Norma Aleandro y Sergio Ren¨¢n estrenan el duelo entre Bernard Shaw y Stella Campbell
Ambos creadores argentinos representan 'Mi querido embustero', de Jerome Kilty
Los actores y directores Norma Aleandro y Sergio Ren¨¢n, grandes figuras de la cultura argentina, coinciden por primera vez en un escenario. Es con Mi querido embustero, obra de Jerome Kilty basada en la correspondencia entre el escritor irland¨¦s Bernard Shaw y la actriz Stella Campbell, que se estrena el 10 de septiembre en el teatro Marquina de Madrid. Ren¨¢n y Aleandro gozan de prestigio internacional por su trabajo en cine, pero les atrae especialmente lo ef¨ªmero del teatro: "S¨®lo existimos cuando estamos encima del escenario y eso se parece a la vida misma".
Ambos comenzaron sus carreras siendo adolescentes, pero nunca hab¨ªan coincidido en un escenario. Ren¨¢n, director de pel¨ªculas como La tregua o de ¨®peras como Lady Macbeth de Mtsensk, hab¨ªa abandonado el escenario hace 13 a?os, pero fue la protagonista de La historia Oficial y de El hijo de la novia la que convenci¨® al director para su retorno. El montaje se estren¨® en 2002 en Argentina, donde cosech¨® un gran ¨¦xito.
Mi querido embustero es una adaptaci¨®n teatral que el dramaturgo estadounidense Jerome Kilty hizo de las cartas que Shaw y Campbell se escribieron durante 40 a?os. Una correspondencia que se mantuvo secreta, al igual que sus amores, mientras vivi¨® la actriz. Para el montaje de Aleandro y Ren¨¢n se ha contado con una nueva versi¨®n traducida y adaptada por Fernando Masllorens y Federico Gonz¨¢lez del Pino.
Ni a Ren¨¢n ni a Aleandro les gusta el teatro le¨ªdo, por lo que este montaje no recurre ni a atriles, ni a lecturas, tal y como ha venido ocurriendo en anteriores puestas en escena de esta obra. "En el fondo son di¨¢logos sobre muy diversas situaciones, algunas trascendentes de la vida y otras m¨ªnimas; incluso vemos que ciertos parlamentos monologados, con la participaci¨®n del otro y las reacciones que el interlocutor provoca, se convierten en di¨¢logos esc¨¦nicos", asegura Ren¨¢n al tiempo que resalta que esta intencionalidad tambi¨¦n la han trasladado al espacio esc¨¦nico.
Todo hace sospechar que Bernard Shaw, al igual que el protagonista de su obra m¨¢s emblem¨¢tica, Pigmali¨®n, habr¨ªa intentado modelar a su amada. "Lo que pasa es que debi¨® ser infructuoso", dice Ren¨¢n, mientras Aleandro comenta entre risas que "seguramente eso es lo que m¨¢s podr¨ªa haber enfadado a esta mujer". Ambos piensan que uno de los datos esenciales de este texto es el descubrimiento de Stella Campbell, su fuerza y su inteligencia. "Fue una gran actriz que vivi¨® la ¨¦poca victoriana como muy pocas mujeres y hombres se atrevieron a vivirla. Se atrev¨ªa a replicar a Shaw todo el tiempo, un se?or acostumbrado a decir la ¨²ltima palabra, era una aut¨¦ntica feminista que nunca perdi¨® la alegr¨ªa de vivir ni en los momentos m¨¢s duros", dicen de ella dejando claro que esos aspectos de su personalidad son los que hicieron que Shaw la amara profundamente. "Ella am¨® de ¨¦l que fuera un hombre capaz de hacerse odiar por toda Inglaterra, cuando se declar¨® pacifista en plena I Guerra Mundial y muchos le dieron la espalda, pero lo m¨¢s interesante de ambos es que todo lo ti?eron de un fino y agudo sentido del humor".
Pr¨¢cticamente, nadie sabe hoy qui¨¦n fue Stella Campbell. De su arte no queda nada por lo ef¨ªmero del teatro. Esa circunstancia, que algunos viven como una tragedia y que afecta a todos los creadores de arte esc¨¦nico, provoca algo de v¨¦rtigo en Ren¨¢n, y a Aleandro le atrae profundamente: "Eso es lo que me gusta del teatro, s¨®lo existimos cuando estamos encima del escenario y eso se parece a la vida misma. El cine o la literatura no se parecen a la vida, todos vamos a desaparecer, y el teatro igual". Ren¨¢n a?ade al respecto que recuerda maravillosamente sus trabajos en teatro, mientras que "en cine, si se es autocr¨ªtico, nunca encuentras satisfacci¨®n".
Seducir y emocionar
Mi querido embustero permanecer¨¢ dos meses en cartel, improrrogables, aunque ambos contemplan la posibilidad de volver a Espa?a en otro momento. Sobre el desembarco de actores argentinos en la cartelera teatral espa?ola, los dos aseguran que es un fen¨®meno que no s¨®lo se produce por la delicada situaci¨®n econ¨®mica de su pa¨ªs. "En contra de lo que pens¨¢bamos cuando estall¨® la ¨²ltima crisis, el teatro y la cultura est¨¢n teniendo una gran resonancia, pero pensamos que lo que ocurre ahora son fluctuaciones que se producen desde hace m¨¢s de un siglo con el mundo del teatro entre Espa?a y Argentina, cuyos v¨ªnculos son muy fuertes".
Otro factor que les anima es el hecho de que en Espa?a no cuentan, como en Argentina, con esa entrega del p¨²blico que a priori ya ha decidido que va a disfrutar vi¨¦ndoles: "Aqu¨ª debemos convencer, seducir, emocionar..., y eso, al tiempo que produce miedo, es estimulante", dice Aleandro de esta experiencia que les hace envejecer 40 a?os en escena, aunque mantienen en secreto el m¨¦todo utilizado para que el espectador vea pasar por ellos cuatro d¨¦cadas.
Babelia
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