Roble?o, el milagro
La materia prima que el taurinismo prefabrica para la fiesta que intentan imponer, que adjetivan como grandiosos escogidos y monumentales toros, no son tal. Teniendo en cuenta el material, cabe pensar que la gente pasa por taquilla para aburrirse o para que les vean. Eso o esperar el milagro, que lleg¨® con Roble?o.
A Roble?o no le arrugan los sustos. Un par de ellos sufri¨®. Tampoco escamotea el toreo; cuando menos, lo intenta. La calidad no es su fuerte ni su t¨¦cnica es un dechado de virtudes. Pero de su entrega, raza y afici¨®n puede esperarse todo. Sus faenas emocionaron.
Antonio Barrera lo intent¨®; dej¨® pinceladas de buen hacer, acert¨® con las distancias, pero le falt¨® sitio y hondura. Manolo S¨¢nchez demostr¨® con su intenci¨®n que est¨¢ para irse. Desdibujado, sin entrega, sin confianza y sin fe, fue protestado por sus paisanos.
Fern¨¢ndez / S¨¢nchez, Barrera, Roble?o
Toros de los Herederos de Atanasio Fern¨¢ndez: justos de presencia, mansos, descastados y manejables. Manolo S¨¢nchez: pinchazo, media estocada (silencio); estocada trasera (divisi¨®n de opiniones). Antonio Barrera: cinco pinchazos -aviso-, descabello (saludos); cuatro pinchazos -aviso-, estocada ca¨ªda (saludos). Fernando Roble?o: dos pinchazos, estocada atravesada -aviso-, descabello (saludo); estocada (dos orejas). Plaza de Toros de Valladolid, 7 de septiembre, 2? de feria, media plaza.
Babelia
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