Ornella Muti asegura que la timidez le ha dado sensualidad
La actriz italiana, icono de la mujer bella en el cine europeo, rueda en Espa?a 'Di que s¨ª' y habla sobre su vida.
Ornella Muti comenz¨® siendo un s¨ªmbolo de la sensualidad con tan s¨®lo 14 a?os, cuando debut¨® en 1970 con La moglie pi¨´ bella, de la mano de Damiano Damiani, que fue precisamente el que decidi¨® cambiar su nombre, Francesca Romana Rivelli, al de Ornella Muti, como homenaje a una actriz de teatro italiano, Eleanora Muti. Ahora, a sus 48 a?os y siendo abuela desde hace siete, sigue derrochando glamour y belleza. Parece que los a?os no pasan para la que ha sido considerada una de las mujeres m¨¢s bellas del mundo, aunque confiesa no haberse sentido nunca un icono sexual. La actriz italiana se encuentra desde hace dos semanas en Espa?a, hasta el pr¨®ximo 26 de agosto, rodando la pel¨ªcula de Juan Calvo Di que s¨ª, junto a Paz Vega, Santi Mill¨¢n y Santiago Segura, entre otros.
"Me da mucha ternura ver c¨®mo era hace 30 a?os, apenas he cambiado, salvo en que tengo m¨¢s cargas y m¨¢s miedos"
En esta comedia rom¨¢ntica, Muti -que llega vestida de negro y con su m¨ªtica melena recogida- interpreta a la ambiciosa directora de un programa de televisi¨®n. Confiesa que el personaje le divierte. "Es una mujer r¨ªgida, mala, calculadora. Me gusta interpretarla, porque as¨ª investigo en aspectos en los que no me gustar¨ªa caer en mi vida", afirma. Algo as¨ª como una "introspecci¨®n psicol¨®gica" que dice llevar a cabo en cada una de sus pel¨ªculas. Y no son pocas. Ornella Muti tiene a sus espaldas unas noventa producciones, entre largometrajes, telefilmes y series para televisi¨®n, y ha trabajado con directores de la talla de Francesco Rossi, Mike Figgis, Vicente Aranda, Volker Schloendorff o Marco Ferreri, al que recuerda con un afecto especial, porque "me dio papeles grandes". Como aquel de Valerie en La ¨²ltima mujer, junto a G¨¦rard Depardieu. "Eran papeles de mujeres con mucho dolor, y el ser humano est¨¢ hecho de dolor, as¨ª que lo recuerdo con mucha ternura", explica en un espa?ol de marcado acento italiano. Sin embargo, reh¨²sa poner a un director por encima de otro: "Es muy dif¨ªcil, porque he trabajado con muchos, pero Claudio Guer¨ªn -con quien trabaj¨® en La casa de las palomas- me dio a conocer en Espa?a y se lo agradezco.
Desde aquella pel¨ªcula espa?ola de 1972 han pasado m¨¢s de treinta a?os. La actriz, que mantiene su belleza a¨²n fresca, traslada sus pensamientos al pasado y su voz se vuelve pausada. "Cuando paseo ahora por Madrid y veo cosas que permanecen a¨²n despu¨¦s de tantos a?os, me causa un extra?o efecto. Me parece que fue ayer cuando caminaba por estas mismas calles con tanta ilusi¨®n... A¨²n sigo teniendo muchas ilusiones, pero tambi¨¦n m¨¢s cargas en mi vida. Me da mucha ternura verme, porque en realidad sigo siendo la misma, aunque tal vez con algunos miedos m¨¢s", dice mientras sus rasgados ojos verdes se distraen por un momento.
Tanta experiencia a lo largo de casi un centenar de pel¨ªculas le sirven a la actriz para afirmar con convencimiento que el cine italiano est¨¢ mejorando en los ¨²ltimos a?os. "Est¨¢ otra vez empezando a moverse algo con directores interesantes, pero es muy dif¨ªcil crear algo estable; las producciones suelen ser ef¨ªmeras y dispersas. Hay que crear una estructura m¨¢s s¨®lida", considera esta mujer que no ha despreciado trabajar en televisi¨®n. "El cine y la televisi¨®n", explica, "son dos medios muy distintos. El cine es m¨¢s complejo, porque tienes que hacer cosas que tienen un alma, el alma de cada director". La televisi¨®n tiene, sin embargo, "menos glamour, pero llega a todo el mundo", cuenta Muti, "aunque lo dif¨ªcil es hacer cosas de calidad en televisi¨®n", reconoce. Cuando se le pregunta por la televisi¨®n italiana actual, tan s¨®lo resopla.
Una mujer de dudas
"La vida es un juego", reflexiona, "y estamos aqu¨ª para algo, tenemos que arriesgarnos para averiguar lo que puede pasar, no s¨¦...". Una reflexi¨®n que repite la actriz a lo largo de su conversaci¨®n, una suerte de duda existencial que reconoce ha sido una constante en su vida. Como los cinco a?os que pas¨® en Estados Unidos, donde rod¨® el cl¨¢sico de ciencia-ficci¨®n Flash Gordon, de 1980. "Fue una etapa que quiz¨¢s deb¨ª aprovechar m¨¢s, porque estaba en un continuo ir y venir de Europa a Am¨¦rica. Pero al mismo tiempo dudo y pienso que tal vez fue lo mejor que pude hacer. Siempre pienso en lo que no pudo ser, y viceversa", reconoce.
Incluso en lo que se refiere a su indiscutible belleza, la actriz de El amante biling¨¹e, de Vicente Aranda, no alardea. "Me hablan de sensualidad y no s¨¦... Cada actriz tiene su car¨¢cter, y tal vez yo tenga un car¨¢cter sensual, tampoco me doy cuenta. No me gusta plante¨¢rmelo, porque soy muy t¨ªmida. Tal vez los t¨ªmidos tenemos la ventaja de que hablamos poco y miramos m¨¢s, y la mirada es algo muy sensual".
"Greenaway es un maestro, un genio"
Lleva meses enfrascada "de un modo muy particular" en el inmenso proyecto del director brit¨¢nico Peter Greenaway La maleta de Tulse Luper, en el que Ornella Muti comparte reparto con Jordi Moll¨¤, Vicent Gallo y un centenar de int¨¦rpretes m¨¢s.No hay en la pel¨ªcula un esquema de rodaje fijo. Greenaway la llam¨® hace unos d¨ªas para decirle que en torno al 15 de septiembre tendr¨ªa que rodar. "?l te llama y te pregunta si est¨¢s libre. No es un rodaje convencional", asegura la actriz, que califica al director de "persona maravillosa y genio". "Lo m¨¢s genial", dice, "es que es muy accesible, habla contigo y te hace comprender. Es muy natural, guapo y tiene una gran sensibilidad", explica emocionada. Y no es para menos. Muti participa en el proyecto m¨¢s ambicioso del complejo Greenaway, en el que interpreta a "una mujer callada y t¨ªmida, con diez hijos, que cambia por algo que sucede". Con un presupuesto de 15 millones de euros, Greenaway se ha embarcado en este work-in-progress que se merece, seg¨²n el director, tres pel¨ªculas, 16 episodios de televisi¨®n, tres CD-ROM, varios libros, una web y una exposici¨®n.
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