El enfrentamiento por el mercado agr¨ªcola paraliza la cumbre de la OMC

Las negociaciones en la cumbre de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) estaban ayer completamente estancadas en el sector agr¨ªcola. La UE y EE UU no han cedido un palmo a las exigencias del grupo encabezado por China, Brasil e India para que los pa¨ªses ricos desmantelen sus ayudas al sector agr¨ªcola y a la exportaci¨®n. El bloqueo es tal que en las dem¨¢s mesas negociadoras, donde se discuten otros temas como el de los aranceles industriales, s¨®lo se esperaba ver qu¨¦ pasaba en agricultura para sacar adelante un acuerdo.

Las reuniones del jueves por la noche y de ayer entre la UE, EE UU (juntos y por separado) con los pa¨ªses del nuevo G-23 (ayer se unieron Tanzania y Turqu¨ªa) fueron muy duras, seg¨²n representantes brasile?os y de otros pa¨ªses presentes. La intransigencia de ambas partes bloque¨® la discusi¨®n en el tema agr¨ªcola y contagi¨® al resto de las mesas negociadoras. Los intereses de cada bloque y los particulares de cada pa¨ªs comenzaron a salir a la luz. La dureza de la UE y EE UU y la rigidez de indios y chinos ha dejado en medio a un centenar de pa¨ªses pobres que ayer se debat¨ªan entre salvar sus relaciones preferenciales con los poderosos del Norte o jugarse el todo por el todo con el G-23.

En la tarde circul¨® un nuevo borrador del texto final del sector agr¨ªcola que en comparaci¨®n con el anterior apenas conten¨ªa cambios, s¨®lo algunos matices. Lo importante, los porcentajes de reducci¨®n de las ayudas agr¨ªcolas y el plazo para eliminar las subvenciones a la exportaci¨®n, segu¨ªan sin definirse. La UE mantiene su oferta de limitar las ayudas vinculadas a las superficies y cabezas de ganado al 5% del producto bruto de cada miembro, rebajar en un 55% las subvenciones a la producci¨®n y eliminar los subsidios a la exportaci¨®n. EE UU no ha dado claras muestras de que echar¨¢ abajo la llamada Farm Bill que aprob¨® hace un a?o y por la que increment¨® en un 70% (20.000 millones de d¨®lares) sus ayudas a los cultivos.

Un delegado brasile?o, antes de entrar ayer a una nueva reuni¨®n para debatir el tema agr¨ªcola, comentaba que, a pesar de la postura fuerte de su pa¨ªs, no le interesa que la cumbre fracase y confiaba en que, conociendo el mecanismo de la OMC, lo que un minuto antes parece imposible de resolver se zanja un minuto m¨¢s tarde. Ni a Brasil, ni a India ni a otros pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo les interesa que la cumbre fracase, puesto que, a pesar de que la OMC no es perfecta, es un ¨¢mbito donde pueden defender sus intereses. Brasil, a pesar de su tama?o y poder, prefiere resolver sus cuestiones en el seno de la OMC que lidiar con EE UU en el marco del Acuerdo de Libre Comercio de las Am¨¦ricas (ALCA), donde lleva las de perder. Muchos delegados latinoamericanos, cuyos intereses distan mucho, coincid¨ªan ayer en que no es conveniente debilitar a la OMC y dar argumentos a la actual Administraci¨®n Bush para decir que la organizaci¨®n no sirve para nada.

China, otro de los pesos pesados del G-23, quiere, al menos, mantener su trato preferencial como reci¨¦n llegado a la OMC. El gigante asi¨¢tico entr¨® a finales de 2001 a la organizaci¨®n tras 15 a?os de negociaciones y no quiere hacer m¨¢s concesiones de momento. Y de hecho, lo m¨¢s importante de esta cumbre con respecto a China no es un tema comercial, sino monetario. EE UU intenta lograr que Pek¨ªn se comprometa a devaluar su moneda y que lo anuncie en la pr¨®xima reuni¨®n del FMI de la semana pr¨®xima en Dubai. La fortaleza del yuan est¨¢ haciendo m¨¢s da?o a las empresas estadounidenses y europeas que todas sus barreras comerciales. China a¨²n se resiste a ceder en el tema de la devaluaci¨®n del yuan.

India tiene un equipo de negociaci¨®n muy duro. Son los mismos que en Doha pusieron de los nervios a las delegaciones de Washington y Bruselas. Los indios se manejan con mucha cautela en el segundo tema m¨¢s importante de la cumbre: la rebaja de los aranceles de productos manufacturados. Estas tarifas son tan importantes para un pa¨ªs inmenso como India como para un pa¨ªs peque?o como Bangladesh, puesto que son casi la ¨²nica fuente de ingresos fiscales. Adem¨¢s, los negociadores indios a¨²n consideran que deben proteger su industria de la competencia extranjera y que si EE UU, que es rico, lo hace con el acero, por qu¨¦ ellos no deber¨ªan hacerlo.

La posici¨®n que adopt¨® el director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, en favor de los pa¨ªses africanos que reclaman que en el texto final figure la eliminaci¨®n espec¨ªfica de las ayudas al algod¨®n (algo inusual en la OMC) ha irritado a EEUU y la UE. "Si ¨¦sta va a ser la llamada Ronda del Desarrollo debe haber gestos por parte de los pa¨ªses ricos, si no, le ponemos otro nombre", comentaban ayer delegados africanos justificando la conducta de Panitchpakdi y m¨¢s que molestos con la intransigencia del comisario de Comercio europeo, Pascal Lamy, y del secretario de Comercio estadounidense, Robert Zoellick. Detr¨¢s de ellos apareci¨® Franz Fischler, que poco antes, en una rueda de prensa, hab¨ªa asegurado que "la UE hab¨ªa sido muy flexible y que pretend¨ªa seguir si¨¦ndolo, pero que el G-23 tambi¨¦n deb¨ªa reconocer sus medidas proteccionistas y que, de momento, no hab¨ªan demostrado voluntad de hacerlo".