La fascinaci¨®n de Neumeier por Nijinski abre la temporada del Real
El Ballet de Hamburgo representa un programa-homenaje al bailar¨ªn
![Aurora Intxausti](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2Fc99ff041-d455-449e-b34e-83660adde7a3.png?auth=347c5e337e2ab31c4b7b9fb169d5023c9ffe76b52d720d380643c6b010ccfe42&width=100&height=100&smart=true)
Un homenaje del Ballet de Hamburgo al m¨ªtico bailar¨ªn ruso Vaslav Nijinski (Kiev, 1890-Londres, 1950) inaugurar¨¢ el pr¨®ximo lunes la temporada del Teatro Real de Madrid. El director de la compa?¨ªa desde 1973, el core¨®grafo, escen¨®grafo y figurinista norteamericano John Neumeier, expres¨® ayer su "fascinaci¨®n" por esta legendaria figura que abri¨® el camino a la danza moderna y a quien la locura le alej¨® de los escenarios.
"Desde los 10 a?os, Nijinski se convirti¨® para m¨ª en un personaje real. Fue el primero al que vi como persona y que me resultaba m¨¢s cercano que cualquiera de las otras grandes figuras por las que sent¨ªa pasi¨®n, como Frederic Franklin, Nora Kaye o John Kriza", dijo Neumeier.
Aunque nunca le vio bailar, el director del Ballet de Hamburgo afirma que siempre se hab¨ªa sentido identificado con el bailar¨ªn ruso y con la "frescura de sus descripciones de la vida y los entresijos de las candilejas de los c¨ªrculos elegantes en los que se mov¨ªa: los ballets rusos de Diaghilev", descritos por su esposa R¨®mola, condesa de Pulszki, en 1960, en la biograf¨ªa que escribi¨® basada en los diarios del bailar¨ªn, unos diarios que comenz¨® a escribir cuando aparecieron los primeros s¨ªntomas de su locura. La biograf¨ªa del bailar¨ªn, Diario (El Acantilado), se public¨® recientemente en Espa?a. Neumeier descubre a trav¨¦s de las palabras de Nijinski que "la espiritualidad y el erotismo son parte del ser humano por naturaleza, y tambi¨¦n de la danza".
Una de las grandes aportaciones del legendario artista, seg¨²n dijo John Neumeier, fue que "abri¨® el camino a la danza moderna". "Conceb¨ªa cada ballet como un todo siempre coherente y consecuente para el que hay que crear un lenguaje formal propio, renunciando a cualquier tipo de pantomima y rompiendo con la idea de que la danza tiene que obedecer a motivos narrativos, a una historia o a un argumento expresables en palabras". Neumeier cree que los ballets de Nijinski pose¨ªan "una dramaturgia visual cuya sustancia, en ¨²ltimo t¨¦rmino, era la coreograf¨ªa. Coreograf¨ªa, tema y argumento de una obra eran una misma cosa".
El director del Ballet de Hamburgo manifest¨® su profunda admiraci¨®n por la valent¨ªa de Nijinski. El bailar¨ªn ruso, conocido por su virtuosismo y sus espectaculares saltos, desarroll¨® tambi¨¦n su visi¨®n propia de la coreograf¨ªa que cambiaba radicalmente a principios del siglo XX el planteamiento del ballet cl¨¢sico. Con 29 a?os, se vio obligado a abandonar la danza debido a un colapso nervioso; posteriormente, le diagnosticaron esquizofrenia y desde entonces y hasta 1950 vivi¨® casi olvidado en Suiza, Francia e Inglaterra, internado en diversos hospitales psiqui¨¢tricos.
El programa que ofrecer¨¢ el Ballet de Hamburgo en el Teatro Real de Madrid hasta el 14 de septiembre constituye una recreaci¨®n de la vida y la carrera de Nijinski. Se trata de una coreograf¨ªa de Neumeier a base de memoria, impresiones y alucinaciones. La ¨²ltima vez que Vaslav Nijinski vol¨® sobre un escenario fue en 1919 en un hotel de Saint Moritz (Suiza). Aquella Boda con Dios marc¨® el punto final de una carrera que ha inspirado el ballet de John Neumeier. La coreograf¨ªa del Ballet de Hamburgo est¨¢ estructurada en dos grandes partes porque, como se?al¨® Neumeier, "Nijinski tuvo 10 a?os para crecer, 10 a?os para aprender, otros 10 a?os para bailar y, en segundo lugar, 30 a?os para morir".
![John Neumeier, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5ZF5LQQR7BG4BG7H4SQDRJBYNM.jpg?auth=911df375ac594f819c656b1fa65ca5595bb6988aa53ba45276f943638b98bab8&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Aurora Intxausti](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2Fc99ff041-d455-449e-b34e-83660adde7a3.png?auth=347c5e337e2ab31c4b7b9fb169d5023c9ffe76b52d720d380643c6b010ccfe42&width=100&height=100&smart=true)