Lo que dos tienden a pensar
Los gemelos se han ido animando con los a?os a compartir sus experiencias por Internet. En www.twinsrealm.com se puede encontrar una amplia lista de sitios web personales, colectivos y listas de correo. Vean, por ejemplo, el testimonio de dos gemelos que son im¨¢genes especulares:
"Somos gen¨¦ticamente id¨¦nticos, pero uno es zurdo y el otro diestro, tenemos problemas dentales en lados opuestos de la boca, uno tiene el pie izquierdo un poco mayor y el otro un poco menor, y los remolinos de la cabeza est¨¢n cada uno a un lado. Se debe a que el embri¨®n se dividi¨® en dos un poco m¨¢s tarde de lo habitual en la gemelaci¨®n. Nuestras aptitudes, sin embargo, no son im¨¢genes especulares. Estudiamos las mismas materias en la escuela y sacamos notas casi id¨¦nticas. Nos gustan las mismas cosas, los mismos libros y pel¨ªculas, y tenemos el mismo talento para la m¨²sica (?no mucho!), las matem¨¢ticas, la ciencia, el arte, etc¨¦tera".
Tambi¨¦n hay muchos testimonios de este tipo: "Mis dos hijas gemelas parecen a veces comunicarse una con otra sin hablar (aunque ellas no se dan cuenta), y es frecuente que una acabe la frase de la otra, o que una responda una pregunta por la otra". Los gemelos, en realidad, se parecen en tantos aspectos de su car¨¢cter, su personalidad y su psicolog¨ªa que no s¨®lo hacen pensar cosas raras a los dem¨¢s, sino que a veces hasta ellos mismos llegan a creer (err¨®neamente) que se comunican por telepat¨ªa.
Los cient¨ªficos ya han obtenido muchos datos m¨¦dicos, fisiol¨®gicos y psicol¨®gicos sobre los gemelos, y cada vez est¨¢n m¨¢s interesados en este tipo de estudios, porque son una forma muy fiable de definir cu¨¢l es el componente gen¨¦tico de la propensi¨®n a cualquier enfermedad. Y tambi¨¦n de cualquier rasgo del car¨¢cter, de la personalidad y de la mente. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) tiene en marcha un ambicioso estudio con gemelos que pretende aclarar las bases gen¨¦ticas del lenguaje, coordinado por Jennifer Ganger, Kenneth Wexler y Steven Pinker. Tienen ya 150 familias con gemelos apuntadas, y la cifra sube. El proyecto requiere una gran colaboraci¨®n de los padres, que deben hacer observaciones continuas y muy detalladas del aprendizaje ling¨¹¨ªstico de sus hijos. Pero ?qu¨¦ padre no hace eso?
Los cient¨ªficos del MIT esperan encontrar grandes semejanzas entre el aprendizaje ling¨¹¨ªstico de los gemelos (gen¨¦ticamente id¨¦nticos) y muchas menos entre los mellizos (que s¨®lo comparten la mitad de los genes, como cualquier hermano). Eso es lo que ha ocurrido hasta ahora con casi cualquier propiedad mental que los psic¨®logos hayan podido medir, y el lenguaje no tiene por qu¨¦ ser distinto.
La mejor forma de saber si un rasgo mental medible tiene un fuerte componente gen¨¦tico es comprobar tres cosas: que el rasgo concuerda m¨¢s entre gemelos que entre mellizos; que si los gemelos fueron separados al nacer y uno de ellos fue adoptado por otra familia, el rasgo del adoptado se podr¨¢ predecir mejor mirando a sus padres biol¨®gicos que a los adoptivos, y que el rasgo no puede correlacionarse bien con ning¨²n par¨¢metro medible del entorno, como el nivel econ¨®mico y cultural de la familia.
La lista de rasgos que han superado hasta ahora esa prueba, compilada por Pinker en The blank slate (La t¨¢bula rasa. Editorial Viking, 2002) es apabullante: grado de inteligencia verbal, matem¨¢tica y general; nivel de satisfacci¨®n con la propia vida; car¨¢cter introvertido, amable, neur¨®tico, calculador y arriesgado (o sus ant¨®nimos); lo que uno tiende a pensar sobre la pena de muerte, la religi¨®n y la m¨²sica moderna; las tendencias a apostar en juegos de azar, a divorciarse en serie, a sufrir accidentes a menudo y a no cansarse de ver la televisi¨®n, y hasta la costumbre de dar respuestas de 10 minutos a la pregunta "?qu¨¦ tal?".
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