Socialismo auton¨®mico
La resoluci¨®n sobre pol¨ªtica auton¨®mica que preparan los socialistas intenta salir al paso de las acusaciones lanzadas contra ellos por el PP ante un curso fuertemente electoral. Salir al paso, sobre todo, de la acusaci¨®n de que el PSOE es hoy un carro tirado por varios caballos, cada uno en una direcci¨®n. A tal fin, el texto trata sobre todo de integrar en una propuesta compartida los planteamientos de Maragall, en cuyo honor se incluye una referencia a la "Espa?a en red". Sin embargo, con independencia de cu¨¢l haya sido el m¨®vil, la iniciativa tiene la virtud de plantear el debate auton¨®mico en t¨¦rminos racionales, y siempre desde la perspectiva de que sus propuestas s¨®lo ser¨¢n viables desde el consenso de los dos grandes partidos; en ese sentido, constituye una invitaci¨®n a que el PP lleve a la pr¨¢ctica su discurso de la unidad de los constitucionalistas en la defensa del modelo compartido.
El debate auton¨®mico ha girado desde hace a?os en torno a la reivindicaci¨®n de m¨¢s poder por parte de los nacionalistas. El Gobierno respond¨ªa seg¨²n sus necesidades: cediendo, cuando necesitaba su apoyo a la gobernabilidad (periodos 1993-1996 y 1996-2000), o neg¨¢ndose a ello, cuando ten¨ªa mayor¨ªa absoluta. El resultado de esa din¨¢mica ha sido generar expectativas exageradas y frustraciones tambi¨¦n excesivas. Y cierta inestabilidad del modelo auton¨®mico. Ya casi se ha olvidado, pero el PP propuso en su momento a los nacionalistas formar un frente contra el Gobierno socialista bas¨¢ndose en concesiones que hoy considerar¨ªa escandalosas. Todav¨ªa en 1992, poco despu¨¦s de firmar el pacto auton¨®mico con los socialistas, apoyaron, incluso con movilizaciones, una reforma radical del Estatuto de Arag¨®n que, entre otras cosas, planteaba un sistema de financiaci¨®n como el del Concierto vasco.
Los socialistas llevan a?os hablando de federalismo como f¨®rmula de cierre del proceso auton¨®mico, pero no han sido capaces de traducirla en propuestas viables y entendibles por la generalidad de los ciudadanos. Tal vez la propuesta sobre la que discurrir¨¢n este s¨¢bado sus barones les permita recuperar la iniciativa en ese terreno; adelantarse a algo que tambi¨¦n el sucesor de Aznar, sea quien sea, tendr¨¢ seguramente que plantearse. Porque el propio despliegue auton¨®mico ha revelado la existencia de lagunas o ineficiencias del modelo: la falta de mecanismos de coordinaci¨®n y cooperaci¨®n entre territorios y, sobre todo, de instrumentos que garanticen la participaci¨®n de las comunidades en las instituciones de la UE. Tambi¨¦n, aunque el texto no lo cita, en los procesos de nombramiento de organismos institucionales como el Tribunal Constitucional.
Hasta hace poco parec¨ªa existir consenso entre los dos grandes partidos sobre el papel esencial de la reforma del Senado como f¨®rmula para remediar esas deficiencias. Pero Aznar, que fue su adalid, considera ahora tal reforma una frivolidad o algo peor. Los socialistas defienden una reforma consensuada del Senado (y, por tanto, de la Constituci¨®n) en t¨¦rminos no muy diferentes a los que el Partido Popular propugnaba a mediados de los a?os noventa. Y, hasta que tal reforma entre en vigor, medidas que garanticen ya la partipaci¨®n de las comunidades en las delegaciones de Espa?a en los consejos europeos en que se discutan cuestiones que afecten a sus competencias exclusivas. Se echa en falta una menci¨®n a la posible incidencia de la naciente Constituci¨®n de la UE en esa cuesti¨®n.
La parte m¨¢s pol¨¦mica del documento es la relativa a las reformas de los estatutos. De entrada se fijan algunos criterios: que la reforma se adecue a la Constituci¨®n y sus valores, que cuente con un amplio consenso (en la comunidad y en las Cortes) y que se justifique por necesidades constatables (y no s¨®lo por no ser menos). Son principios que, de entrada, dejan fuera proyectos soberanistas como el de Ibarretxe, aunque no aclaran si amparan propuestas de ampliaci¨®n competencial justificadas en nombre de la profundizaci¨®n del autogobierno. Pero los socialistas ya tienen una base para plantear una alternativa propia.
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