La frecuencia de paso de los autobuses es tres veces menor en agosto que en el resto del a?o

Los autobuses tardan. Y en verano, m¨¢s. Es una sensaci¨®n de los usuarios que tiene una base clara: algunas l¨ªneas de Barcelona y su entorno metropolitano pasan con una frecuencias hasta tres veces inferior durante el mes de agosto. La ciudad pierde poblaci¨®n, pero hay quien sigue necesitando llegar a su trabajo. Los expertos aconsejan fijar horarios para frecuencias superiores a 15 minutos. TMB no lo hace, pese a que en la mayor¨ªa son de m¨¢s de 20 minutos.

Las estad¨ªsticas afirman que Barcelona ya no se vac¨ªa durante el verano. La afluencia de turistas, creciente desde 1992, y la distribuci¨®n de las vacaciones a lo largo del a?o hacen que la ciudad ya no tenga aspecto fantasmag¨®rico en agosto. Desde luego, no lo tiene en julio. Esta actividad que se prolonga en todos los meses del a?o es uno de los blasones de los que presume el Gobierno municipal, cuyos responsables dirigen TMB, la empresa de la que depende el servicio de autobuses de Barcelona. Un servicio que se ve reducido a la mitad o incluso a un tercio durante el periodo vacacional, para irritaci¨®n de los usuarios que, por los motivos que sean, no toman vacaciones en verano.

Las quejas en cualquier parada de autob¨²s son casi id¨¦nticas: entre un coche y otro pasa tanto tiempo que sale m¨¢s a cuenta agruparse varios y tomar un taxi o andar hasta cualquier punto, por lejano que sea, donde haya una boca de metro. La empresa se defiende: la poblaci¨®n veraniega es muy inferior y, por lo tanto, baja el n¨²mero de usuarios. No se puede mantener la frecuencia del invierno porque ser¨ªa ruinoso. Y el portavoz a?ade: "En realidad el tiempo de espera no es tanto como cree el usuario, lo que ocurre es que la sensaci¨®n de espera es superior a la espera real". Es decir, que el ciudadano no se entera.

Pero s¨ª que se entera. Las cifras oficiales muestran que en no pocas l¨ªneas el tiempo que pasa un hipot¨¦tico pasajero en la parada se duplica. Sin contar con que el calor de estos d¨ªas multiplica por el n¨²mero de grados que marca el term¨®metro la impresi¨®n de estarse cociendo sin prisas ni pausas. La l¨ªnea 6 es esencialmente urbana. Va desde el paseo de Manuel Girona hasta Poblenou y discurre por zonas tan densas como Diagonal y Gran Via. En invierno tiene, seg¨²n TMB, una frecuencia que oscila entre 8 y 10 minutos, en funci¨®n del tr¨¢fico. En agosto, el triple: un autob¨²s cada 27 minutos.Una tan escasa frecuencia en el paso de los autobuses supone, en el caso de Barcelona, un problema a?adido: salvo en unas pocas, poqu¨ªsimas, paradas situadas en el centro de la ciudad, en las otras no se facilita al usuario informaci¨®n alguna sobre el horario. Ni siquiera de forma aproximada. Los expertos en movilidad urbana sostienen que un autob¨²s que tenga frecuencias de paso superiores a 15 minutos necesita de un horario, aunque sea orientativo. TMB no ofrece este servicio ni ahora ni en invierno. Y eso que hay una cantidad considerable de l¨ªneas, bien es verdad que perif¨¦ricas en su mayor¨ªa, que tienen frecuencias de paso muy superiores. Por ejemplo: las 97, 113, 114, 115, 122 y 123 pasan cada media hora exactamente (en el horario oficial, que no tiene por qu¨¦ coincidir con la sensaci¨®n del usuario). La 119 tambi¨¦n tiene esa frecuencia en invierno, pero en agosto pasa un autob¨²s cada 50 minutos. Y m¨¢s vale que no se quejen, no les vayan a poner la frecuencia del 128, que es de 60 minutos. Todas estas l¨ªneas son, en general, de barrio. Pero tambi¨¦n hay l¨ªneas urbanas con tiempos de espera disuasorios. Es el caso de la n¨²mero 35. Formalmente, interurbana, porque une Barcelona (hospital de Sant Pau) con Santa Coloma. En la pr¨¢ctica, absolutamente urbana, pero que s¨®lo ofrece un autob¨²s cada 45 minutos, en invierno y en verano.

La l¨ªnea 30 tiene un trayecto especial: va desde la plaza de Espanya a Sarri¨¤, un espacio que no cubre de forma directa ninguna l¨ªnea de metro. En invierno, esta l¨ªnea ofrece un autob¨²s cada 8 minutos. En agosto, cada 20 minutos. La 60 tambi¨¦n llega a Sarri¨¤, pero desde la plaza de las Gl¨°ries y circulando por la zona m¨¢s pr¨®xima a la sierra de Collserola. La frecuencia media es de siete minutos. En verano pasa a ser de 23 minutos.

La l¨ªnea 54, parte de cuyo recorrido tampoco est¨¢ cubierto por ferrocarriles metropolitanos, ha pasado de un coche cada seis minutos (siempre seg¨²n las cifras de la empresa) a uno cada 17 minutos, cosa que casi nunca se cumple. Sin contar con que la frecuencia oficial de la l¨ªnea 109 es de entre cinco y siete minutos en invierno y de 13 minutos en agosto, pero cualquiera que haya utilizado ese autob¨²s hasta la Zona Franca sabe que nunca ha esperado menos de 20 minutos.

Casi todos los usuarios coinciden en anotar un mismo fen¨®meno: "Est¨¢s esperando el autob¨²s, que tarda una barbaridad, y cuando llega, lleva otro detr¨¢s completamente vac¨ªo". Cosas del verano, tiempo poco propicio para los autobuses.