Entre dos mundos: Yasuhiro Ishimoto
Una exposici¨®n re¨²ne en Par¨ªs las primeras d¨¦cadas de la trayectoria de este referente de la fotograf¨ªa japonesa, donde converge la b¨²squeda formalista con su habilidad para captar el componente humano
Dec¨ªa el fot¨®grafo americano Minor White, que Yasuhiro Ishimoto (1921-2012) era ¡°biling¨¹e visual... habla un ingl¨¦s visual con acento alem¨¢n¡±. Una versatilidad que desarroll¨® entre dos pa¨ªses, Estados Unidos y Jap¨®n, a trav¨¦s de la cual encontrar¨ªa su voz en un impecable equilibrio sostenido entre varios polos: la fotograf¨ªa documental y el gusto por las formas; la quintaesencia de la tradici¨®n japonesa y los preceptos de la Nueva Bauhaus; la l¨®gica geom¨¦trica y la libertad po¨¦tica.
Considerado una de las figuras m¨¢s destacadas de la fotograf¨ªa japonesa, Ishimoto es el protagonista de una extensa exposici¨®n, que, por primera vez en Europa, permite adentrarse en su universo visual. As¨ª, Yasuhiro Ishimoto. Des lignes et des corps, exhibe en el centro art¨ªstico Le Bal de Par¨ªs, 169 obras, muchas de ellas vintage, centradas en las primeras d¨¦cadas de una trayectoria que transcurri¨® entre Chicago y Jap¨®n. Esta muestra ofrece una oportunidad para descubrir la mirada este fot¨®grafo, mucho menos conocido en Occidente que algunos de sus contempor¨¢neos, como Moriyama y Fukase. Su papel como transmisor de la modernidad fue crucial durante la posguerra en Jap¨®n, y de igual forma servir¨ªa de enlace entre la generaci¨®n inmediata a la II Guerra Mundial y los radicales colectivos VIVO y Provoke.
Nacido en San Francisco de padres japoneses, Ishimoto regres¨® a Jap¨®n cuando ten¨ªa tres a?os. All¨ª comenz¨® sus estudios en agricultura. En 1939, regres¨® a California para evitar ser alistado en el ej¨¦rcito japon¨¦s. Si bien lograr¨ªa continuar su formaci¨®n acad¨¦mica, tras el ataque a Pearl Harbour, el joven fue recluido en un campo de prisioneros, en Colorado. Fue, en aquel triste entorno, donde un compa?ero le introdujo en el arte de la fotograf¨ªa y en la t¨¦cnica del cuarto oscuro. Una vez liberado, decidi¨® estudiar Arquitectura y se instal¨® en Chicago, considerada el ep¨ªtome de la ciudad moderna, un lugar perfecto para que el autor desarrollara su distintivo estilo. All¨ª, se matricul¨® en el Instituto de Dise?o de Chicago, fundado por L¨¢szl¨® Moholy-Nagy, un centro basado en los principios y tendencias experimentales exportados de la Bauhaus, donde tendr¨¢ como maestros a Harry Callahan y Aaron Siskind. Bajo su influencia, Ishimoto ir¨¢ cultivando una sensibilidad propia, de calidad abstracta y acentuados contrastes, donde las sombras de los viandantes parecen reemplazar a los propios sujetos y la realidad documental queda distorsionada en favor de la expresividad, manteniendo siempre un equilibrio entre la b¨²squeda formal y la fotograf¨ªa directa.
Destaca la serie realizada en las playas del lago Michigan. ¡°Simplemente aislando una parte del cuerpo, Ishimoto ha reconocido el poder sugestivo de la imagen¡±, escribe Agathe Cancellieri en el libro que acompa?a la exposici¨®n, publicado en colaboraci¨®n con Atelier EXB. ¡°Las piernas pasan a revelar una actitud, una personalidad, un momento, al tiempo que funcionan como un grafismo, un elemento estructural de la imagen¡±.
De los dos periodos que pasar¨ªa en Chicago surgieron tres libros. El primero, Someday, Somewhere, se public¨® el mismo a?o que Los Americanos de Robert Frank. Ofrec¨ªa una mirada melanc¨®lica, pero menos sombr¨ªa que la del suizo, centrada en su mayor¨ªa en los ni?os de las zonas m¨¢s marginales de la ciudad. Enigm¨¢ticos sujetos que frecuentemente se presentan sin contexto y participan de un imaginario visual m¨¢s all¨¢ de su significado social.
Tras catorce a?os de ausencia, en 1953, Ishimoto regres¨® a Jap¨®n. La Villa Imperial de Katsura ser¨¢ uno de los primeros lugares que visitar¨¢. All¨ª cumpli¨® con el encargo de Edward Steichen, director de fotograf¨ªa del MoMA, de acompa?ar a Arthur Dexler en su investigaci¨®n sobre la arquitectura japonesa. Impactado por la belleza de los jardines, la austeridad de la arquitectura carente de todo tipo de decoraci¨®n, su monocrom¨ªa, y la simplicidad de sus l¨ªneas, el fot¨®grafo la retrat¨® como un cuadro de Mondrian. Mientras en los caminos de piedra resuena la pureza de Brancusi. ¡°Qu¨¦ emoci¨®n¡±, escribir¨ªa, ¡°encontrar, en la arquitectura cl¨¢sica de mi pa¨ªs natal, no solo reminiscencias de la arquitectura moderna, sino su misma fuente¡±.
En sus dos visitas a Katsura, el artista produjo m¨¢s de 600 im¨¢genes, de las cuales 135 dan forma a la publicaci¨®n Katsura: Tradition and Creation in Japanese Architecture, acompa?adas por textos de Walter Gropius y Kenzo Tange. A trav¨¦s de la nitidez y la precisi¨®n de las im¨¢genes, se evidencian las caracter¨ªsticas de la nueva objetividad, al tiempo que subraya un estilo distintivo donde convergen la experimentaci¨®n, el formalismo y la objetividad.
La exposici¨®n permite ver la formaci¨®n de la mirada de Ishimoto, revelando la amplitud de su obra y la agudeza de su ojo desprovisto de todo sentimentalismo. ¡°Contemplando la belleza vibrante y sorprendentemente despejada de sus escenas de Chicago o Tokio, uno comprende c¨®mo se convirti¨®, parafraseando las palabras de Stefan Zweig, en ¡®un medium especial¡¯, alguien a medio camino entre los orientales y los europeos¡±, advierte Diane Dafur, comisaria de la muestra junto a Mei Asakura. ¡°Capaz de mirar con asombro y admiraci¨®n la belleza ex¨®tica desde afuera y, por otra parte, capaz de representar la espiritualidad de su propia experiencia interna, y capaz de hac¨¦rnoslo entender¡±.
Yasuhiro Ishimoto. Des lignes et des corps. Le Bal. Par¨ªs. Hasta el 22 de diciembre.
Yasuhiro Ishimoto. Des lignes et des corps. Le Bal / Atelier EXB. 216 p¨¢ginas. 55 euros.
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