Experto en operaciones de paz

El capit¨¢n de nav¨ªo Manuel Mart¨ªn-Oar y el embajador Miguel Benzo llegaron a Bagdad a la ca¨ªda de la tarde del jueves 15 de mayo, escoltados por un convoy militar espa?ol, desde el puerto de Um Qsar. Fue un viaje agotador, de 14 horas, y no les esperaba una labor precisamente f¨¢cil. Eran los primeros espa?oles enviados por el Gobierno para integrarse en la Administraci¨®n provisional estadounidense. Lo malo es que la Administraci¨®n se encontraba en esos momentos cambiando de nombre y de patr¨®n -de Jay Garner a Paul Bremer-, y no se ve¨ªa nada claro cu¨¢l iba a ser su misi¨®n. Benzo reconoci¨® entonces que las autoridades estadounidenses en Irak "estaban en un profundo proceso de reorganizaci¨®n".

Cuatro d¨ªas m¨¢s tarde, despu¨¦s de sus primeras entrevistas con las nuevas autoridades de ocupaci¨®n, supieron que ser¨ªan los encargados de la coordinaci¨®n con Naciones Unidas y de la ayuda humanitaria. Mart¨ªn-Oar, que trabajaba como asistente del embajador Benzo, era un hombre educado y tranquilo, con experiencia en misiones de paz de Naciones Unidas, lo que no le imped¨ªa sentir una cierta inquietud ante la situaci¨®n de caos que se viv¨ªa aquellos d¨ªas en Bagdad, que no ha hecho m¨¢s que empeorar desde entonces.

Tanto Benzo como Mart¨ªn-Oar hablaban de "una estancia de varios meses" cuando eran preguntados por el plazo que se planteaban para su misi¨®n.

Sus primeras noches en Bagdad las pasaron en la Embajada de Espa?a, por motivos de seguridad. Dorm¨ªan en dos camastros militares, en lo que llamaban la biblioteca de la legaci¨®n, un cuarto relativamente peque?o, donde hab¨ªan instalado el tel¨¦fono sat¨¦lite y otros pertrechos antes de mudarse, en julio, a una casa. A mediados de junio, contaban con una peque?a oficina en la sede de Naciones Unidas, en el hotel Canal. Pero no tuvieron nunca la seguridad, proporcionada por soldados estadounidenses, de la que dispon¨ªan los altos funcionarios espa?oles del Gobierno de ocupaci¨®n. De hecho, al principio se mov¨ªan con dos escoltas privados contratados por la Embajada.

Nacido en Madrid, Manuel Mart¨ªn-Oar, de 53 a?os, casado y padre de cuatro hijos, ingres¨® en la Armada en 1967. Como piloto, estuvo destinado en el portaaviones Pr¨ªncipe de Asturias y en la quinta escuadrilla de helic¨®pteros, en la base naval de Rota. Su familia conoci¨® la noticia de la muerte cuando estaba de vacaciones en el Puerto de Santa Mar¨ªa, seg¨²n explic¨® ayer una hija del militar, que declin¨® hacer cualquier otra declaraci¨®n, informa desde C¨¢diz Francisco Jos¨¦ Rom¨¢n.

Benzo y Mart¨ªn-Oar se conocieron cuando ambos trabajaban en N¨¢poles, el embajador como c¨®nsul general de Espa?a y el militar en el cuartel general de la OTAN en la ciudad italiana. Cuando Miguel Benzo fue nombrado por el Gobierno espa?ol para incorporarse a la Administraci¨®n provisional en Irak, inmediatamente ofreci¨® a Mart¨ªn-Oar que le acompa?ase y el capit¨¢n de nav¨ªo se present¨® voluntario.

Hab¨ªa trabajado entre 1995 y 1996 en el Servicio de Planteamiento de Misiones de Paz en la sede de la ONU en Nueva York, sobre todo para Guatemala y Timor. Era consciente de la dificultad de colaborar en la reconstrucci¨®n de un pa¨ªs despu¨¦s de una guerra, sobre todo en Irak, donde se trata de una ocupaci¨®n militar. Mart¨ªn-Oar era pintor aficionado. Estaba previsto que expusiera sus cuadros en el centro c¨ªvico El Castillo, en la localidad madrile?a de Villanueva de la Ca?ada, entre el 27 de octubre y el 14 de noviembre.