Peque?as reducciones en los contaminantes de la atm¨®sfera salvar¨ªan vidas en Europa
La contaminaci¨®n del aire en Europa sigue cobr¨¢ndose vidas a pesar de los esfuerzos realizados en los ¨²ltimos a?os con la puesta en marcha de normativas cada vez m¨¢s severas. Un estudio publicado en The Lancet estim¨® que en Francia, Alemania y Suiza mueren al a?o m¨¢s de 19.000 personas por la contaminaci¨®n del aire (al margen de afecciones cr¨®nicas, ataques al coraz¨®n y bronquitis), lo que supone un coste de 50.000 millones de euros anuales. Uno de los principales problemas pendientes son las part¨ªculas suspendidas menores de 10 micras (PM10), formadas por restos de polvo, holl¨ªn y cenizas. En las ¨¢reas urbanas proceden en gran parte de procesos de combusti¨®n utilizados en la industria, el tr¨¢fico rodado o la calefacci¨®n.
En las 19 principales ciudades europeas podr¨ªan evitarse 5.547 muertes al a?o
Una peque?a reducci¨®n de la presencia de estas part¨ªculas -de cinco microgramos por metro c¨²bico- evitar¨ªa 5.547 muertes prematuras al a?o en 19 de las principales ciudades del continente en las que viven 32 millones de habitantes, seg¨²n un trabajo del programa APHEIS, una red vigilancia y control medioambiental (www.apheis.net) en la que participan 26 ciudades europeas entre las que se encuentran Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia y que ha analizado los efectos de estos agentes. Los valores medios anuales obtenidos en las ciudades participantes var¨ªan entre 14 y 74 microgramos por metro c¨²bico (de 33 a 44 en las ciudades espa?olas).
Los avances realizados en los ¨²ltimos 30 a?os respecto a la calidad del aire que respiramos en las ciudades han sido notables, como refleja el descenso de emisiones de di¨®xido de azufre. Otro de los principales agentes pat¨®genos son las part¨ªculas en suspensi¨®n, especialmente las m¨¢s peque?as, integradas por restos de polvo, cenizas, holl¨ªn, part¨ªculas met¨¢licas, de cemento o por sulfatos y nitratos, que pueden ser inhaladas y llegan a los pulmones.
Pese a la reducci¨®n de la presencia de estos compuestos en el aire, bajas concentraciones siguen siendo peligrosas, por lo que peque?as reducciones comportan beneficios que se traducen en un descenso de las tasas de mortalidad. As¨ª lo demuestra el estudio Una Evaluaci¨®n del Impacto en Salud de la Contaminaci¨®n Atmosf¨¦rica en 26 ciudades europeas, elaborado por la red Apheis (Contaminaci¨®n del Aire y Salud: un sistema de informaci¨®n europeo), integrada por el Instituto Nacional de Francia de Salud P¨²blica, la Ag¨¨ncia de Salut P¨²blica de Barcelona (antes IMSP), el Centro Europeo para Medioambiente y Salud de la OMS y la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud, junto a otras instituciones de Grecia, Suecia, Reino Unido, Irlanda, Hungr¨ªa, Ruman¨ªa, Eslovenia, Polonia, Italia, Israel, Alemania y Estados Unidos.
En Espa?a, adem¨¢s, participan las Direcciones Generales de Salud P¨²blica de las Comunidades de Madrid y del Pa¨ªs Vasco, y la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica. Respecto a las part¨ªculas menores a 10 micras, los valores se situaron entre 14 (en el norte europeo) y 73 microgramos por metro c¨²bico (en los pa¨ªses del Este), pasando por los valores intermedios del sur del continente como los comprendidos entre 33 y 44 registrados en las ciudades espa?olas participantes.
En las 19 ciudades europeas estudiadas se evalu¨® tambi¨¦n la exposici¨®n a los humos negros, part¨ªculas derivadas de la combusti¨®n de combustibles f¨®siles, fundamentalmente de veh¨ªculos de motor. En este caso, los estudios se centraron en 15 ciudades con una poblaci¨®n de 25 millones de habitantes. El resultado fue que se podr¨ªan evitar, s¨®lo a corto plazo, hasta 577 muertes al a?o si se redujeran los humos negros cinco microgramos por metro c¨²bico. Los valores de part¨ªculas registrados oscilaron entre 8 y 66 microgramos por metro c¨²bico. En Valencia el nivel promedio de 1999 fue de 23,5 microgramos. En esta ciudad, una reducci¨®n en los niveles por debajo de los 20 microgramos de media diaria evitar¨ªa 28 muertes prematuras.
"Incluso reducciones muy peque?as y factibles en los niveles de contaminaci¨®n del aire, como cinco micras por metro c¨²bico, tienen un impacto positivo en la salud p¨²blica, lo que justifica la toma de medidas preventivas incluso en ciudades con niveles bajos de contaminaci¨®n", apunta Sylvia Medina, del Institut de Veille Sanitaire Saint Maurice, de Francia, una de las dos coordinadoras del programa Apheis, junto a Antoni Plas¨¨ncia, de la Ag¨¨ncia de Salut P¨²blica de Barcelona.
En el estudio tambi¨¦n ha participado Ferran Ballester, de la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud, quien aboga por intervenciones urban¨ªsticas en las ciudades (estructuras urbanas que permitan la circulaci¨®n del aire, aumentar las zonas verdes), el fomento de medios de transporte p¨²blicos o de veh¨ªculos no contaminantes junto al desarrollo de la tecnolog¨ªa que permita reducir las emisiones de contaminantes, como factores que permitir¨ªan rebajar la presencia de agentes pat¨®genos en el entorno urbano.
Ambiente laboral y EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica o EPOC no se debe casi exclusivamente al tabaquismo, como se cre¨ªa, sino que tambi¨¦n est¨¢ relacionada con la calidad del aire que se respira en el trabajo. Al menos uno de cada cinco casos de EPOC estar¨ªa causado por la presencia de part¨ªculas t¨®xicas suspendidas en el medio ambiente laboral, de acuerdo con un estudio que se publica en el n¨²mero de septiembre del European Respiratory Journal (ERJ).
Con independencia de si eran fumadores o no fumadores, los 2.000 sujetos seleccionados de entre m¨¢s de 40.000 trabajadores de EEUU para este estudio ten¨ªan el doble de probabilidades de padecer EPOC si trabajaban en un medio contaminado por part¨ªculas t¨®xicas en suspensi¨®n. Seg¨²n los investigadores del estudio, entre el 20% y el 30% de los casos de EPOC pod¨ªan atribuirse a la exposici¨®n a este ambiente t¨®xico y catalogarse de enfermedad ocupacional.
La bronquitis cr¨®nica y el enfisema, los dos procesos patol¨®gicos que se recogen bajo el paraguas de la EPOC, constituyen la t¨ªpica enfermedad respiratoria de los fumadores. La EPOC conduce progresivamente a un estrechamiento de las v¨ªas respiratorias y se acompa?a de una creciente dificultad respiratoria.
La EPOC es responsable de tres millones de muertes cada a?o en todo el mundo. De ellas, unas 600.000 podr¨ªan deberse a la toxicidad del medio ambiente laboral, pero falta hacer estimaciones m¨¢s precisas y adoptar medidas preventivas en el medio laboral. Se calcula que en la pr¨®xima d¨¦cada, la EPOC se aupar¨¢ a la tercera plaza en la lista de causas globales de mortalidad.
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