Harry Potter se hace mayor con Cuar¨®n
El cineasta mexicano dirige en Londres la tercera entrega cinematogr¨¢fica de la serie, que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo verano. Gary Oldman se ha incorporado a la saga y Michael Gambon ser¨¢ el nuevo director de Hogwarths.
No hay quien pueda contra Harry Potter. Ninguna calamidad imaginable impedir¨¢ llevar a la pantalla la tercera aventura del aprendiz de mago. La producci¨®n de El prisionero de Azkaban ha sufrido contratiempos, pero la pel¨ªcula tiene ya fecha de estreno: el 4 de junio de 2004 en los pa¨ªses anglosajones; pocos d¨ªas despu¨¦s en el resto del mundo. Aunque el viaje est¨¢ resultando tortuoso, la luz comienza a brillar al final del t¨²nel. "Puede ser la mejor pel¨ªcula de la serie", aventura uno de los ¨²ltimos reclutas de la saga, el actor brit¨¢nico Gary Oldman, bas¨¢ndose en los 20 minutos de montaje sin pulir que ha visto hasta la fecha. La marca a batir est¨¢ muy alta. Las dos pel¨ªculas anteriores del aprendiz de mago han cosechado 1.800 millones de d¨®lares en las taquillas mundiales.
A mitad de camino de un rodaje de nueve meses, la adaptaci¨®n del tercer libro de J. K. Rowling, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, a cargo del director mexicano Alfonso Cuar¨®n, se ha trasladado a los estudios Shepperton, a las afueras de Londres. En un par de hangares se ha construido el bosque m¨¢gico del colegio Hogwarths, donde Harry se enfrentar¨¢ a los temidos carceleros, los dementors, que absorben el esp¨ªritu de sus v¨ªctimas.
Oldman lleva pr¨¢cticamente toda la jornada tumbado sobre un lecho de piedras a orillas de un lago de agua, en verdad, helada. El chaval que interpreta a Harry, Daniel Radcliffe, cuida del cuerpo moribundo de su colega. Una r¨¢faga de viento le har¨¢ brincar y blandir su varita m¨¢gica contra el ej¨¦rcito de malvados invisibles. "Es una secuencia estupenda. Los dementors intentan chupar mi alma y me dejan sin sentido. Es como si me diera un ataque epil¨¦ptico. Luego incluir¨¢n un efecto por el que parecer¨¢ que me quedo sin cara", explica el actor que, a sus 13 a?os, repite por tercera vez en el papel protagonista.
Rowling echa un pulso a los cineastas en los cinco libros que ha publicado de la serie Harry Potter. Cuanto m¨¢s efectivo resulta el trabajo de los expertos en efectos especiales, m¨¢s retos a la imaginaci¨®n y tecnolog¨ªa coloca la escritora sobre el papel. Pistas de los trucos del cine abundan en el plat¨®. Entre ellas, unas lucecitas rojas iluminan el descenso al lago sorteando 60 gigantescos troncos de ¨¢rbol. Los encargados de los efectos, que observan cada toma a petici¨®n de Cuar¨®n, har¨¢n surgir los monstruos de las posiciones iluminadas.
El realizador demora el proceso pidiendo nuevos enfoques de c¨¢mara, m¨¢s velocidad en el movimiento de una gr¨²a y humo para cargar la atm¨®sfera de nubes y niebla. Quiere probar todas las posibilidades y, de vez en cuando, grita en castellano "v¨¢monos" para dar urgencia a la situaci¨®n. Pero tambi¨¦n encuentra tiempo para desvelar a los ni?os actores el secreto de su arte.
"Alfonso me ha explicado los mecanismos de la filmaci¨®n. Nunca me hab¨ªa parado a pensar la cantidad de elementos que hay detr¨¢s de las im¨¢genes. Tardan meses en crear dos segundos de pel¨ªcula. Es alucinante", dice asombrada Emma Watson, en el filme la listilla alumna Hermione Granger. A Oldman le sobra experiencia en el gremio. Ha intervenido en decenas de t¨ªtulos, desde Sid and Nancy a Inmortal beloved, y dirigido el largometraje Nil by mouth, pero tambi¨¦n se siente aturdido por la colosal escala y ritmo pausado de esta producci¨®n, cuyo presupuesto se estima por encima de los 130 millones de d¨®lares. "En otra pel¨ªcula mi papel se rodar¨ªa en dos semanas. En ¨¦sta me tiene atado meses y meses", explica.
Harry Potter y el prisionero de Azkaban tuvo un amargo arranque. La "familia", como unos y otros describen al equipo que trabaja en las adaptaciones, perdi¨® a un miembro estelar con la muerte, el pasado oto?o, de Richard Harris. Michael Gambon, quien le sustituye en el papel de Albus Dumbledore, director del colegio, est¨¢ simulando acento irland¨¦s en memoria del desaparecido profesional, seg¨²n cuenta Radcliffe. Timothy Spall y David Thewlis tambi¨¦n debutan en la serie. "Formar parte de esta familia, de esta dinast¨ªa cinematogr¨¢fica, es prestigioso", afirma Oldman.
Oldman reconoce que el aliciente econ¨®mico jug¨® un factor importante en su ingreso en la familia Potter. Pero no fue el ¨²nico motivo que le despert¨® de sus dos a?os de letargo profesional. "El material es bueno, el director interesante y mi papel tiene mucho dinamismo. Con Alfonso Cuar¨®n uni¨¦ndose a la franquicia est¨¢ claro que no va a ser una pel¨ªcula m¨¢s de la serie. Impregna su marca en cada secuencia. Es como si el director estuviera dentro del filme. Se siente su coraz¨®n y una pasi¨®n similar a la m¨²sica de los mariachis que Alfonso suele escuchar", observa el actor.
Cuar¨®n ha superado numerosos obst¨¢culos desde que tom¨® las riendas del proyecto, hace cerca de un a?o. Una amenaza de huelga de los t¨¦cnicos, el incendio del tren escolar durante el rodaje en Escocia y otras calamidades. Pero no pierde el horizonte. Y menos la determinaci¨®n de convertir a su Harry Potter en ejemplo cinematogr¨¢fico del paso de la ni?ez a la adolescencia. Daniel Radcliffe tiene la ¨²ltima palabra al respecto: "Es l¨®gico que eligieran a Alfonso como director. Y tu mam¨¢ tambi¨¦n va de adolescentes que se vuelven adultos. El tercer libro de Rowling trata de ni?os que comienzan a ser adolescentes. Comprende bien lo que conlleva la adolescencia. Su elecci¨®n es perfecta".
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