???Secretaaaaria!!!

Suerte que en este pa¨ªs los corruptos no tienen la conciencia del magnate surcoreano que se arroj¨® desde la ventana de su empresa. De lo contrario, habr¨ªa que empezar a vivir en refugios subterr¨¢neos. Yo ya me siento habitar as¨ª, aunque sin necesidad de bajar pelda?os. S¨®lo hay que permitir que aumente el lodo y acabas como los Eloi en La m¨¢quina del tiempo, de H. G. Wells, arrastr¨¢ndote por las profundidades del planeta, atontada, primaria y oprimida.

Dicho lo cual les contar¨¦ que ayer sufr¨ª una regresi¨®n digna de La m¨¢quina... al ver y escuchar al secretario general del PP en Madrid, don Ricardo Romero de Tejada (todo un cl¨¢sico: parece un cacique jerezano), en especial cuando declar¨® a su secretaria responsable de unos cuantos asuntos sobre los que se le solicitaba aclaraciones. Fue un momento m¨¢gico: volvi¨® a m¨ª la letra ¨ªntegra de la canci¨®n compuesta por Mocedades en el a?o de gracia de ?1975! (verdaderamente de gracia, qu¨¦ les voy a contar). "Secretaria, la que no habla, siempre atenta, diciendo nada", cuenta el son, o m¨¢s bien, redunda. "Hemos compartido juntos", sigue redundando, porque ya me dir¨¢n si hay formas separadas de compartir, "tus fracasos y tus triunfos". Qu¨¦ gran balada. Y contin¨²a, poniendo directamente el Dedo en la Llaga que nos ocupa: "Fui tambi¨¦n la celestina de tus citas clandestinas" (las cursivas son de la arriba firmante). Mocedades: Nostradamus, mayormente. O sea, Mocedamus.

Al Cristo dirigido por el superfacha Mel Gibson no pienso rezarle

La verdad es que don Ricardo Romero de Tejada da para una pila de titulares (hay uno muy facil¨®n: "Dos bodas y alg¨²n restaur¨¢n", en relaci¨®n a sus contactos con el se?or Verdes), y si he elegido el de Secretaria ha sido por hacerme un autohomenaje, pues yo misma, sin salirme de m¨ª misma, ejerc¨ª tan digno oficio en una vida anterior. Y me molesta mucho todav¨ªa la diferencia existente entre las palabras secretaria y Secretar¨ªa: no m¨¢s que un acento, no m¨¢s que una may¨²scula. Y dejas de ser Isabelita para convertirte en don Ricardo, secretario general de un partido desafiante que, como ¨¦l mismo, nunca miente, pero espanta. ?Por qu¨¦ ser¨¢ que su sinceridad me eriza las v¨¦rtebras?

Hablando de titulares, recibo noticias de I?aki Gabilondo gracias a la entrevista que ayer public¨® en El Peri¨®dico mi colega Pau Aren¨®s: "Aznar saca lo peor de m¨ª. Creo que ha sacado lo peor que hab¨ªa en esta sociedad". I?aki, no es por darme aires, pero me lo has pisado (tengo amigos, incluso en las Baleares, que pueden atestiguar que vengo diciendo eso desde hace meses, con id¨¦nticas palabras), aunque siempre es un gusto saber que est¨¢s bien, y adem¨¢s guap¨ªsimo. En cuanto a tu nariz, estupenda como de costumbre. Lo malo es el hedor ambiental.

A prop¨®sito. Me pregunto c¨®mo es posible regenerar la vida pol¨ªtica de cualquier ciudad limit¨¢ndose a plantear mociones de censura contra el alcalde por el m¨¦todo de hacer pactos (c¨®mo odio la maldita palabra) con otros impresentables s¨¢trapas, y sin preguntarse (ahora quien redunda soy yo) por qu¨¦ les ha escogido, votado, mimado y aupado la ciudadan¨ªa. Eso es seguir en el lodo y refocilarse en ¨¦l. ?Cu¨¢ntos Arturos Ui tendremos que aguantar para comprender que sus ascensiones fueron resistibles, tanto por los pol¨ªticos como por sus ciudadanos contempor¨¢neos? Bertolt Brecht deber¨ªa convertirse en lectura obligatoria de verano para todos.

Pero como se supone que estoy aqu¨ª para entretenerles y soy una flor del fango con can-can, cambio de palo y doy las gracias a la Iglesia Episcopaliana de Estados Unidos por haber nombrado obispo a un homosexual declarado y haber limpiado adem¨¢s su nombre despu¨¦s de la asquerosa campa?a difamadora a que fue sometido por los calumniautas de guardia. Para repugnancia, por cierto, la de vivir en un mundo en el que se condena a un obispo por decir la verdad y se permite a un fulano con dos apellidos y cara de cosecha del bar Chicote del 46 declarar que ¨¦l nunca miente sin que a nadie se le caiga la faz.

Rezo, pues, a todos los Cristos para que la Iglesia Anglicana no se escinda de modo tan oprobioso. Bueno, al Cristo dirigido por el superfacha Mel Gibson no pienso rezarle. Soportar a otro fundamentalista aplastante, el llor¨®n John Cazale, incorporando a Jes¨²s y hablando en arameo (ten¨ªa que llegarle: en toda su carrera ha hecho casi siempre de resucitado o de resucitador), requiere m¨¢s cuajo del que se me puede demandar.

Aunque lo intento. Intento ser, como dir¨ªa Mocedamus, "la que escucha, escribe y calla". Mon Dieu.