Una solista disciplinada
Marisol Yag¨¹e (La L¨ªnea de la Concepci¨®n, C¨¢diz, 1952) es conocida por cantar como solista en el coro R¨ªo Real, por vestir de manera algo chillona sin importarle aparecer tripuda cuando se embute en trajes folcl¨®ricos, gustar de las joyas doradas, de la piel bronceada y el tinte amarillo para el pelo. Pol¨ªticamente, lo mejor que se ha dicho de ella es que es disciplinada. Lo afirm¨® el propio Jes¨²s Gil, quien aparece como el m¨¢s beneficiado del salto sin red de Yag¨¹e de concejal de Participaci¨®n Ciudadana y teniente de alcalde de Las Chapas a alcaldesa. Y adem¨¢s obediente.
Esta antigua militante del PSOE, que trabaj¨® en la Banca Coca, casada y con tres hijos, se trastabillaba ayer, minutos antes de la moci¨®n que la llevar¨ªa al mandato de Marbella, al hablar del fundador del partido-negocio. "Yo soy muy amiga de Jes¨²s Gil y lo seguir¨¦ siendo, pero desde el d¨ªa 1 de agosto nosotros volamos por libre".
Las palabras de Yag¨¹e parecer¨ªan m¨¢s aut¨¦nticas si no fueran una reproducci¨®n de las dichas por el propio Gil, la ex socialista Isabel Garc¨ªa Marcos y el andalucista Carlos Fern¨¢ndez. La nueva alcaldesa defiende el sorprendente pacto tambi¨¦n a tropezones: "Llevamos, bueno llevan, 12 a?os intentando acabar con el GIL, y ahora nos lo hemos cargado nosotros mismos".
Esta tesis exculpatoria sali¨® de la cabeza del abogado socialista y escudero de Garc¨ªa Marcos, Juan Antonio Aguilera, para intentar convencer a la ejecutiva federal del PSOE de que a la democracia y al partido le ven¨ªa de perlas pactar con los m¨¢s gilistas del GIL, a los que ahora intentan vender como que son otra cosa por llamarse Grupo Mixto.
La nueva alcaldesa marbell¨ª demuestra a cada palabra su escaso bagaje pol¨ªtico y lo mucho de memorizado que tiene su discurso. "Nuestra primera intenci¨®n es restablecer las relaciones con las instituciones", asegura, como si no supiera (a lo mejor no se lo han contado sus asesores) que lo que casi todos meditan es promover la disoluci¨®n del consistorio. "Queremos que el Gobierno de Marbella sea cuatripartito [PSOE, PP, PA y ex GIL]", dice, sin darse cuenta de que los socialistas que la acompa?an ya no son socialistas ni que probablemente los andalucistas sigan siendo andalucistas.
Pero lo mejor de su candidez o de su obediencia sale a relucir cuando habla de la "realidad actual de Marbella", algo de lo que Gil cuenta a quien quiera escucharle. Lo que Yag¨¹e llama la "realidad actual de Marbella" es entonar el "virgencita, virgencita, que me quede como estoy". Toda vez que los jueces est¨¢n empezando a parar obras al dar como v¨¢lido el PGOU de 1986 en detrimento del engendro perge?ado por Gil y Juan Antonio Roca en 1998, la nueva corporaci¨®n quiere que se respete este ¨²ltimo y, a partir de ah¨ª, empezar a hablar. Que los constructores que han levantando edificios y los siguen levantando en zonas verdes seg¨²n el PGOU de 1986 puedan concluir con la felon¨ªa y los ping¨¹es beneficios que trae.
Nada de demoler bloques, parar obras reci¨¦n empezadas o denegar licencias de ocupaci¨®n, porque son "la realidad actual de Marbella". Gil lo dijo recientemente en una entrevista a este peri¨®dico con una locuacidad infinitamente superior a la de la disciplinada Yag¨¹e: "Joder, seg¨²n el PGOU de 1986, claro que hemos construido en zonas verdes... Con ese plan, la ciudad se va a la mierda", asegur¨® en alusi¨®n a los intereses de los constructores.
Pero el car¨¢cter d¨¦bil de Yag¨¹e -que mereci¨® la rechifla de los partidarios de Juli¨¢n Mu?oz cuando ley¨® a trompicones su intervenci¨®n previa a la votaci¨®n de la moci¨®n que llevaba preparando diez d¨ªas, concentrada con los suyos como un futbolista en Lisboa y Madrid- no s¨®lo conviene a Gil, sino que hace que otros depredadores ahora cercanos a ella se relaman.
Garc¨ªa Marcos asegur¨® hace una semana exacta a un grupo de periodistas que la que realmente iba a mandar era ella: "Pero c¨®mo va a mandar Yag¨¹e o los gilistas si no tienen ni idea. Yo voy a ser la teniente de alcalde y desde ah¨ª lo controlar¨¦ todo. Urbanismo, Hacienda, vamos, todo", apu?al¨® la ex socialista con el mismo temple que otros dan los buenos d¨ªas al vecino.
Yag¨¹e no es m¨¢s que un pe¨®n, un arma muy sustituible. Una alcaldesa que llega en medio de una crisis colosal y que lo mejor que se puede decir de ella es que es "disciplinada".
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