El gran apag¨®n destapa los enormes fallos de la red el¨¦ctrica de EE UU

Decenas de ciudades del noreste de Estados Unidos y del sur de Canad¨¢, que concentran a unos 50 millones de personas, recuperaban ayer lentamente la normalidad tras el gigantesco apag¨®n que vivieron en la tarde del jueves. La vida cotidiana, en especial en el sector de los transportes, qued¨® gravemente alterada, sobre todo en Nueva York, aunque impresionantes despliegues policiales y la actitud c¨ªvica de la poblaci¨®n impidieron el pillaje. El gran apag¨®n, cuyas causas todav¨ªa no hab¨ªan sido aclaradas anoche, ha destapado graves fallos en la red el¨¦ctrica. El presidente de EE UU, George Bush, admiti¨® que la red necesita reformas.

"Somos una superpotencia con la red de suministro de energ¨ªa de un pa¨ªs del Tercer Mundo", manifest¨® Bill Richardson, que fue secretario (ministro) de Energ¨ªa en los Gobiernos dem¨®cratas de Bill Clinton. La vulnerabilidad de la red el¨¦ctrica de una de las zonas m¨¢s desarrolladas del mundo qued¨® en evidencia cuando un total de 21 centrales el¨¦ctricas dejaron de funcionar al mismo tiempo en la tarde del jueves.

Los t¨¦cnicos apuntan a que el fallo se origin¨® en una central de las cataratas del Ni¨¢gara, en la frontera entre EE UU y Canad¨¢, pero otros expertos barajaban hip¨®tesis distintas. La ciudad de Nueva York, con una poblaci¨®n de unos ocho millones, fue recuperando el suministro durante el d¨ªa de ayer. No obstante, las autoridades pidieron que los ciudadanos redujeran el consumo en un d¨ªa de mucho calor.

La posibilidad de una acci¨®n terrorista fue descartada desde los primeros momentos, si bien el recuerdo de los atentados del 11 de septiembre de 2001 estuvo presente en el sentimiento de los neoyorquinos. Miles de habitantes de la Gran Manzana se vieron obligados a dormir al raso en parques y junto a edificios p¨²blicos en una noche donde la radio se convirti¨® en el ¨²nico medio de comunicaci¨®n.