Vivir o recordar
Un amor, una espera y una propuesta de matrimonio de otro. Sobre este dilema amoroso vivido a finales del siglo XIX, Marga Berck escribi¨® la novela epistolar, Un verano en Lesmona. Basada en cartas reales, la historia da testimonio de una ¨¦poca y una visi¨®n del mundo.
De "verdadera y conmovedora obra de arte" calific¨® Thomas Mann Un verano en Lesmona, de Marga Berck, autora ocasional cuyo verdadero nombre era Magdalene Melchers (Bremen, 1875-Hamburgo, 1970), hija menor de uno de los acaudalados due?os de la firma exportadora Melchers & Co., afincada en la ciudad hanse¨¢tica de Bremen. A sus 17 a?os y hasta sus 19, de 1893 a 1896, la joven vivi¨® un apasionado romance y un conflicto sentimental, ciertamente no extra?o en la ¨¦poca, donde en tantas ocasiones los anhelos m¨¢s profundos del coraz¨®n chocaban de frente con las exigencias paternas o las convenciones sociales.
Lo esencial de los goces y sufrimientos inherentes a aquellos acontecimientos qued¨® reflejado en una nutrida correspondencia entre Magdalene y su prima hermana, Bertha, extraordinaria confidente a quien le un¨ªa una intensa amistad. En 1951, la protagonista de esta historia public¨® una selecci¨®n de aquellas misivas -casi todas las suyas y tan s¨®lo alguna de la destinataria- cambiando su nombre y el de los dem¨¢s personajes, en forma de sorprendente novela epistolar. Sesenta a?os despu¨¦s de lo ocurrido, Magdalene era ya una mujer solitaria que, tras la muerte de su marido y de sus tres hijos durante la dictadura hitleriana, viv¨ªa aferrada a sus recuerdos de infancia y juventud, en un mundo que hab¨ªa dejado de ser el suyo. El ¨¦xito inmediato del libro la anim¨® a publicar adem¨¢s La nube dorada (1953) y Recuerdos de mi infancia (1957), tambi¨¦n bajo su nuevo nombre de Marga Berck.
UN VERANO EN LESMONA
Marga Berck
Traducci¨®n de Susana Tornero
Acantilado. Barcelona, 2003
254 p¨¢ginas. 14 euros
Naturalmente, el amor es el
tema exclusivo de la correspondencia entre las dos amigas, muchachas que viven en un ambiente en el que para se?oritas casaderas de buena familia no cab¨ªa m¨¢s preocupaci¨®n que los viajes de placer y las visitas a las personas de su c¨ªrculo social, las modas y la ridiculez o apostura de sus numerosos pretendientes. Durante una estancia en Villa Lesmona, la heredad de un rico pariente, Marga, libre de las miradas protectoras de sus padres, conoce a Percy, un "primo segundo" suyo ingl¨¦s. Ambos j¨®venes se enamoran y viven un verano id¨ªlico, pero pronto Percy debe volver a Inglaterra. ?ste quiere desposarla, pero es apenas un muchacho y carece de fortuna; s¨®lo despu¨¦s de que pasen cinco a?os podr¨ªan casarse. A Marga, semejante periodo de tiempo le parece una eternidad y, con hondo pesar, decide guardar en su coraz¨®n los recuerdos del hermoso verano como un regalo del cielo, pero sin posibilidad de continuaci¨®n. Entretanto, reaparece en su vida un antiguo pretendiente: Rudi Retberg, m¨¦dico de profesi¨®n y de cuya persona, madura y acomodada, emana un "poder y una fuerza de atracci¨®n", seg¨²n Marga, irresistibles; es un hombre convencional y fr¨ªo, que en modo alguno se desvive por la joven, y que a veces se envuelve de misterio, viaja a Italia e imparte conferencias; pero ella lo acepta y Rudi pide al padre de Marga la mano de su hija. La boda con el doctor Retberg es ya segura cuando la casualidad vuelve a poner en escena al enamorado Percy. A partir de ese instante se desata el conflicto en el coraz¨®n de la protagonista, que duda entre los dos pretendientes; si bien su coraz¨®n se inclina por el tierno amor del ingl¨¦s, las convenciones le indican que debe casarse con el interesante doctor. As¨ª, con el arrebato de los sentimientos y la complicidad de las circunstancias externas se fragua una historia bien delimitada, que embelesa e intriga al lector, ¨¢vido de conocer un desenlace de ning¨²n modo previsible. La vida misma, con su c¨²mulo de sorpresas -tan desagradables, a veces-, es la que marcar¨¢ el ritmo de las situaciones y, en definitiva, la que empujar¨¢ a Marga hacia "su destino".
En modo alguno es inocente esta especie de "novela rosa" de calidad, entretenida, de estilo directo, espont¨¢neo y fresco; exenta de reflexiones te¨®ricas y tan viva como el esp¨ªritu ardiente de su protagonista; antes bien, como toda obra de arte, se presta a varias lecturas e interpretaciones. Por un lado, es un fidedigno testimonio de su ¨¦poca, pues retrata con sus trazos la visi¨®n del mundo t¨ªpica de la gran burgues¨ªa europea de finales del siglo XIX; por otro, y desde el punto de vista literario, podr¨ªa consider¨¢rsela digna continuadora de la m¨¢s c¨¦lebre novela epistolar alemana de todos los tiempos: Las penas del joven Werther; si bien, en este caso, se tratar¨ªa de las desventuras de una narradora femenina, mucho m¨¢s sana y "normal" que el suicida, que en modo alguno est¨¢ dispuesta a renunciar a las convenciones, aunque al igual que Werther, es hija leg¨ªtima de una sociedad determinada y de sus tiran¨ªas.
El mencionado autor de La muerte en Venecia sinti¨® curiosidad por saber m¨¢s sobre la autora de un relato que le entusiasm¨® y, a trav¨¦s del editor, logr¨® entablar relaci¨®n con ella. Como posfacio al texto, traducido con excelencia por Marta Tornero, se incluye la breve correspondencia que mantuvieron Thomas Mann y su esposa Katia con Marga Berck, broche dorado que permite entender mejor la historia, sobre todo porque es la propia Marga la que, desde la distancia y madurez que dan los a?os, aporta algunas claves con las que volver la mirada hacia aquella arrebatada juventud y sus agridulces avatares.
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