Los actores reivindican sus derechos de autor

La vieja reivindicaci¨®n de los actores espa?oles para que les sean reconocidos los derechos de autor se plasm¨® ayer en el Dec¨¢logo de Santander, un documento elaborado por los miembros de la asociaci¨®n AISGE (Artistas, Int¨¦rpretes, Sociedad de Gesti¨®n de Espa?a). Con ¨¦l pretenden reivindicar para el colectivo de actores y bailarines "que la ley refleje la realidad, la justicia de la realidad", dijo ayer Abel Mart¨ªn, director general de la organizaci¨®n, que gestiona los derechos de m¨¢s de 45.000 artistas del sector audiovisual europeo.

"La aportaci¨®n que hace un actor a una obra audiovisual es absolutamente una creaci¨®n, un aporte creativo; no se basa en una idea, sino que plasma la idea, y la idea es lo que protege la propiedad intelectual", explic¨® Mart¨ªn en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, en Santander, donde analizaron desde distintos enfoques -productor, director, int¨¦rpretes- dicha aportaci¨®n. El Dec¨¢logo, "colof¨®n del encuentro", fue le¨ªdo por la actriz M¨®nica Randall, vicepresidenta de AISGE.

Seg¨²n el primer punto del documento, "los int¨¦rpretes, los que dan vida a un personaje que s¨®lo exist¨ªa en potencia, han de ser considerados creadores del mismo y cotitulares originarios de la obra". Estos derechos son "de ¨ªndole patrimonial y moral". Esta vertiente econ¨®mica de las reivindicaciones, que hacen los actores desde hace unos diez a?os, "choca a veces no s¨®lo con los intereses del productor, sino tambi¨¦n con los intereses econ¨®micos de la SGAE", advirti¨® Mart¨ªn. La Sociedad de Autores ve la reivindicaci¨®n de los actores como "una amenaza que puede tomar parte de la tarta de los derechos de propiedad intelectual", opin¨®.

El director general de AISGE valor¨® en unos mil millones de euros el impacto econ¨®mico para los actores espa?oles si se reformase la Ley de Propiedad Intelectual, igualando los derechos de los actores con los de los autores.

El Dec¨¢logo la califica de "peligrosa", por lo que "no ha de adoptarse en modo alguno la consideraci¨®n de la obra cinematogr¨¢fica como obra colectiva, de la que es ¨²nico titular quien nada crea". Tambi¨¦n defiende "la gesti¨®n colectiva de los derechos de los int¨¦rpretes", y el que "todas las interpretaciones, por buenas o malas que parezcan, han de ser igualmente protegidas".

Otros puntos que recoge el documento son el "derecho a la propia imagen", que "en el ¨¢mbito de lo digital no se cometan atentados contra los derechos morales de los int¨¦rpretes, como la sustituci¨®n de su rostro o de su voz", o que los plazos de duraci¨®n de los derechos de autores e interpretes no difieran.