Gonz¨¢lez Sainz alerta en su ¨²ltima novela de la confusi¨®n entre pol¨ªtica y est¨¦tica
Vivimos en una ¨¦poca con "una falta peligrosa de elaboraci¨®n de sentimientos y pasiones"; unos tiempos en que existe "una inmensa pobreza de alma", dice J. ?. Gonz¨¢lez Sainz (Soria, 1956). Es el pre¨¢mbulo de presentaci¨®n de su ¨²ltima novela, Volver al mundo (Anagrama), un texto en el que habla de los errores de los j¨®venes de los a?os setenta y de las nocivas relaciones entre est¨¦tica y pol¨ªtica.
"Mis personajes regresan de diversas guerras", explica Gonz¨¢lez Sainz. Algunas tienen que ver con el amor, con la pasi¨®n amorosa. Otras, con las batallas revolucionarias de la juventud de los setenta y con el coqueteo de muchos con la violencia, con el terrorismo. Seg¨²n el escritor, esa juventud es extrapolable a la de otras ¨¦pocas, lejanas y recientes. "La de los setenta fue una generaci¨®n con un imaginario muy simple, violento, heroico, extraordinario, bell¨ªsimo... Una generaci¨®n que ha cometido muchos errores", afirma. "He querido afrontar eso. Quiz¨¢s fue un error necesario en la historia, pero un error. Como dijo Nietzsche, quiz¨¢s todo fue debido a una falta de espiritualizaci¨®n de las pasiones".
La forma en que traduce el contenido de la novela -en la que habla del abandono, del l¨ªmite y del peso de las palabras- tiene apariencia de thriller. Bertha, vienesa, llega al pueblo espa?ol de su antigua pareja, Miguel, que acaba de morir en extra?as circunstancias. No se sabe si ha sido un suicidio o si ha muerto asesinado. Anastasio, un amigo de Miguel, hace de v¨ªnculo entre la mujer y los otros personajes, los compa?eros de viaje de Miguel en los a?os setenta.
Un juego
Pero, como le gusta decir al autor, esta novela presenta otra cara m¨¢s compleja: "Es un juego de anversos y reversos". Anastasio tambi¨¦n le descubre a Bertha el pueblo y su entorno, el paisaje al que siempre hab¨ªa regresado Miguel en busca de algo. El libro, dice Gonz¨¢lez Sainz, es "una invitaci¨®n a volver a un mundo habitable". Un mundo habitado no s¨®lo por personas, sino que all¨ª "tambi¨¦n los animales, los ¨¢rboles y los minerales tienen una importancia simb¨®lica". En ese mundo el hombre volver¨ªa a "tener m¨¢s capacidad para elaborar sentimientos". El autor se detiene con fruici¨®n en la descripci¨®n de ese peque?o lugar, El Valle: "Mi forma de escribir es dejar respirar los p¨¢rrafos, los personajes, las atm¨®sferas", afirma.
Uno de los personajes clave en la novela es un poeta, Ruiz de Pablo, un escritor que cataliz¨® las pasiones de Miguel y sus amigos en los viejos tiempos. "Me parece nociva la idea de poeta del pueblo. Un poeta es alguien que inventa realidades. Un exponente de esto podr¨ªa ser el Kurtz de El coraz¨®n de las tinieblas, un personaje que crea significado, un mundo nuevo. Y hacer pol¨ªtica como se hace arte me parece extremadamente peligroso", afirma Gonz¨¢lez Sainz, quien cree que en el mundo occidental todav¨ªa se producen confusiones de este tipo y las personifica en Xabier Arzalluz y el nacionalismo que encarna el l¨ªder del PNV.
Babelia
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