci¨®n puede medirse por este adelanto de su mayor gracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.