Gu¨ªa secreta para descubrir el Ampurd¨¢n
En septiembre, el estilo y la tranquilidad se unen en esta zona gerundense
Esta tierra es como ese amigo ¨ªntimo que nunca te lo cont¨® todo y que de pronto te suelta algo incre¨ªble y te aporta una sensaci¨®n de descubrimiento infinita". Patrick Beau vive constantemente sorprendido en Begur, donde regenta el hotel Hano?, cuyo nombre hace honor a su origen medio vietnamita. Admira el car¨¢cter discreto del Ampurd¨¢n (Empord¨¤) que revela sus bellezas poco a poco, como aquel "patio o jard¨ªn secreto que nunca te imaginar¨ªas encontrarte tras una gruesa puerta antigua". En busca de estas sorpresas nos adentramos en un rinc¨®n ¨²nico de la provincia de Girona, la zona m¨¢s norte?a de la comarca del Bajo Ampurd¨¢n. Un lugar rico en detalles para el buen vivir donde el viajero puede descubrir preciosas calas en la zona costera, un paisaje interior cambiante, pueblos repletos de joyas de la arquitectura medieval y una gastronom¨ªa exquisita. Y, con un poco de suerte, conocer a algunos de los artistas afincados en la zona, porque, como afirma Patrick Beau, esta regi¨®n "sigue atrayendo a p¨¢jaros de plumajes brillantes y especiales, como m¨²sicos, pintores, actores, escritores y dem¨¢s bichos creativos. Todo ello crea el aura del lugar".
Cien kil¨®metros para saborear los detalles del buen vivir. De Begur a L'Estartit, pasando por el interior del Bajo Ampurd¨¢n, hospitalidad, paisajes y gastronom¨ªa a un ritmo distinto.
La ruta empieza con ganas de buscar sitios y gentes especiales, en el hotel Hano?. De aspecto colonial, pisar el suelo de baldosas modernistas del establecimiento y recorrer sus salones y patios es como entrar en otra dimensi¨®n en la que el tiempo no existe. Junto a su mujer, Marijo Mullier, Patrick Beau ha cuidado todos los detalles intentando respetar los materiales originales. Este peque?o hotel de tan s¨®lo ocho pulcras y bonitas habitaciones consigue una atm¨®sfera casera donde la clientela se mueve con libertad. Adem¨¢s, hospedarse aqu¨ª ofrece la posibilidad de conocer Begur, una de las localidades m¨¢s bellas de la Costa Brava, cerca de las calas de Aiguablava, Tamari¨², Sa Riera, Sa Tuna y Aiguafreda.
Desde el Hano?, bajando por la carretera hacia las playas se llega a Aiguafreda, una deliciosa calita donde se sit¨²a el hotel-restaurante Sa Rascassa. Los due?os, ?scar G¨®rriz y Merche Fern¨¢ndez, llevaban a?os acariciando el sue?o de disfrutar de una vida m¨¢s sencilla, lejos de la locura cotidiana en Barcelona y las presiones del trabajo de publicista de ¨¦l. Lo consiguieron en la Semana Santa de 2002, cuando inauguraron el hotel -con cinco habitaciones y restaurante- a 40 metros escasos del mar. Desde entonces han tratado de convertirlo "en un lugar sencillo, c¨®modo y cuidado donde todo resulta f¨¢cil y el trato es cercano. La cocina es sencilla, fresca, con platos que no necesitan ser explicados e ingredientes de toda la vida".
Llanuras de Gualta
Desde Begur hacia el interior, el paisaje cambia y aparecen las llanuras de la zona de Gualta. Entre los entra?ables pueblos de Pals y Torroella de Montgr¨ª, pasado el cruce de Peratallada a la izquierda, se gira a la derecha por un caminito de tierra para encontrar un sorprendente cartel de "Hotel" bajo la fachada de una diminuta iglesia. Indica el camino hacia Lindos Hu¨¦spedes, anteriormente castillo y m¨¢s tarde mas¨ªa porticada y molino arrocero.
Situado en plenos arrozales, estamos ante un oasis donde se respira una extra?a tranquilidad. Junto al espectacular jard¨ªn se puede ver el r¨ªo que pasa por el hotel, un desv¨ªo del Ter que fluye hasta desembocar en la playa de Pals. La tradicional piedra de la mas¨ªa choca con el color azul ¨ªndigo de las flores, los bancos del jard¨ªn, la cama doble con mosquitera y dem¨¢s ornamentos que decoran la terraza.
