El Madrid disimula sus carencias
Los aciertos de Beckham y Ronaldo alivian los desajustes del equipo de Queiroz y acaban con un Betis demasiado blando
Tal y como est¨¢ remendado a d¨ªa de hoy, el Madrid no tiene m¨¢s remedio que jugarse los garbanzos mediante un intercambio de golpes con el rival de turno. Eso hizo con el Betis, que le tuvo contra las cuerdas en varios trechos del partido, pero al que finalmente hicieron rendirse Beckham y Ronaldo, que aparecieron justo a tiempo para resolver la faena. Mientras llegan refuerzos, el Madrid supo apretar los dientes para aferrarse a un resultado que el Betis no supo voltear por su falta de plomo ante Casillas, por su falta de fe.
Incapaz de gobernar el partido por su escasa contundencia en el eje, donde Cambiasso no tiene compa?¨ªa, el equipo de Queiroz vive en el alambre. Por m¨¢s que se remanguen de vez en cuando las estrellas, al Madrid le cuesta un mundo tomar el mando. Un engorro para un conjunto acostumbrado a dirigir el baile. Una situaci¨®n que saca de quicio a futbolistas como Figo y Ronaldo, que se vieron obligados a remar en defensa m¨¢s de la cuenta. Les irrita tanto que las dos entradas m¨¢s feas de la tarde las hicieron el portugu¨¦s y el brasile?o, que se pusieron en plan machote cuando en el primer periodo el Betis llevaba un rato largo con la pelota secuestrada. Para colmo, cada posesi¨®n visitante dejaba huella en el ¨¢rea de Casillas, cuya defensa fue martilleada una y otra vez. Y no es que el juego del Betis fuera oper¨ªstico. A los chicos de V¨ªctor Fern¨¢ndez les bastaba con marear la perdiz por el centro de la cancha a la espera de que Assun?ao levantara la cabeza. Cada pelotazo en diagonal del brasile?o supuso un calvario para la defensa madridista, l¨ªnea en la que ayer de nuevo Queiroz enquist¨® con alfileres a Ra¨²l Bravo. Palermo desnucaba a todos los defensas, tan poco aplicados en la faena que hasta se olvidaron del poste argentino en una falta lanzada por Assun?ao que el nuevo delantero del Betis remat¨® al larguero. Ni que fuera nuevo el tal Palermo. El aviso no surti¨® efecto en la defensa local, que concedi¨® a Juanito el gol del empate en un c¨®rner. Cambiasso, contemplativo ¨¦l, ni se enter¨® del paso adelante del central b¨¦tico.
REAL MADRID 2 - BETIS 1
Real Madrid: Casillas; Salgado, Helguera, Bravo, Roberto Carlos; Cambiasso; Beckham, Zidane (Portillo, m.87), Figo; Ronaldo (Morientes, m.87) y Ra¨²l (Solari, m.78).
Betis: Contreras; Varela (Ito, m. 85), Lembo, Juanito, Mingo; Asun?ao, Arzu; Joaqu¨ªn, Capi, Ismael (Fernando, m. 60); y Palermo (Maldonado, m.73).
Goles: 1-0. M.1. Beckham aparece solo en el ¨¢rea de Contreras para empujar un centro de Ronaldo. 1-1. M. 34. Juanito cabecea un c¨®rner. 2-1. M.62. Ronaldo remata en el segundo palo un centro desde la izquierda de Zidane.
?rbitro: Carmona M¨¦ndez. Amonest¨® a Arzu, Varela, Capi, Lembo, Ronaldo y Solari.
60.000 espectadores en el estadio Bernab¨¦u.
El ingl¨¦s es un excelente jugador, se quita contrarios de encima haciendo girar el tobillo
Sin la pelota y con una tiritona considerable en defensa, el Madrid perdi¨® la ventaja que le hab¨ªa concedido Beckham en el pistoletazo inicial de la Liga. En un minuto de campeonato, el principal icono del torneo abri¨® el marcador al empujar a la red un centro de Ronaldo. Una situaci¨®n similar a la del pasado mi¨¦rcoles ante del Mallorca, cuando el brasile?o tambi¨¦n asisti¨® al ingl¨¦s. La llegada de Beckham a la l¨ªnea de gol fue meritoria, pero lo cierto es que al Betis le entr¨® una p¨¢jara tremenda. Tan blandita es su defensa, que nadie se ocup¨® de Ronaldo cuando ¨¦ste tir¨® la pared con Ra¨²l. Y encima, Ismael, su interior zurdo, se lo tom¨® con tanta calma que lleg¨® m¨¢s tarde que Beckham, que no es Maurice Greene precisamente.
Lo que s¨ª es el ingl¨¦s es un excelente jugador. Un futbolista con unas cualidades muy espec¨ªficas, pero que le distinguen m¨¢s que a nadie en el planeta f¨²tbol. Su precisi¨®n a la hora de golpear la pelota y la fuerza que imprime a ¨¦sta le permite paliar su falta de desborde. ?l se quita contrarios de encima haciendo girar su tobillo derecho, un martillo que sus compa?eros deben tener m¨¢s en cuenta. Beckham no es el viejo Figo al que todos esperaban que anudara contrarios para recibir el centro oportuno. Con el ingl¨¦s la cosa cambia. A la que recibe la pelota busca una salida, lo que obliga a los delanteros a estar siempre en alerta. Si no adivina una soluci¨®n carga la pierna y fusila al portero rival, como hizo con Contreras, cuyo larguero qued¨® temblando en el segundo tiempo tras un misil del ingl¨¦s. Fue lo mejor del Madrid en ese acto, junto con el gol ganador de Ronaldo, consecuencia de un soberbio pase de Zidane desde el costado izquierdo, posici¨®n que le orden¨® Queiroz tras el descanso. El portugu¨¦s, consciente de la debilidad de su equipo en la media cancha, escolt¨® a Cambiasso con Figo y dispuso que Beckham centrara m¨¢s su posici¨®n cuando el equipo perd¨ªa la pelota.
El Madrid se sinti¨® entonces m¨¢s seguro, menos vulnerable a la partitura b¨¦tica. Una apuesta muy similar a la de otras temporadas. El Betis mantiene el traje: buenos modos para tejer el juego, pero demasiadas caricias en las dos ¨¢reas. Tan blando cerca de Contreras como fl¨¢cido en las proximidades de Casillas, donde le falta dinamita, algo m¨¢s que las cargas de Palermo. Ni siquiera el repliegue madridista tras el tanto de Ronaldo dio paso a un Betis m¨¢s directo. Al contrario, con todo a favor, el equipo sevillano se atragant¨® de tanto masticar la pelota. Y sin Palermo -retirado por V¨ªctor Fern¨¢ndez-, el Madrid respir¨® m¨¢s aliviado, con todos sus jugadores -independientemente de los galones- duplicando sus esfuerzos.
A la espera de perfilar una plantilla tan necesitada de ajustes, el Madrid logr¨® al menos disimular sus carencias y cargar tres puntos en la mochila.
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