El 'cerebro' de las fiestas

El cerebro de la Aste Nagusia reside en el coraz¨®n de las fiestas. Desde una sala de reuniones de un hotel convertida en oficina, seis programadores y tres t¨¦cnicos del Ayuntamiento gestionan el alboroto de las fiestas muy cerca de su epicentro, en el Arenal.

Con el estallido del chupinazo, que marca el inicio de nueve d¨ªas de jolgorio, comenz¨® una fren¨¦tica semana para el equipo encargado de organizar la diversi¨®n durante estos d¨ªas. Su trabajo, sin embargo, empez¨® mucho antes, en febrero. "En realidad", afirma Marian Ega?a, directora de Cultura del Ayuntamiento, "se puede decir que comenzamos a trabajar el ¨²ltimo s¨¢bado de Aste Nagusia, cuando hacemos una reuni¨®n de evaluaci¨®n de c¨®mo ha ido todo".

Tres meses de gestiones sirven para dejar el cartel de las fiestas listo en mayo. Todo, salvo la programaci¨®n pop rock, que es la que m¨¢s cr¨ªticas suscita entre los aficionados. Este a?o, han visto pasar de largo grandes nombres como Primal Scream o Limp Bizkit, seg¨²n se iban cayendo del cartel. La directora lamenta resignada que estas cr¨ªticas se deben a que el p¨²blico desconoce los mecanismos de un sector muy caprichoso. "Hay poca transparencia y muchos divos", afirma.

Superados los obst¨¢culos de todos los a?os, el programa debe quedar fijado una semana antes del inicio de la Aste Nagusia. Esos siete d¨ªas, los programadores se van de vacaciones. "As¨ª empezamos el trabajo con menos crispaci¨®n", asegura Ega?a. Los t¨¦cnicos saben que el primer d¨ªa es el m¨¢s duro, la jornada en la que m¨¢s nervios pasan.

Tras la primera prueba, las fiestas se desarrollan seg¨²n lo previsto. La puesta en pr¨¢ctica del programa corre a cargo de 600 trabajadores que se encargan del montaje de los escenarios, la limpieza o la seguridad de los 125.000 metros cuadrados del recinto festivo.

Cada uno de los programadores se encarga de un determinado ¨¢rea. Esto hace que durante la Aste Nagusia apenas se vean . El trabajo del gestor de los conciertos de Uribitarte, por ejemplo, termina poco antes de que comiencen las actividades infantiles. Tratan de coincidir, sin embargo, en una reuni¨®n que mantienen a las 13.00 en la improvisada oficina.

En ella se comparten las primeras valoraciones sobre el desarrollo de las ideas surgidas del trabajo de todo el a?o. Las m¨¢s queridas por los programadores son las nuevas propuestas, que nacen de formas diversas. Algunas, como la zona de lactancia del txikigune, surgen de la mera casualidad, afirma Ega?a. Otras, se importan de ciudades como Pamplona o Zaragoza, "con las que hay mucha relaci¨®n". Las menos, son proyectos presentados por empresas privadas. Los programadores saben que algunas se consolidar¨¢n, como sucedi¨® con el Desfile de la Ballena, mientras que otras otras, como el nuevo espacio musical de Zorrozaurre, suscitar¨¢n objeciones.

Y de todo el programa, ?de qu¨¦ est¨¢n m¨¢s satisfechos? "No hay ideas concretas que nos hagan sentir m¨¢s orgullosos que otras. Nos enorgullece, m¨¢s bien, el alto nival general de las fiestas. La limpieza, el buen ambiente y el que todos los actos comiencen a su hora", concluye Ega?a.