La econom¨ªa espa?ola echa humo
Rato propone para el a?o pr¨®ximo m¨¢s consumo y una baja moderada en construcci¨®n
Pasaron los tiempos en los que el 'recalentamiento econ¨®mico' provocaba temor en las autoridades econ¨®micas. Sin complejos, el ministro de Econom¨ªa Rodrigo Rato propuso el viernes un cuadro macroecon¨®mico para la econom¨ªa espa?ola durante los a?os pr¨®ximos que apuesta por la demanda interna, en especial el consumo y la construcci¨®n. M¨¢s que calientes, los motores de la econom¨ªa abrasan.
La predicci¨®n de consumo privado estima tres d¨¦cimas m¨¢s a pesar de que el efecto de la rebaja fiscal no se producir¨¢ en 2004
El viernes pasado, Rodrigo Rato avanz¨® lo que ser¨¢n las bases econ¨®micas de los Presupuestos Generales del Estado para el a?o 2004. Parti¨® de una revisi¨®n a la baja del crecimiento econ¨®mico eseperado para 2003: del 3% previsto inicialmente al 2,3% que se reconoce ahora. Esa tasa de crecimiento del PIB se conseguir¨ªa con un crecimiento del consumo del 2,9% (2,8% del consumo privado), un 3,3% de la inversi¨®n (3,7% de la construcci¨®n) y una aportaci¨®n negativa del sector exterior de 0,9 puntos. A grandes rasgos, el modelo es: crecimiento basado en el consumo de productos importados y en el mercado inmobiliario.
Si se presta atenci¨®n y credibilidad al cuadro macroecon¨®mico para el a?o 2004, Rato propuso m¨¢s de lo mismo, pero con mayor intensidad. De nuevo se propone un crecimiento del PIB del 3% -Espa?a es una econom¨ªa del 2 que pretende todos los a?os ser del 3-, con un aumento del consumo final del 3,1% (igual que la tasa de crecimiento del consumo privado), una tasa de aumento de la inversi¨®n del 3,8%, con especial atenci¨®n a los bienes de equipo (5%), una evoluci¨®n moderada de la construcci¨®n (3%) y una aportaci¨®n negativa del sector exterior de o,4 puntos.
Este cuadro de previsiones tiene serios inconvenientes, algunos de credibilidad y otros de coherencia. El ministro de Econom¨ªa aporta, como fundamento ¨²nico de la nueva apuesta por el 3%, la recuperaci¨®n del comercio internacional. Pero como argumento es d¨¦bil y como predicci¨®n resulta bastante dudosa, por las siguientes consideraciones.
- La previsi¨®n de crecimiento para este a?o se reduce en siete d¨¦cimas (un r¨¦cord hist¨®rico) sin que al mismo tiempo se expliquen las consecuencias en cadena de este crecimiento menor. ?Habr¨¢ menos empleo, menos inversi¨®n, aumentar¨¢ el gasto p¨²blico y se reducir¨¢n los ingresos? ?No aumentar¨¢ el d¨¦ficit? Como estas consecuencias l¨®gicas ni se explican ni se cuantifican, cuando es evidente que existen, cabe suponer que el ministerio de Econom¨ªa interpreta que el cuadro macroecon¨®mico es un mero divertimento num¨¦rico, un carnaval de cifras intercambiables sin conexi¨®n con la realidad. As¨ª que las proyecciones para 2004 dicen tan poco sobre la pol¨ªtica econ¨®mica como las anteriores.
- Para el a?o 2003 el crecimiento est¨¢ basado en la tasa de aumento del consumo (2,9% el final, 2,8% el de los hogares). Pues bien, para 2004 se propone un crecimiento del consumo final del 3,1% (misma tasa para el consumo privado). Es decir, se conf¨ªa en que aumente tres d¨¦cimas el consumo de los hogares aun cuando el efecto de las rebajas fiscales se ha producido este a?o y el pr¨®ximo ese efecto ya no aparecer¨¢. La construcci¨®n aparece con un crecimiento previsto en 2004 del 3%. Tal predicci¨®n significa -si es que eso es imaginable- que el a?o pr¨®ximo se construir¨¢n tantas viviendas viviendas como este a?o o se iniciar¨¢ casi tanta obra civil como en 2003, a pesar de que no es un a?o preelectoral.
- Pero si se intensifica la recuperaci¨®n de la demanda interna ?c¨®mo se guarda la coherencia con la mejora de la aportaci¨®n del sector exterior? La tasa de crecimiento de las importaciones parece contenida a martillazos y la de exportaciones alegremente expandida para mejorar la aportaci¨®n exterior. Naturalmente, casi todo es posible si se cuenta con una "recuperaci¨®n del comercio internacional". Pero como no se precisa cuando se producir¨¢ ni de que intensidad ser¨¢, todo queda en palabras.
- Final. Si una econom¨ªa mantiene una d¨¦ficit comercial elevado, un d¨¦ficit por cuenta corriente que crece sin pausa y una tasa de inflaci¨®n alta ?puede defenderse que los responsables pol¨ªticos de esa econom¨ªa aplican una pol¨ªtica fiscal restrictiva? Probablemente, volveremos a oir el contrasentido en septiembre, durante la pr¨®xima presentaci¨®n de los Presupuestos.
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