Joven madurez
Como dir¨ªa Estopa: suma y sigue. Terminada la fase de preparaci¨®n, la selecci¨®n ha cumplido escrupulosamente sus objetivos, tanto en lo que se refiere a las cuestiones clasificatorias como a los asuntos t¨¦cnicos. La tarea ha sido impoluta en el fondo y las formas. Espa?a ha demolido a Suecia, Rusia y Serbia conjugando efectividad, vistosidad y un derroche de talento que ha apabullado a sus contrarios. Bueno, vale que los serbios no eran los aut¨¦nticos y que Bodiroga y Divac est¨¢n viendo el torneo por la tele, pero nunca se debe desde?ar a cinco balc¨¢nicos metidos en una cancha de baloncesto. Es m¨¢s, cuidado con liquidarles antes de tiempo.
Hay una cosa que no deja de sorprender de la selecci¨®n. Es la naturalidad con la que esta generaci¨®n va asumiendo retos m¨¢s exigentes. Podr¨¢n ganar o perder. Qui¨¦n sabe si el jueves, en el diab¨®lico cruce de los cuartos de final, sale el partido malo como en el Mundial de Indian¨¢polis 2002. Da igual, pues estos avatares no cambian su concepci¨®n del juego como un ejercicio l¨²dico en el que se trata de disfrutar m¨¢s que de padecer, de so?ar m¨¢s que de tener pesadillas, lo que les aleja del da?ino discurso que escuchamos demasiadas veces. Hace unos d¨ªas, un futbolista del Madrid dec¨ªa: "Vamos a sufrir mucho". Vaya forma de encarar una temporada. Se quitan las ganas de ir al Bernab¨¦u, pues para sufrir ya tenemos muchas otras cosas. Estamos hablando de deporte, ocio, diversi¨®n... ?Alguien puede pensar que Navarro podr¨ªa hacer lo que hace con una mentalidad sufriente?
Lo que engancha de esta selecci¨®n no es s¨®lo que gane partidos, pues no es la primera vez que se ganan, sino la asombrosa madurez que ha logrado a tan temprana edad. En esto los serbios han sido siempre unos artistas. Con 20 a?os son unos veteranos en los aspectos psicol¨®gicos. Llevan a?os sin desarrollar un baloncesto lucido, pero dominan como nadie la lectura del juego, lo que les ha dado unos cuantos t¨ªtulos.
Ayer, los papeles estaban cambiados. Los listos, los astutos, los que no se dejaban intimidar, los que cuanto m¨¢s caliente estaba el partido mejor jugaban, los que met¨ªan las canastas decisivas en el momento oportuno..., ¨¦sos eran los espa?oles. Y consiguieron justo lo que habitualmente los serbios: desquiciar, que quieras pegar en vez de jugar; sacarte del partido. Fue en estos asuntos en los que Espa?a se gradu¨® y concluy¨® su puesta a punto para el jueves. No hay ninguna duda de que, en cuanto a juego, la selecci¨®n tiene poder¨ªo para conseguir cualquier objetivo que se proponga. Pero no s¨®lo con las piernas y los brazos se ganan los campeonatos. Tambi¨¦n en esto Espa?a ha sacado un sobresaliente.
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