Las principales obras para prevenir riadas como la de 1983 no se han acometido

Las principales actuaciones establecidas en los planes dise?ados para evitar las catastr¨®ficas inundaciones que arrasaron Bilbao en 1983 no se han acometido todav¨ªa. Su no ejecuci¨®n implica que podr¨ªan repetirse gran parte de los efectos de las tr¨¢gicas riadas de hace 20 a?os, cuyo aniversario se cumple el martes, de producirse el mismo fen¨®meno.

En tan s¨®lo unas horas del 26 y 27 de agosto de 1983, unos 1.500 millones de toneladas de agua se desplomaron sobre Euskadi, 100 veces la cantidad que acumula la bah¨ªa de San Sebasti¨¢n y una vez y media el agua que cae en un a?o en la comunidad. Aqu¨¦l fen¨®meno clim¨¢tico sin precedentes dej¨® tras de s¨ª 34 v¨ªctimas mortales y cinco desaparecidos, as¨ª como p¨¦rdidas econ¨®micas multimillonarias que ascendieron a cerca de 1.200 millones de euros, sobre todo en Vizcaya, el territorio vizca¨ªno m¨¢s afectado.

Tras la cat¨¢strofe, se emprendieron inmediatamente obras para la recuperaci¨®n de las infraestructuras y bienes arrasadas por la violencia de las lluvias torrenciales y el desbordamiento de los r¨ªos. Sin embargo, las ¨²nicas actuaciones de prevenci¨®n importantes realizadas en estos a?os ha sido la limpieza del cauce del Nervi¨®n en su tramo inferior y la corta de la R¨ªa a la altura del barrio bilba¨ªno de La Pe?a, una de las zonas m¨¢s afectadas por la cat¨¢strofe, donde el agua lleg¨® a alcanzar los 6,25 metros de altura sobre el nivel habitual. Las actuaciones consistieron en un cambio de curso de la r¨ªa, que se desplaz¨® varios cientos de metros en esta zona por donde entra a la capital vizca¨ªna. Con estas intervenciones tambi¨¦n se mejor¨® profundamente la fisonom¨ªa de este barrio nacido con la inmigraci¨®n en d¨¦cadas anteriores. Muchas de las casas, levantadas junto a los m¨¢rgenes de la R¨ªa eran construcciones ilegales.

Aparte de este proyecto, el resto de las grandes obras de prevenci¨®n previstas contin¨²an actualmente sin desarrollar. Por una parte, por la importante inversi¨®n que requieren y, por otra, porque las competencias se encuentran repartidas entre tres administraciones: el Ministerio de Fomento, a quien corresponde los m¨¢rgenes de la R¨ªa, por ser dominio terrestre-mar¨ªtimo, la Diputaci¨®n Foral, titular de obras p¨²blicas, y el Gobierno vasco. De los tres principales estudios abordados, los m¨¢s importantes son el Plan Integral de Prevenci¨®n de Inundaciones (PIPI) de 1992, elaborado por el Gobierno vasco para el conjunto de la comunidad aut¨®noma, y el Plan Hidrol¨®gico vasco, competencia del Ministerio de Fomento. A ellos se a?adi¨® un detallado estudio hidr¨¢ulico sobre el problema espec¨ªfico de las inundaciones en el casco urbano de Bilbao, encargado por la Diputaci¨®n.

Los grandes proyectos planteados en ese estudio para evitar que se puedan repetir situaciones como la vivida en la capital vizca¨ªna en 1983 est¨¢n pendientes de realizarse. El m¨¢s ambicioso supone la construcci¨®n de un gigantesco t¨²nel de desag¨¹e subterr¨¢neo, presupuestado en torno a los 167 millones de euros, que permitir¨ªa detraer una parte considerable del caudal de la R¨ªa. La conducci¨®n arrancar¨ªa en el barrio de La Pe?a, donde el Nervi¨®n se adentra en Bilbao, y atravesar¨ªa en l¨ªnea recta el casco urbano para desembocar otra vez en la R¨ªa en Olabeaga, cuando ¨¦sta se ensancha.

El desag¨¹e, formado por dos t¨²neles paralelos que ir¨ªan a 25 metros por debajo del subsuelo de Bilbao y con una longitud de casi cuatro kil¨®metros, permitir¨ªa que, en caso de una fuerte avenida, un volumen considerable del caudal de la r¨ªa no discurriera por el cauce que serpentea por la ciudad y la aneg¨® en 1983.El t¨²nel subterr¨¢neo entre La Pe?a y Olabeaga es, sin duda, la m¨¢s costosa de las medidas planteadas para Bilbao. La segunda actuaci¨®n solicitada consiste en la apertura del canal de Deusto despu¨¦s de Puente Euskalduna. Con esta obra, la actual pen¨ªnsula de Zorrozaurre quedar¨ªa convertida en una isla y el curso de la R¨ªa quedar¨ªa desdoblado en dos cauces en el punto en que abandona la ciudad. Con ello se aumentar¨ªa considerablemente su capacidad de desag¨¹e camino de la desembocadura en el Abra. El estudio hidra¨²lico encargado por la instituci¨®n foral tambi¨¦n reclama actuaciones puntuales de dragado en el cauce de la R¨ªa en el tramo comprendido entre el Ayuntamiento y el Casco Viejo, la zona que en 1983 se convirti¨® en s¨ªmbolo de la devastaci¨®n de las aguas. Este sector fue el primer lugar afectado por el desbordamiento. Miles de personas quedaron atrapadas en sus casas y edificios emblem¨¢ticos como el Mercado de la Ribera, el Teatro Arriaga o el Museo Hist¨®rico, sito en el coraz¨®n del Casco Viejo, resultaron destrozados. La mayor parte de los 800 comercios situados en los bajos de las Siete Calles fueron arrasados por la riada, que dej¨® inservible el todo lo hab¨ªa dentro de las tiendas. Muchos edificios de viviendas quedaron tambi¨¦n severamente afectados en su estructura y uno de ellos incluso se desplom¨®. La Diputaci¨®n vizca¨ªna, que ¨²nicamente tiene competencia sobre los r¨ªos que nacen y mueren en la provincia, ha solicitado en varias ocasiones la financiaci¨®n por parte del Ministerio de Fomento para acometer las costosas obras. Fuera de la capital, en los puntos negros en los que se actu¨® tras las inundaciones de hace 20 a?os la situaci¨®n ha mejorado bastante, seg¨²n asegura un portavoz de la Diputaci¨®n. Las obras realizadas, por ejemplo, en el r¨ªo Artigas a su paso por Bermeo, localidad que qued¨® destrozada por las aguas en 1983, se han demostrado eficaces en los recientes desbordamientos al reducir su efecto. Lo que no se ha conseguido a¨²n es evitarlos. El Plan de Prevenci¨®n de Inundaci¨®nes del Gobierno vasco se dise?¨® de 1992 con un objetivo: reducir la posibilidad de inundaciones catastr¨®ficas a una vez cada 100 a?os en el conjunto de la comunidad aut¨®noma. El hecho cierto es que desde entonces, la situaci¨®n se ha reproducido en varias ocasiones, aunque con menor intensidad. La ¨²ltima, el a?o pasado. Entonces, resultaron afectados, entre otros, los municipios vizca¨ªnos de Mungia, Bermeo y Mundaka. Para conseguir sus objetivos, el proyecto preve¨ªa unas inversiones de m¨¢s de 600 millones de euros que, actualizadas equivaldr¨ªan a unos 618. De esas intervenciones, un 70% (4.32 millones) est¨¢ a¨²n por realizar.