El vino y la moda, las dos pasiones de Roberto Verino
Hablamos de vinos de terciopelo y de terciopelos color burdeos. El vino y la moda, parece m¨¢gico, comparten las tijeras, uno para cortar racimos y la otra para cortar tejidos". El dise?ador Roberto Verino, metido a bodeguero, no par¨® ayer de hacer comparaciones po¨¦ticas en la conferencia La moda y los vinos: una relaci¨®n
previsible, que pronunci¨® en los cursos de verano de El Escorial ante un auditorio de expertos que, en el coloquio posterior, le acribillaron a preguntas t¨¦cnicas.
"Puede parecer arriesgada esta relaci¨®n entre los vinos en la moda y la moda del vino, pero viene de antiguo. El vino era una artesan¨ªa relacionada con la bondad, pero no con la belleza. Hasta que en el siglo XVIII el vino permiti¨® a los arist¨®cratas in¨²tiles dedicarse a la exportaci¨®n. Los m¨¢s elegantes pasaron de las cocinas an¨®nimas a las grands soire¨¦s. En el XIX comenzaron a cuidarse las etiquetas y a poner en los escaparates de las calles de moda", resumi¨® la historia de los caldos. "Parec¨ªa que el continente era m¨¢s importante que el contenido, pero si tras el envoltorio el vino no deslumbra no funciona la est¨¦tica", explica el dise?ador. Hasta llegar a la actualidad, en la que "ambos productos comparten un p¨²blico de alta gama y un tratamiento ante la prensa internacional".
"Hago vino por pasi¨®n, no por negocio. Me interesaba tanto que pens¨¦: t¨² que puedes, m¨®jate", cont¨®. "Quer¨ªa devolver la dignidad a mi pueblo . Durante mucho tiempo se han despreciado las cepas aut¨®ctonas gallegas y hemos plantado, recogido y fermentado un vino vendido con amor y calidad", explic¨® el tambi¨¦n dise?ador de gafas, complementos e incluso de una colecci¨®n de azulejos inspirada en la cultura celta. "Si un a?o el vino no tiene la suficiente calidad para llevar la etiqueta, lo vender¨¦ a granel", asegur¨®. "Hay gente como la familia Agnelli que tiene una bodega por glamour, no es mi caso. Lo hago por entretenimiento y por terapia, porque la moda tiene un ritmo fren¨¦tico y estresante". "Me parece respetable los dise?adores que tienen una mas¨ªa y plantan vides para la galer¨ªa o los que vinculan su nombre con peque?as bodegas de La Rioja, pero no es mi caso", prosigui¨®. El bodeguero Carlos Falc¨®, marqu¨¦s de Gri?¨®n, le ech¨® unas flores a su compa?ero de mesa. "Al mundo del vino se acercan muchas personas de gran sensibilidad y cultura sin fines comerciales, desde el punto de vista del creador. Por eso es una suerte que Roberto Verino haya querido entrar".
En buena hora al modisto se le ocurri¨® decir que en su vino emplean "toda la f¨ªsica del mundo, pero no la qu¨ªmica", olvid¨¢ndose de precisar "qu¨ªmica a?adida" ante unos expertos puntillosos. Pese a haber adelantado que ¨¦l no es un t¨¦cnico, no se libr¨® de preguntas sobre los insecticidas, los sulfatos o los abonos.-
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