Los chi¨ªes guardan luto por su l¨ªder espiritual

A la puerta de sus oficinas, unos fornidos voluntarios armados impiden el paso. El resto de la ciudad tambi¨¦n est¨¢ patrullada por milicianos. "Son de la Brigada al Bader", se?alan varios ciudadanos satisfechos por su presencia. Pantal¨®n oscuro, camisa blanca, chaleco antibalas negro y el inevitable Kal¨¢snikov, les dan aspecto disciplinado. Esta milicia fue creada por Al Hakim en 1984, durante su exilio en Ir¨¢n, con el objetivo de combatir al r¨¦gimen de Sadam. Cuando el ayatol¨¢ regres¨® a Irak, el pasado mayo, sus hombres, entre 4.000 y 20.000 seg¨²n la fuente, dejaron el armamento pesado en el pa¨ªs vecino y mantuvieron sus armas cortas lejos de la vista.

Tres d¨ªas de rezos

"Va a ser un desastre; han destrozado la religi¨®n isl¨¢mica", confiesa Sadek Husein, mientras seca sus l¨¢grimas. Husein es un contratista que ha venido desde la vecina provincia de Babilionia. La procesi¨®n ya no puede avanzar m¨¢s. Cl¨¦rigos, fieles y curiosos se agolpan en el lugar del atentado, y la calle est¨¢ bloqueada por una barrera humana jadeante. Ante ellos, un foso de tres metros por tres y la destrucci¨®n de varios edificios da idea de la potencia de la explosi¨®n.

700 kilos de explosivos

Ammar al Hakim, un sobrino del asesinado, se dirige a la multitud. A cada momento, los congregados corean el nombre del fallecido, se ofrecen al martirio o invocan a Dios. "Los responsables de este crimen no van a tener alegr¨ªa", advierte un cl¨¦rigo, "aunque ha sido una gran perdida, tenemos muchos buenos l¨ªderes".