Abstracto europeo

Si la trayectoria de Piero Dorazio (Roma, 1927) resulta ejemplar, es ante todo por su peculiar acompasamiento a la experiencia hist¨®rica en el marco de una permanente exploraci¨®n de la abstracci¨®n. Formado como arquitecto y amigo del poeta Ungaretti, antes de cumplir los veinte a?os no s¨®lo hab¨ªa sufrido la experiencia del fascismo y de la guerra consiguiente (por cierto que, seg¨²n cuenta, la noticia de su estallido le encontr¨® jugando al f¨²tbol de guardameta, y le impresion¨® tanto, que se dej¨® marcar un gol), sino que, despu¨¦s de relacionarse con Severini y Prampolini, tuvo que hacer frente a las invectivas de Roderigo de Castiglia (alias literario del comunista Togliatti) contra el arte abstracto, quien sosten¨ªa que "un garabato" pintado no es, al fin y al cabo, sino "un garabato" pintado, aparte de expresi¨®n de "la putrefacci¨®n de la cultura burguesa en la ¨¦poca del imperialismo".

Estas cosas -estas perogrulladas, en realidad- no son meramente anecd¨®ticas. Al menos, no lo fueron para Dorazio. Tuvo que tomar medidas, es decir, alejarse de aquella atm¨®sfera, visitar Par¨ªs (all¨ª conoci¨®, entre otros, a Matisse, Braque, Picabia y Le Corbusier), y m¨¢s tarde instalarse en Estados Unidos (en 1954 hizo decisivos contactos con De Kooning, Rothko, Pollock y Newman). En 1974, sin embargo, se estableci¨® en la soledad del monasterio de Todi, en la Umbr¨ªa italiana.

Dorazio comenz¨® con la abstracci¨®n (Petit po¨¨me socialiste, 1948) y sigui¨® con ella, en unos t¨¦rminos ciertamente particulares, determinados por el juego formalista con la funci¨®n po¨¦tica de las formas libres, con los ritmos, las atm¨®sferas, las transparencias y la luz. En alg¨²n momento (entre 1958 y 1963) se orient¨® hacia la construcci¨®n de minuciosas tramas tendentes a la monocrom¨ªa, m¨¢s tarde se centr¨® en las bandas de color y en otras estructuras crom¨¢ticas repetitivas. Y, entretanto, en los collages sobre lienzo. Fidel¨ªsimo a sus principios, se considera un pintor "europeo", lo cual significa: atento al presente, pero asimismo heredero consciente de una antigua tradici¨®n.