?D¨®nde est¨¢ Rold¨¢n?
M¨¢s de 9.000 hect¨¢reas han ardido este verano. Como todos los veranos, dir¨¢ usted. S¨ª, pero el Gobierno no puede m¨¢s. Se quema otro pino y cae el Gobierno. ?Pero si no es culpa del Gobierno! Ya, pero las cosas no son como son, sino como parecen. F¨ªjense en lo que le ha pasado a Lady Di: un ricach¨®n brit¨¢nico, Oliver Hoare, denunci¨® a la polic¨ªa "acoso telef¨®nico". Recib¨ªa llamadas an¨®nimas a su domicilio. La investigaci¨®n de British Telecom y Scotland Yard condujo... ?al tel¨¦fono privado de Diana de Gales en el palacio de Kensington! Otras llamadas proven¨ªan de un tel¨¦fono p¨²blico, y ¨¦sa ha sido la salvaci¨®n de la princesa: "?C¨®mo quieren que llame desde un tel¨¦fono p¨²blico si no s¨¦ c¨®mo funcionan?", argumenta Diana, irrebatible. Pero nadie la cree.
Como al Gobierno espa?ol: ahora el Gobierno jura que no sabe d¨®nde est¨¢ Luis Rold¨¢n, y nadie lo cree, o se lo toman a cuchufleta: ?Que lo busque Paco Lobat¨®n! El centrista Luis Ramallo dice que Rold¨¢n aparecer¨¢ en el fondo del mar, matarile, rile, rile. Desde que lo dijo estamos los espa?oles en las playas como cuando se estren¨® Tibur¨®n: mirando como distra¨ªdos al agua y con risa nerviosa. En cualquier momento arrecia la banda sonora, aparece Rold¨¢n entre las olas y ?zas! te quita el ba?ador. Rold¨¢n ser¨¢ El Lute de los socialistas, un personaje de leyenda. Qui¨¦n sabe si en el futuro se dir¨¢: "Nena, du¨¦rmete, que viene Rold¨¢n". "Vale, mientras no venga Ramallo...". Las nenas de hoy saben lat¨ªn, por m¨¢s que el PSOE prohibiera los deberes.
Estoy bromeando con esto y esa sombra en el agua, esa sombra en el agua... ??Ah!! ?Qu¨¦ susto, hombre! No era Rold¨¢n. Era una balsa con exiliados cubanos. "?Voy bien para Miami, mi hermano?". L¨®gico que alguno se desv¨ªe: han salido m¨¢s de 30.000 desde enero.
?Y septiembre? Indur¨¢in quiere batir el r¨¦cord de la hora, s¨ª, pero adem¨¢s. Dice Jordi Pujol que para cu¨¢ndo el giro auton¨®mico, que eso de apoyar gratis al Gobierno no lo ve. Entre los socialistas hay signos, se?ales que indicar¨ªan ese deseo de abrirse a la sociedad que vienen anunciando desde las elecciones. Las generales, claro, las que ganaron el a?o pasado, no las europeas que perdieron el mes pasado por dos millones de votos, a pesar de que la popular Mercedes de la Merced dijo aquello tan simp¨¢tico de Franco y los pobres. Hay indicios, dec¨ªa, del impulso democr¨¢tico que prometi¨® Gonz¨¢lez. Miren qu¨¦ indicio m¨¢s majo: el subdirector de Informativos de Radio Nacional de Espa?a anunci¨® ayer que "se est¨¢ estudiando" volver a contar a los oyentes "lo que cuentan los peri¨®dicos". Todav¨ªa no est¨¢ decidido, "porque lo que cuentan los peri¨®dicos no coincide siempre con la realidad". A los oyentes de RNE les va a dar un patat¨²s en cuanto empiecen a contarles los titulares de prensa. Hace seis a?os que no se dan en la radio p¨²blica.
Esta man¨ªa a la prensa de los socialistas se entiende mal. ?Si hasta Gonz¨¢lez asegura que se entera de todos los esc¨¢ndalos por la prensa! "?V¨¢yase, se?or Gonz¨¢lez!", dice Aznar a todas horas, llueva o luzca el sol, ma?ana, tarde y noche. Da por descontado que ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones. Gonz¨¢lez es tan soberbio que comenta en secreto a los suyos: "Si ser¨¢ malo el t¨ªo ese, que con la que est¨¢ cayendo no nos tumba. En su lugar sacaba yo quince millones de votos, no diez, no, quince". Ay, Dios, qu¨¦ hombre.
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