Lecci¨®n de geolog¨ªa

"Hay gente en Arag¨®n que se ha vestido de uniforme t¨¦cnico para ocultar una actividad pol¨ªtica. Lo siento mucho. Los ferrocarriles espa?oles no necesitan recibir lecciones de nadie, ni siquiera de geolog¨ªa". ?sas fueron, en enero pasado, las palabras del ministro de Fomento, el ingeniero Francisco ?lvarez- Cascos, en respuesta a las razonables advertencias del Colegio de Ge¨®logos de Arag¨®n sobre la fragilidad de las tierras sobre las que se asentaba la l¨ªnea del AVE Madrid-Lleida a su paso por Zaragoza. Ocho meses despu¨¦s, el organismo de su ministerio encargado de las infraestructuras ferroviarias, el GIF, est¨¢ procediendo a levantar las v¨ªas y sanear los drenajes de 11 kil¨®metros de trazado sobre los que presuntamente deber¨ªan circular a estas alturas trenes a 350 kil¨®metros por hora.

Los ge¨®logos a los que el ministro llam¨® mentirosos en sede parlamentaria ten¨ªan raz¨®n. El subsuelo de yesos que rodea Zaragoza y el cauce del r¨ªo Ebro resultan tan vulnerables ante las v¨ªas de agua que una peque?a inundaci¨®n puede derribar y arrastrar consigo cualquier obra civil de importancia.

Los sucesivos desatinos que acumula la primera l¨ªnea de alta velocidad gestionada por el Gobierno del PP parecen el rosario de nunca acabar. Primero fue el incumplimiento de la fecha de su inauguraci¨®n para finales de 2002, sin una explicaci¨®n. El Tribunal de Cuentas detect¨® ya en una primera evaluaci¨®n retrasos en el inicio de casi todos los tramos por motivos relacionados con la elaboraci¨®n de los proyectos o la expropiaci¨®n de los terrenos afectados. En una segunda auditor¨ªa, conocida estos d¨ªas, el tribunal detecta hasta 167 anomal¨ªas (de suspensi¨®n del inicio de obras, pr¨®rrogas o modificaciones de contrato) que han ocasionado un retraso en 60 de los 73 contratos analizados. Con modificaciones que han ido encareciendo la obra.

Medio a?o despu¨¦s de la abortada puesta en servicio, el Ministerio de Fomento no ha hecho p¨²blico a¨²n el resultado del expediente abierto a las empresas contratistas encargadas de la seguridad y control del tr¨¢fico, a quienes imputaba la responsabilidad del retraso. Este silencio, ?supone admitir que las contratistas no pudieron acabar su trabajo a tiempo porque los retrasos en la infraestructura se lo impidieron? Parece que s¨ª.

En marzo pasado, el presidente de los ge¨®logos aragoneses, Miguel Lahoz, lanz¨® al ministro ingeniero este desaf¨ªo: "Si se constata que me he equivocado, dimitir¨¦; pero si no es as¨ª y se demuestra que siempre hemos dicho la verdad, el que debe dimitir es el ministro".