Helmut Rahn y Lothar Emmerich, futbolistas alemanes
Ambos eran futbolistas a la vieja usanza, de una ¨¦poca en la que el f¨²tbol todav¨ªa era m¨¢s deporte y menos espect¨¢culo multimillonario, ambos eran hijos de la cultura obrera de la cuenca del Ruhr, cuna de la industrializaci¨®n alemana, y ambos fallecieron la noche del mi¨¦rcoles al jueves tras una larga enfermedad. El uno, Helmut Rahn, tuvo su momento de gloria el 4 de julio de 1954, cuando la selecci¨®n alemana, gracias a un zurdazo suyo, venci¨® 3 a 2 a Hungr¨ªa en la final del Campeonato Mundial de Suiza. El otro, Lothar Emmerich, ser¨¢ recordado por un espectacular gol -semiol¨ªmpico, casi desde la l¨ªnea de fondo- que signific¨® la victoria contra Espa?a, 2 a 1, en el Mundial de 1966.
Lo del Boss, como era conocido Rahn, fue m¨¢s, mucho m¨¢s que un prosaico gol: aquel pac¨ªfico disparo, inalcanzable para el arquero h¨²ngaro Gyula Grosics, es un hito hist¨®rico. Hab¨ªan pasado nueve a?os desde la Segunda Guerra Mundial, pero s¨®lo en aquel minuto 84 de un partido de f¨²tbol, desde entonces retransmitido infinidad de veces, Alemania volvi¨® a levantar cabeza. Junto al entrenador Sepp Herberger y al capit¨¢n Fritz Walter, fallecido el a?o pasado, Rahn hab¨ªa forjado el "milagro de Berna", un ¨¦xito futbol¨ªstico que facilit¨® a muchos pasar p¨¢gina a los cr¨ªmenes del Tercer Reich.
Nacido el 16 de agosto de 1929 en Essen, Rahn fue un tipo sencillo, directo, bonach¨®n. En aquella ¨¦poca los futbolistas a¨²n ten¨ªan una profesi¨®n distinta a su oficio. ?l fue electricista. Aficionado a la cerveza -lleg¨® a beberse media caja antes de un partido en el que, sin embargo, brill¨®-, se retir¨® del f¨²tbol en noviembre de 1965, a los 36 a?os. De millonario, nada. Rahn tuvo primero un concesionario de coches y despu¨¦s trabaj¨® como jefe de ventas de una empresa constructora. Sigui¨® viviendo en un modesto piso de su ciudad natal. Pese a su fama, durante d¨¦cadas evit¨® las c¨¢maras y los micr¨®fonos: el relato de su haza?a, hecho siempre en la proletaria pero florida lengua de la cuenca del Ruhr, estaba reservado para sus contertulios en los bares de barrio.
Emmerich, el autor del 2 a 1 contra Espa?a, fue de la misma madera, aunque, a diferencia de Rahn, nunca se retir¨® de la vida p¨²blica. Hijo de un minero, naci¨® en 1941 en Dortmund. Siempre sigui¨® vinculado a esta ciudad: en seis a?os de atacante para el Borussia Dortmund, marc¨® 115 goles y contribuy¨® decisivamente a que su club ganara la primera Recopa de Europa para Alemania, tambi¨¦n en 1966. De profesi¨®n mec¨¢nico de coches, Emma, como lo llamaban sus amigos, hasta hace muy poco se ocupaba de las asociaciones de hinchas del Borussia.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.