Juicio en Brasil a una secta acusada de matar ni?os

Cinco miembros de una secta que asesinaba ni?os tras torturarles, sodomizarles y castrarles se sientan en el banquillo en Bel¨¦m do Par¨¢, al norte de Brasil. Son dos m¨¦dicos, un ex polic¨ªa, un acaudalado comerciante y una anciana que dice ser vidente.

Los cr¨ªmenes ocurrieron entre 1989 y 1993 en Altamira, a 777 kil¨®metros de Bel¨¦m. Las v¨ªctimas fueron chicos de entre ocho y 14 a?os. Cinco lograron huir. Las familias de las v¨ªctimas sostienen que fueron torturados hasta 19 menores. Muchos expertos opinan que sin la uni¨®n de las familias no se habr¨ªa logrado llevar a juicio a los acusados. La polic¨ªa, seg¨²n los familiares, desestim¨® muchos casos alegando falta de pruebas.

La secta Lineamento Universal Superior (Lus) naci¨® y fue desmembrada en Argentina tras un esc¨¢ndalo de estafa a sus seguidores, y pas¨® a Brasil clandestinamente. Su doctrina dice que los nacidos despu¨¦s de 1981 portan "energ¨ªa nefasta" y deben ser exterminados; si esa eliminaci¨®n fracasa, los fieles de la secta se tendr¨¢n que salvar de la destrucci¨®n de la Tierra escapando en una nave espacial.

Otoniel B., de 23 a?os, y Wandiclei O., de 22, declararon como testigos ayer con los rostros cubiertos y fuerte escolta policial. Relataron que, cuando ten¨ªan 10 y nueve a?os, fueron castrados en rituales presididos por Valentina de Andrade.

Esta mujer, que hoy tiene 73 a?os, es autora de un libro que se citar¨¢ en el tribunal en el que se proclama a s¨ª misma como Mar¨ªa Magdalena y aconseja "vigilar a los ni?os, que son instrumentos inconscientes de la gran farsa denominada Dios y act¨²an como sus nefastos colaboradores".

Los testigos reconocieron al comerciante Amailton Madeira como una de las personas que vigilaban el desarrollo de los ritos y al ex polic¨ªa Carlos Alberto dos Santos como quien les secuestr¨® tras llevarles a un bosque a recoger fruta, y luego les drog¨® antes de ser castrados.

El martes comenzar¨¢ el juicio contra los m¨¦dicos C¨¦sio Caldas Brand?o y An¨ªsio Ferreira de Souza, acusados de haber emasculado a los ni?os, y contra Valentina de Andrade.

Los fiscales piden penas que se elevan hasta 100 a?os de c¨¢rcel. La investigaci¨®n policial comenz¨® hace 11 a?os.

El juicio se interpreta como un test decisivo sobre la capacidad de Brasil para hacer efectiva la justicia en remotas zonas habituadas a abusos de todo tipo. "Es un proceso muy importante, incluso si llega con 11 a?os de retraso", dijo Nilm¨¢rio Miranda, secretario para Derechos Humanos del Gobierno. "Debemos congratularnos por el hecho de que el juicio se celebre: es de gran importancia simb¨®lica". Miranda reconoci¨® no obstante que "existen amenazas contra los testigos y necesitan protecci¨®n policial".