El regreso sigiloso de Picasso a M¨¢laga

Pablo Ruiz Picasso, el m¨¢s internacional de los artistas espa?oles, ha tenido que esperar un siglo para ver cumplido su deseo: volver a casa. El pintor, que naci¨® en M¨¢laga en 1881 y muri¨® en 1973 en Mougins (Francia), visit¨® por ¨²ltima vez su ciudad en 1901. "Esta operaci¨®n es la repatriaci¨®n art¨ªstica de Picasso a Espa?a", coment¨® ayer Carmen Calvo, la consejera de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa, quien lleva casi dos legislaturas luchando para materializar el proyecto. "La entrada en M¨¢laga de la colecci¨®n ha sido para m¨ª un momento hist¨®rico. Tendr¨¢ que pasar mucho tiempo para que un pol¨ªtico espa?ol se encuentre ante un proyecto tan importante como ¨¦ste", a?ade Calvo.

La noche del lunes, en medio de grandes medidas de seguridad y transportados en cuatro grandes camiones, llegaron 153 obras del artista espa?ol m¨¢s relevante del siglo XX. La operaci¨®n se complet¨® ayer con la entrega de otras 90 piezas que viajaron desde Madrid, como las anteriores, en dos camiones blindados. Las 204 obras, que la casa de subastas Sotheby's ha valorado en 176 millones de euros, han recorrido un largo periplo antes de ver el Mediterr¨¢neo, el mismo que tantas l¨ªneas inspir¨® a Picasso.

"Esta operaci¨®n es la repatriaci¨®n art¨ªstica de Picasso a Espa?a", dice la consejera de Cultura Carmen Calvo

Durante la primera parte del viaje, el trayecto Par¨ªs-Madrid que cubri¨® la colecci¨®n de la nuera del artista hace ya dos a?os, las obras contaron con la escolta de la Guardia Civil. Anoche, cuando por fin se acercaban a su destino, una treintena de agentes de la Polic¨ªa Auton¨®mica tom¨® el relevo.

"Las normas de conservaci¨®n de las pinturas limitan bastante la velocidad del transporte, as¨ª que los camiones no pudieron llegar a Madrid en una jornada y todo el cargamento pas¨® la noche en un acuartelamiento de la Guardia Civil en Burgos. Durante todo el trayecto recib¨ª llamadas del Ministerio de Interior para confirmar que el traslado iba bien. Todo se hizo discretamente por motivos de seguridad", explica la consejera. Los costes de transporte, seguros y almacenamiento de la colecci¨®n suman 651.000 euros.

Olga Koklova con mantilla (1917), Retrato de Paulo con gorro blanco (1923) y Jacqueline sentada (1954) son algunas de las 204 obras que integran la colecci¨®n del nuevo museo y que ya se encuentran en el palacio de Buenavista, el edificio del siglo XVI que albergar¨¢ la colecci¨®n. Junto a estas obras, donadas por Christine Ruiz-Picasso y su hijo Bernard -ambos nuera y nieto del pintor- han viajado otras 39 que formar¨¢n parte de primera exposici¨®n temporal que albergar¨¢ el Museo Picasso M¨¢laga cuando abra sus puertas el pr¨®ximo 27 de octubre.

Las 133 obras donadas por Christine Ruiz-Picasso (14 ¨®leos, 9 esculturas, 44 dibujos, un cuaderno con 36 dibujos, 58 grabados y 7 cer¨¢micas) han pasado los dos ¨²ltimos a?os en la c¨¢mara acorazada de un banco en Madrid. El resto, tambi¨¦n procedente de Francia, se ha ido incorporando al mismo dep¨®sito paulatinamente. La donaci¨®n de Bernard Ruiz-Picasso consta de 22 obras (5 ¨®leos, 2 dibujos, 10 grabados y 5 cer¨¢micas) a las que hay que sumar otras 49 que los mismos herederos han cedido gratuitamente por 10 a?os renovables.

Carmen Gim¨¦nez, directora del Museo Picasso y la persona que ha ejercido durante todos estos a?os de interlocutora entre los herederos del pintor malague?o y la Junta de Andaluc¨ªa, estaba ayer exultante, ante la perspectiva de materializar su sue?o: comenzar a colgar las primeras tres salas del museo.

"Ya hemos abierto unas 70 cajas de las que llegaron el lunes y esta tarde [por la de ayer] comenzaremos a colgar las primeras. Es un montaje cronol¨®gico, as¨ª que empezaremos por los dibujos y el retrato de Olga Koklova", comenta euf¨®rica Carmen Gim¨¦nez, una profesional que lleva 25 a?os gestionando grandes exposiciones internacionales y que se hab¨ªa tomado el proyecto como algo personal.

"Aunque hable con acento franc¨¦s, quiero mucho a este pa¨ªs y sobre todo a Andaluc¨ªa. Mi padre era de C¨¢diz y mi madre de La L¨ªnea, eran republicanos, as¨ª que tuvieron que exiliarse a Marruecos, donde nac¨ª yo. Los contactos con Christine y Bernard comenzaron en 1990, cuando montamos la exposici¨®n Picasso cl¨¢sico, que se mostr¨® en M¨¢laga en 1992; pero mi compromiso con Picasso arranca de mucho antes, en casa de mis padres siempre tuvimos una reproducci¨®n del Guernica. Se forj¨® en 1968, cuando llegu¨¦ a Espa?a", asegura Carmen Gim¨¦nez.

Lo que podr¨¢ verse en las 12 salas del palacio de Buenavista ser¨¢, en palabras de su directora, "una colecci¨®n muy viva". "Son las obras que Picasso hab¨ªa guardado para ¨¦l y su familia. As¨ª que se trata de una colecci¨®n muy din¨¢mica", afirma Carmen Gim¨¦nez, quien desde 1989 es conservadora del arte del siglo XX en el Guggenheim Museum de Nueva York.

"No podemos competir con el Museo Picasso de Par¨ªs, que tiene unas 500 obras; ni con el de Barcelona, centrado en las primeras ¨¦pocas del pintor. El museo de M¨¢laga es m¨¢s peque?o, pero nace con esa peculiaridad que le hace especial y, adem¨¢s, est¨¢n representadas todas las etapas creativas del artista", comenta Gim¨¦nez. El museo de Barcelona, con m¨¢s de 1.000 obras, nace con la colecci¨®n de Lola Ruiz Picasso, hermana del artista, y ha ido incorporando abundante obra gr¨¢fica.

La rehabilitaci¨®n y puesta a punto del edificio que alberga el museo, y que adem¨¢s de las 12 salas de la colecci¨®n permanente cuenta con otras cuatro para exposiciones temporales, le ha costado a la Junta de Andaluc¨ªa 60 millones de euros.

La juder¨ªa malague?a, el barrio en el que se encuentra el nuevo Museo Picasso, est¨¢ a pocos metros de la plaza de la Merced, donde se alza la casa en la que naci¨® el artista y que actualmente es la sede de la Fundaci¨®n Picasso. Ahora, una vez iniciada la recta final para la inauguraci¨®n del museo, todo en la ciudad huele a pintura. Hasta la portada de la calle Larios para la Feria de M¨¢laga, que comenzar¨¢ el d¨ªa 15, es un collage en el que se apretujan los elementos claves de la iconograf¨ªa picassiana; una especie de arco del truinfo que parece conmemorar el reencuentro con su ciudad, aunque sea con 102 a?os de retraso.