Noche de terror en 1977
El ¨²ltimo apag¨®n que sufri¨® Nueva York se prolong¨® durante 25 horas y la ciudad qued¨® arrasada por saqueos e incendios
Pero, cuando se produjo un apag¨®n total en los cinco distritos de Nueva York a las 21.34 del mi¨¦rcoles 13 de julio de 1977, las cosas fueron muy diferentes. "El apag¨®n de 1965 fue recordado como una dificultad compartida. En 1977, los disturbios, los incendios y el saqueo fueron s¨ªntomas claros de una ciudad que pasaba por tiempos dif¨ªciles", ha dicho a la agencia Reuters Kenneth T. Jackson, presidente de la sociedad hist¨®rica de Nueva York. Fueron 25 horas de violencia y caos. "Un rayo provoca una noche de terror y vandalismo en Nueva York", titul¨® este peri¨®dico. "La noche de terror", escribi¨® la revista Time en su portada, mientras que Newsweek eligi¨® "El coraz¨®n de las tinieblas".
En el verano de 1977, Nueva York viv¨ªa tiempos dif¨ªciles. El calor era especialmente intenso y la ciudad se encontraba sumida en la paranoia. Todos los peri¨®dicos sensacionalistas hablaban del Hijo de Sam: un psic¨®pata que se paseaba con una pistola del calibre 44 matando al azar. Spike Lee narr¨® aquellos d¨ªas en su filme El verano de Sam. Como en otras grandes ciudades de Estados Unidos, las tensiones raciales eran constantes y las diferencias entre los barrios pobres y los ricos eran m¨¢s abismales que ahora. El presidente, el dem¨®crata Jimmy Carter, se hab¨ªa marcado como uno de los objetivos de su mandato acabar con estas desigualdades, sobre todo despu¨¦s de lo que ocurri¨® aquella noche de pesadilla.
La chispa estall¨® a las 21.34 cuando un rayo cay¨® sobre un transformador del condado de Westchester. En seis minutos, la red se colaps¨®. Como el del jueves, el apag¨®n de noviembre de 1965 afect¨® a un ¨¢rea mucho m¨¢s amplia, en total a 25 millones de personas en las grandes ciudades del noreste de EE UU y varias urbes canadienses. En 1977, s¨®lo los nueve millones de habitantes de Nueva York se quedaron completamente a oscuras
; pero los efectos fueron terror¨ªficos.
"Es la noche de los animales", dijo el sargento de polic¨ªa Robert Murphy, en una frase que se hizo c¨¦lebre. "Agarras a cinco o seis y aparecen cien. Vamos a un sitio y, los que no est¨¢n saqueando, avisan a los dem¨¢s con silbidos. Lo ¨²nico que podemos hacer es sacar a la gente de las tiendas; pero se van a la de al lado".
M¨¢s de 3.000 personas fueron detenidas y se declararon 1.000 incendios en el alud de violencia que sepult¨® a la ciudad. Las p¨¦rdidas econ¨®micas se evaluaron en 1.000 millones de d¨®lares. Los saqueos afectaron a todo tipo de establecimientos, desde joyer¨ªas hasta tiendas de coches. En Brooklyn se prolongaron durante la ma?ana siguiente. "Los habitantes de los barrios deprimidos bajaron en riadas hacia las zonas m¨¢s ricas. Incendiaron cientos de casas y saquearon miles de tiendas", escribi¨® la revista Time.
Las escenas recordaban a los disturbios raciales de Washington en 1968, de Los ?ngeles en 1992 o incluso a los saqueos de Bagdad el pasado mes de abril. Pedro Hazle, un neoyorquino que entonces ten¨ªa 15 a?os, recuerda en un foro de Internet su miedo mientras llegaban las noticias de los saqueos por la radio.
Se escribieron decenas de p¨¢ginas sobre lo que cambi¨® entre el invierno de 1965 y el verano de 1977: El Hijo de Sam, la crisis econ¨®mica, el calor, el empobrecimiento de la ciudad, las tensiones raciales y las enormes diferencias sociales. Fue durante el verano de Sam, y no el 11-S, cuando Nueva York perdi¨® su inocencia.
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