Cajeros
El poderoso Banco Bilbao Vizcaya (BBVA) ha lanzado durante estas semanas una campa?a de informaci¨®n y exaltaci¨®n de su Banca Autom¨¢tica bajo este sencillo lema: "Lo bueno de ganar tiempo es poder perderlo". Y, a continuaci¨®n, expone las diferentes ventajas incorporadas a sus cajeros.
Sobre los provechos de ganar tiempo al tiempo no hace falta decir m¨¢s. En una sociedad muy apremiada se agradece cualquier minuto de sobra. Pero ?c¨®mo hacer para perder ese plus? El BBVA propone en tr¨ªpticos y carteles una idea redonda para derrochar el tiempo disponible de la manera m¨¢s total: leyendo. Una mujer con sombrero y un libro en las manos muestra a los clientes c¨®mo se debe actuar apropiadamente en el proceso de evacuaci¨®n. ?Leer? He aqu¨ª la actividad representativa del m¨¢ximo desecho.
?Podr¨¢ pues considerarse que la gran banca desprecia la afici¨®n a leer? Claro que no. Los responsables publicitarios de esta campa?a playera ejemplarizan lo que estiman como un sentir general. Leer viene asociado a la vacaci¨®n, al no hacer nada o a no tener otra cosa mejor que hacer. ?C¨®mo asombrarse pues de que los libros m¨¢s vendidos hoy sean a menudo los que no aportan nada? Contra el vicio de leer la virtud de no dar. Contra la escritura de convicci¨®n la superficie de evasi¨®n y frente al di¨¢logo activo con el fondo del libro la respuesta autom¨¢tica del cajero: al tiempo en limpio de la operaci¨®n bancaria unida a la mente en limpio. ?Falta de debates en pol¨ªtica? ?Ausencia de pensamiento cr¨ªtico? ?P¨¦rdida del gusto? ?Allanamiento del inter¨¦s intelectual?
La cultura que fotograf¨ªa el cartel del BBVA es la trivializaci¨®n de la escritura y, m¨¢s all¨¢, el dem¨¦rito de las ideas fuertes, negro sobre blanco, capaces de forjar la actitud personal. Ahora el libro patina sobre la actualidad como los fotogramas y sus efectos llegan a ser como las canciones de moda. Tiempo atr¨¢s, los estudiantes se quejaban cuando alguna asignatura "no les entraba" porque, a fin de cuentas, el libro aspiraba a cumplirse en los adentros. Pero en estos d¨ªas ya no hace falta entrar: la Banca Autom¨¢tica y su Cajero se encargan de lo necesario para que vivamos felices y desentendidos sobre el interior.
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