Entrar en Lindos Hu¨¦spedes es encontrarse con amplios espacios y una decoraci¨®n singular realizada por su propietaria, ?ngeles Garc¨ªa Gir¨®, quien revela que, a pesar de que el hotel s¨®lo lleva abierto dos a?os, la b¨²squeda y restauraci¨®n de los muebles estaba en marcha desde mucho antes. En la entrada arranca una escalera que sube a un gran patio azul con barandilla, salpicado de limoneros. Las habitaciones se distribuyen a su alrededor. Son amplias y c¨®modas, y sus ventanas regalan buenas vistas.
Cerca de Lindos Hu¨¦spedes hay un peque?o huerto y un sendero marcado por un bosquecillo de bamb¨²es que parece sacado de un cuento. Si lo seguimos encontramos el Comedor Verdor, un restaurante ubicado en un pajar junto a un huerto con plantas arom¨¢ticas cultivadas sin productos qu¨ªmicos. Se sirven a la carta verduras y ali?os. "La materia prima est¨¢ muy cuidada, el pan es casero y el pescado llega del puerto de Palam¨®s", comenta Mercedes Echevarr¨ªa, una de las dos almas del local junto a la cocinera Olivia Vidal.
Saliendo de Lindos Hu¨¦spedes, cruzando la carretera y cogiendo el desv¨ªo a Peratallada y luego a Fontclara est¨¢ el hotel Prado Rebelde, regentado por Federico Carrasco, que acoge a clientes gays y lesbianas sin exclusi¨®n de p¨²blico heterosexual o familias. Recomendable por su hospitalidad, en ¨¦l se organizan actividades y salidas nocturnas (como fiestas cubanas o ba?os termales). Tambi¨¦n se dise?an a medida otras propuestas de ocio, desde tertulias hasta navegar o hacer excursiones a caballo.
Al caer el sol, cerca de los campos de golf, se puede disfrutar de las refrescantes noches del Ampurd¨¢n en Mas Sorrer, un ins¨®lito bar de jazz situado en un campo de girasoles. Su due?o, Gerard Argemie, lo mont¨® cuando, por problemas respiratorios, no pudo continuar con su verdadera vocaci¨®n: tocar el saxof¨®n. En Mas Sorrer, los girasoles iluminados brillan en la noche. "El planteamiento es evitar el aspecto comercial, y crear un lugar donde yo mismo ir¨ªa a tomarme una copa", afirma el due?o, a quien le gusta rodearse de gente como el dise?ador de moda de Salamanca Pep¨ªn, que tiene una tienda en la mas¨ªa junto al bar.
Continuamos el viaje hacia el interior y nos acercamos a la tienda de antig¨¹edades de Antonio Ortinez, en Cor?¨¢. Charlando con ¨¦l descubrimos a un artista que conoce su oficio y encuentra piezas por toda Espa?a y Francia. Su gusto por las antig¨¹edades le viene desde sus a?os de estudiante en Florencia. No s¨®lo se limita a la venta de antig¨¹edades, adem¨¢s recupera piezas sueltas y compone muebles a medida seg¨²n las necesidades y gustos del cliente, reinventando su funci¨®n.
Otra vez en la carretera, nos adentramos en una zona m¨¢s escondida del Bajo Ampurd¨¢n y nos topamos enseguida con Pedriny¨¢, un diminuto lugar donde la recoleta iglesia rom¨¢nica de San Andr¨¦s (del siglo XI) conmueve por su sencilla belleza frente a la que crece un cuidad¨ªsimo huerto-jard¨ªn. Es el momento de tomar un respiro y mirar el paisaje que invita a la introspecci¨®n.
Un Bib Gourmand
Siguiendo la ruta se llega hasta Madremanya, localidad que acoge al restaurante-hotel La Pla?a, cuya excelente cocina est¨¢ calificada con un sello Bib Gourmand en la Gu¨ªa Michelin. Su construcci¨®n se hizo por etapas, un apartamento por a?o. El resultado son 11 suites con chimenea, sala de estar, terraza, cuarto de ba?o, Internet y televisi¨®n, con o sin cocina, y habitaciones con terraza. La decoraci¨®n, realizada por Assumpta Puig, propietaria, es impecable, c¨®moda y con un toque r¨²stico. Ninguna habitaci¨®n es igual. "Queremos que los clientes se encuentren como en su casa, intentamos atender sus deseos en un ambiente de familiaridad", afirma Jaume Vidal, copropietario junto a su mujer del negocio, que cuenta con unas vistas privilegiadas al paisaje ampurdan¨¦s.
