Argentina reabre dos causas hist¨®ricas cerradas por las leyes de impunidad

La C¨¢mara Federal de Buenos Aires orden¨® reabrir los dos procesos centrales que se segu¨ªan a los imputados de graves violaciones a los derechos humanos cometidos en los campos de concentraci¨®n de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires bajo la dictadura militar, entre 1976 y 1983. Los jueces podr¨ªan ahora ordenar nuevamente la detenci¨®n de unos 70 oficiales y suboficiales liberados en su d¨ªa del proceso por la aplicaci¨®n de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que el Parlamento argentino consider¨® "insanablemente nulas" hace diez d¨ªas.

Con el apoyo del Ejecutivo y del Congreso, el Poder Judicial argentino parece desandar al fin el atajo de la impunidad y el olvido con el que se intent¨® cerrar la investigaci¨®n sobre unos 30.000 casos de ciudadanos secuestrados y desaparecidos entre 1976 y 1983, bajo la dictadura militar. La reapertura de las dos causas permitir¨¢ enjuiciar los cr¨ªmenes cometidos bajo jurisdicci¨®n del Primer Cuerpo del Ej¨¦rcito de Tierra en la Capital Federal, y en la Escuela de M¨¦canica de la Armada (ESMA), donde se estima que fueron secuestradas, torturadas y asesinadas m¨¢s de 5.000 personas entre 1976 y 1980. Los procesos pueden continuar hasta que el Supremo se pronuncie definitivamente sobre la validez de las llamadas leyes de impunidad, declaradas inconstitucionales en los tribunales inferiores.

Por su parte, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral firm¨® ayer la orden para dejar en libertad a los 39 militares y el abogado que fueron detenidos preventivamente hace cuarenta d¨ªas a petici¨®n de la justicia espa?ola. Canicoba Corral desestim¨® los argumentos de Baltasar Garz¨®n, y de las organizaciones de derechos humanos que reclamaban mantenerlos en prisi¨®n mientras se reanudan los procesos en Argentina. De todos modos, siete de ellos -Emilio Massera, Jorge Videla, Rub¨¦n ?scar Franco, H¨¦ctor Antonio Febres, Carlos Guillermo Su¨¢rez Mason, Jorge Eduardo Acosta y Juan Carlos Rol¨®n- seguir¨¢n bajo arresto por decisiones anteriores de los jueces que investigan la aplicaci¨®n de un "plan sistem¨¢tico" para el robo de ni?os nacidos en cautiverio y robo de bienes. Los dem¨¢s podr¨ªan ser detenidos nuevamente en pocos d¨ªas porque todos est¨¢n imputados tambi¨¦n en los expedientes del Primer Cuerpo de Ej¨¦rcito y la ESMA.

El juez Canicoba Corral no ten¨ªa dudas legales sobre su decisi¨®n: "Se pidi¨® su detenci¨®n con vistas a una extradici¨®n, ahora desisten y debo ordenar la libertad, no hay otra cosa que hacer". De todos modos, seg¨²n adelant¨® a EL PA?S el secretario, "es probable que en su resoluci¨®n el juez de alg¨²n modo le responda a Garz¨®n y a los que piden que se los mantenga en prisi¨®n". El juez argentino est¨¢ molesto con su par espa?ol. Seg¨²n Canicoba Corral, "no corresponde transformar ahora el pedido inicial en una denuncia formal. Es un exceso evidente, s¨®lo falta que vengan ellos y juzguen aqu¨ª".

Los abogados y testigos que iniciaron la demanda en Espa?a regresaron el fin de semana a Buenos Aires y se presentaron ayer a primera ahora en el despacho de Canicoba Corral para retomar la acci¨®n penal, acompa?ados de grupos de militantes pol¨ªticos reunidos frente a la sede de los tribunales federales. Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo, pidi¨® al juez que, "sin transgredir lo que corresponde por ley, les mantenga en prisi¨®n porque est¨¢n incriminados por delitos grav¨ªsimos".

Los obispos y la tortura

El peri¨®dico P¨¢gina12 reprodujo ayer otro de los testimonios de ex militares que ocuparon altos cargos durante la dictadura recogidos en un documental difundido por la televisi¨®n francesa que ser¨¢ retransmitido en Argentina por la cadena Telef¨¦, subsidiaria de Telef¨®nica. El ex general Reynaldo Bignone, bajo arresto en su casa por su participaci¨®n en el robo de ni?os nacidos en cautiverio, recuerda una reuni¨®n con tres obispos que "estaban de acuerdo" con la tortura. Seg¨²n Bignone, cuando les consult¨® "hasta d¨®nde" llegaba la potestad del Estado, uno de ellos le contest¨®: "Creo que su potestad llega hasta cuando ese hombre hable con dominio de su mente".

El ministro de Defensa, Jos¨¦ Pampuro, afirm¨® que las declaraciones de los ex generales fueron "desafortunadas". Pampuro les pidi¨® que denuncien en los tribunales a los "obispos, empresarios, pol¨ªticos o dirigentes en general" que fueron c¨®mplices de la represi¨®n. El ministro se propone "analizar" con los jefes de las Fuerzas Armadas alg¨²n tipo de sanci¨®n disciplinaria.