Navarro cambia el signo

Los signos de los nuevos tiempos se plasmaron en el final del partido m¨¢s ¨¢spero y exigente de los que Espa?a ha resuelto con un pleno de victorias que le sit¨²an directamente en los cuartos de final. La frustraci¨®n y la incapacidad que transmiti¨® la selecci¨®n de Serbia era calcada a la que durante tantos a?os hizo presa de los jugadores espa?oles cuando se enfrentaron al equipo balc¨¢nico. En cambio, el grupo que dirige Moncho L¨®pez super¨® ayer los malos momentos, cuando se le atraves¨® la tremenda intensidad de la defensa serbia y recibi¨® un parcial de 13-0 que le llev¨® a estar muy abajo en el marcador: 21-11. Supo mantener despu¨¦s una lucha a brazo partido, desgastar a su rival y propiciar que se desquiciara y provocara una pelea barriobajera luego de una entrada de Jaric a Gasol m¨¢s propia del k¨¢rate que del baloncesto y que se sald¨® con falta descalificante para tres jugadores por bando. A la hora de decidir, Garbajosa, Gasol y, sobre todo, Navarro sacaron a relucir el instinto asesino, el descaro, la fortaleza mental y el acierto que caracterizaba precisamente a los yugoslavos.

Al alero no le falta ni descaro ni acierto. Su mano fue letal: 22 puntos, nueve en el ¨²ltimo cuarto

A Serbia le iba media vida en el partido. Compareci¨® con su cara m¨¢s fiera y su ya cl¨¢sica maestr¨ªa en el planteamiento de los encuentros importantes. Todo era poco para evitar la derrota y el castigo que significa apechugar con el desplazamiento a Boras, a m¨¢s de 400 kil¨®metros de Sodertalje, para disputar hoy, all¨ª, un cruce de los octavos de final. No parec¨ªa el equipo an¨¢rquico y tan por debajo de sus posibilidades de los d¨ªas precedentes. Para desbancar del primer puesto a Espa?a, deb¨ªa ganar por nueve puntos y para relegarla al tercer puesto por m¨¢s de 13. Lo intent¨® y sus jugadores recordaron por momentos, no por la brillantez, pero s¨ª por la garra y su magn¨ªfico funcionamiento t¨¢ctico, a la selecci¨®n que tantos y tantos t¨ªtulos ha conquistado. Entre otros, el ¨²ltimo Mundial y el ¨²ltimo Europeo.

Superar la prueba refuerza y ampl¨ªa el cr¨¦dito con el que Espa?a hab¨ªa llegado a Suecia. M¨¢s all¨¢ de las numerosas ausencias de varias estrellas, los serbios mantienen un excelente equipo, con tres jugadores de la NBA en el cinco inicial. Vencerles tras tantas dificultades, tras un partido tan trabado, que dominaron durante pr¨¢cticamente los tres primeros cuartos, es un inmejorable indicio para la joven selecci¨®n espa?ola.

La superioridad defensiva inicial de Serbia trastoc¨® la din¨¢mica del juego de los espa?oles, que no acertaron a hacer valer la superioridad de Gasol ni la del resto de sus p¨ªvots. Es en esta posici¨®n en la que m¨¢s cojea el equipo serbio. S¨®lo Drobnjak da la medida. Pero Gasol tuvo muchos problemas para recibir y tampoco le entraron a sus compa?eros los tiros de larga distancia mientras que Stojakovic no ten¨ªa excesivos problemas para anotar. Espa?a no se encontraba a gusto en la pista y la estad¨ªstica lo reflejaba con valores ins¨®litos como el hecho de que Gasol, llegado el descanso, todav¨ªa no hubiera capturado siquiera un rebote o como las 11 p¨¦rdidas de posesi¨®n que sufri¨® el equipo que andaba en un paup¨¦rrimo 37% de acierto en el tiro.

Una serie de jugadas en transici¨®n r¨¢pida protagonizadas por Navarro y Marco y una defensa que atornill¨® mucho mejor a los serbios marcaron el punto de inflexi¨®n tras el descanso. Gasol empez¨® a sentirse m¨¢s a gusto, De la Fuente le ech¨® el lazo a Stojakovic. Los serbios, sin apenas banquillo, acusaron el desgaste y perdieron a tres jugadores por faltas. Tambi¨¦n perdieron equilibrio en el ataque. A Gurovic no le entraba una y la defensa espa?ola provoc¨® varias veces que las largas posesiones del rival ni acabaran siquiera en un lanzamiento. Obligados a cerrarse en la defensa sobre Gasol, sufrieron tres triples consecutivos de Calder¨®n, Navarro y Garbajosa que abrieron el camino del triunfo a Espa?a.

Navarro, en su desigual emparejamiento con Gurovic, se encarg¨® de arruinar a los serbios. No le falta al alero ni descaro ni acierto en los instantes m¨¢s calientes de los partidos. Su mano fue letal porque endilg¨® a los serbios 22 puntos, nueve de ellos en el ¨²ltimo cuarto, en los instantes decisivos, una prueba de lo mucho que han cambiado las cosas en un equipo que no puede encarar mejor los cuartos de final, el pr¨®ximo jueves, contra el vencedor del partido de los octavos entre Eslovenia e Israel.