Saura hurga en la furia de Puerto Hurraco

Bajo la sombra de una encina, Carlos Saura supervisa en una pantalla de v¨ªdeo la escena que acaban de rodar, en la que Juan Diego carga una escopeta. "Est¨¢ muy bien, pero vamos a repetirla", asegura el director sin apartar la mirada de la pantalla. La frase volver¨¢ a escucharse durante esta sofocante ma?ana de agosto como un latiguillo. Se rueda El s¨¦ptimo

d¨ªa, basado en la matanza de Puerto Hurraco, en la que murieron nueve personas y otras tantas resultaron heridas de gravedad. Un domingo -el 26 de agosto de 1990- los hermanos Antonio y Emilio Izquierdo irrumpieron en la calle central del pueblo armados hasta los dientes y empezaron a disparar contra la gente que tomaba el fresco. Horas despu¨¦s eran detenidos en el campo por la Guardia Civil. Como instigadoras de la matanza fueron arrestadas tambi¨¦n sus dos hermanas. Actuaban movidos por el odio, los deseos de venganza y la locura. A?os atr¨¢s, la madre de los Izquierdo hab¨ªa fallecido en el incendio provocado de su vivienda, que hab¨ªa sido regada con gasolina.

"La Espa?a negra se corresponde con una manera de ver la realidad, y eso no es algo exclusivo de Extremadura"

La realidad, una vez m¨¢s, inspira la ficci¨®n. Un paisaje austero, plagado de verdes y amarillos, en los alrededores de un tranquilo pueblo de la provincia de Segovia, sirve como escenario de un filme que cuenta con un presupuesto superior a los tres millones de euros. En el reparto figuran tambi¨¦n los nombres de Jos¨¦ Luis G¨®mez, Victoria Abril, Ram¨®n Fontser¨¦ y Eulalia Ram¨®n.

El s¨¦ptimo d¨ªa est¨¢ narrado por una adolescente de 16 a?os -la actriz Johana Cobo-, una muchacha con toda la vida por delante, que recuerda c¨®mo era la vida de su familia, cuando sus dos hermanas peque?as todav¨ªa viv¨ªan e iban a misa con ella o las tres jugaban juntas en la calle. Pero los detalles m¨¢s ¨ªntimos de lo que ser¨¢ El s¨¦ptimo d¨ªa est¨¢n celosamente guardados en el cuaderno de rodaje del director, donde, adem¨¢s de reflejar cada escena del gui¨®n, Saura va dibujando sus particulares fotogramas.

En este caso y rompiendo una de las reglas no escritas de su carrera como realizador, Saura (Huesca, 1932) rueda con un gui¨®n ajeno. Hace ya muchos a?os que empez¨® a escribir sus propios argumentos, porque los que le¨ªa no coincid¨ªan con su personalidad. No es f¨¢cil que el director de Pippermint Frapp¨¦, Mam¨¢ cumple 100 a?os o Goya en Burdeos encuentre textos que le emocionen. La excepci¨®n es El s¨¦ptimo d¨ªa. Hace unos meses, el productor Andr¨¦s Vicente G¨®mez le entreg¨® un gui¨®n escrito por Ray Loriga. "Me gust¨® mucho, cosa rara, porque leo bastantes al cabo del a?o, y hay pocos que me satisfagan. Sin embargo, este ten¨ªa algo extra?o; la historia es muy importante, pero Ray ha construido sus propios personajes al margen de los hechos reales. Es curioso, pero al principio me record¨® un poco a Fargo, que tambi¨¦n est¨¢ inspirada en hechos reales, aunque ahora, a medida que avanzamos en el rodaje, no encuentro la relaci¨®n".

Saura no ha viajado al lugar de los hechos y tampoco parece interesado por conocer ning¨²n detalle extra sobre la matanza de Puerto Hurraco. "No estamos rodando un documental", argumenta con un punto de fastidio. "Ya antes he hecho un tipo de cine que se puede acercar a lo que ser¨¢ esta pel¨ªcula y que tiene relaci¨®n con Los

golfos, La caza, Deprisa, deprisa o Taxi". Para zanjar el tema, Saura se?ala su cuaderno de rodaje, donde Ray Loriga ha escrito lo que figurar¨¢ en los cr¨¦ditos del filme: "Esta pel¨ªcula est¨¢ inspirada en hechos reales. Los personajes son ficticios, pero los cr¨ªmenes son reales".

La idea de este realizador es que sucesos como los de Puerto Hurraco pueden repetirse cualquier d¨ªa y en cualquier lugar. "La Espa?a negra se corresponde con un estado de ¨¢nimo, con una manera de ver la realidad, y eso no es algo exclusivo de Extremadura. No importa que tengamos democracia o que haya televisiones en todas las casas", a?ade el director. Una venganza, un amor contrariado o un problema por los lindes de la tierra puede acabar desencadenando una tragedia como la que se narra en El s¨¦ptimo d¨ªa. El director todav¨ªa anda dando vueltas a lo que ser¨¢ la banda sonora de la pel¨ªcula, pero hay temas que ya tiene muy claros como "esa canci¨®n de Mecano que habla de una rosa, otra de Ketama referida a ?frica y una buler¨ªa que ya son¨® en Flamenco".

A unos pasos de all¨ª, Juan Diego, caracterizado como uno de los malos -cuatro kilos de m¨¢s, barba de varios d¨ªas y las u?as renegridas-, practica con una escopeta. Lleva meses pegando tiros y aprendiendo a manejar el arma como s¨®lo lo hacen los cazadores. En la ficci¨®n su apellido ser¨¢ Gim¨¦nez y sus hermanos en la pantalla ser¨¢n intepretados por Ram¨®n Fontser¨¦, Victoria Abril y Jos¨¦ Luis G¨®mez.

"Como actor me la estoy cogiendo con papel de fumar", dice Diego. "Cuesta mucho desembocar en un papel de estas caracter¨ªsticas, convertirse en verdugo, en hacedor de la muerte. Me lastima mucho pensar en el momento en que tengamos que rodar la matanza y disparar contra todo lo que se mueva, incluidas las ni?as. Tengo un hijo de cinco a?os al que veo crecer d¨ªa a d¨ªa y no puedo evitar pensar en esas vidas que se abren paso y que alguien puede segar en un momento. No soy una persona agresiva, pero creo que pel¨ªculas de este tipo pueden ayudar a que se reflexione sobre la violencia y ayudar a evitarla".

Concentrados como est¨¢n en el rodaje, actor y director reh¨²yen alimentar la pol¨¦mica provocada por las declaraciones realizadas por Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura y otros pol¨ªticos extreme?os, que han censurado el hecho de que los sucesos de Puerto Hurraco se lleven a la pantalla. Seguramente son los mismos que todav¨ªa reniegan de Bu?uel y su visi¨®n de Las Hurdes. Actor y director piden a los pol¨ªticos que hablen con conocimiento de causa y que esperen a que El s¨¦ptimo d¨ªa se estrene para hacer comentarios sobre si la pel¨ªcula es oportuna o no. A todos les parece perfectamente l¨ªcito hurgar en la realidad desde la ficci¨®n, partiendo de la furia desencadenada en Puerto Hurraco.