La calle Mayor de Madremanya, nombre de origen romano que significa madre naturaleza, es una v¨ªa romana que enlazaba Ampurias con Barcelona y L¨¦rida. Saliendo de Madremanya y tomando la carretera hacia la derecha llegamos a San Mart¨ª Vell, donde se encuentra La Riera, un elegante y rom¨¢ntico restaurante que ocupa una mas¨ªa con un jard¨ªn de grandes ¨¢rboles y un majestuoso tilo bajo el que se cobijan las mesas. Su due?a, Casiana Ahumada, lleg¨® a este pueblo en 1975, en busca de un lugar donde afincarse con su familia tras desistir de regresar a su Argentina natal. Fascinada por "el paisaje, la arquitectura y la nobleza de los materiales locales", qued¨® atrapada por el lugar y busc¨® una casa que restaur¨® y decor¨® con muebles procedentes de los pueblos de la regi¨®n. "De la cocina francesa de los inicios, el restaurante fue evolucionando hacia sabores de mayor arraigo local, dando prioridad a los productos de temporada", comenta la due?a. En La Riera se enorgullecen de tener una clientela que se siente a gusto y de haber llegado, en ocasiones, a verdaderas relaciones de amistad.
Volvemos sobre nuestros pasos para pasar de largo Madremanya y seguir la carretera que lleva a Monells, un precioso pueblo medieval. En su plaza central porticada, antigua sede del mercado del pueblo, nos topamos con L'Hostalet 1701, una antigua casa hotel-restaurante en la que Xavi Roxa y Neus Artigatras lograron plasmar sus a?os de dedicaci¨®n a las antig¨¹edades y la hosteler¨ªa. Todos los muebles est¨¢n a la venta, y, adem¨¢s, tiene dispuesta una tienda de antig¨¹edades en la planta baja. Las dependencias del hotel cuentan con piscina y jacuzzi donde el cliente puede tambi¨¦n recibir masajes. En la planta superior se sit¨²an un delicioso restaurante con aspecto de comedor casero, una galer¨ªa y una terraza con patio interior y las habitaciones. En la tercera planta: el sal¨®n, la biblioteca y un bar, donde el cliente se sirve y apunta sus consumiciones. "Desayunar es un lujo, con pastas reci¨¦n hechas, embutidos y pan caseros, detalles que s¨®lo se encuentran en el campo y que Neus disfruta preparando. El truco es utilizar productos frescos de los payeses del pueblo", cuenta Xavi Roxa, que recomienda el lugar a quienes buscan d¨ªas de tranquilidad lejos del bullicio, con la posibilidad de seguir senderos y caminos agradables a pie o en bicicleta.
Hacia el norte
Subiendo hacia el norte se llega a Sobrestany, ya muy cerca de la frontera comarcal con el Alto Ampurd¨¢n y a un paso de la costa. All¨ª visitamos a ?lex Filella y su pareja, Isabel L¨®pez de Lamadrid. Vinieron de Barcelona y se instalaron en una mas¨ªa rodeada de animales. ?l es experto en la organizaci¨®n de fiestas a medida, que realiza en lugares especiales si hace falta, seg¨²n los gustos y necesidades del cliente, ya sea un particular o una empresa. A ella le gusta trabajar sin prisas, lejos del ajetreo de la ciudad. Dise?a exquisitas piezas ¨²nicas de joyer¨ªa en plata y elementos naturales, como semillas, piedras o materiales encontrados.
Cerca de Sobrestany, en Tor, podemos volver a disfrutar de la noche ampurdanesa en La Devesa de Tor, en una antigua mas¨ªa. Lo m¨¢s llamativo es su decoraci¨®n barroca; incluso el barroco versallesco est¨¢ representado en este curioso lugar, donde se mezclan elementos dispares: sillas de leopardo y cebra, un frontal de iglesia a modo de barra... Todo ello distribuido en tres salas: la ¨ªntima, la clandestina y el cielo. Una jaima en el jard¨ªn, la cena fr¨ªa y los c¨®cteles made in La Devesa ponen la guinda a este local dise?ado con mucho amor por sus due?os, Santiago Ristol y Pilar Aymerich.
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