?Qu¨¦ hacer con la OMC?
No pod¨ªan faltar a la cita de Canc¨²n y all¨ª estan los altermundistas y sus compa?eros de viaje, las grandes ONG de voluntad alternativa, con sus diferencias y sus contradicciones pero con un prop¨®sito com¨²n: impedir que los de siempre utilicen, una vez m¨¢s, un contexto institucional para ocultar con falsas soluciones los verdaderos problemas. Porque para una parte num¨¦ricamente muy importante de la poblaci¨®n mundial, lo que se est¨¢ debatiendo en la OMC, aunque econ¨®micamente sea m¨¢s bien una cuesti¨®n menor, es un tema de vida o muerte. Como dice la carta que Lee Kyung Hae distribuy¨® antes de apu?alarse en lo alto de la verja que protege el Centro de Convenciones, es imposible aceptar pasivamente la condena a muerte econ¨®mica de los peque?os agricultores que en su pa¨ªs, Corea del Sur, representan m¨¢s del 95% de los campesinos, incapaces de resistir la presi¨®n exterior. Lee, ex presidente de la federaci¨®n coreana de agricultores progresistas, miembro de la internacional sindicalista V¨ªa Campesina, conoce bien el tema y coincide en su planteamiento con la inmensa mayor¨ªa de los peque?os agricultores de los pa¨ªses en desarrollo, aunque a la misma se opongan los pa¨ªses exportadores agr¨ªcolas del Sur, consociados primero en el Grupo de Cairns y ahora en el Grupo de los 23. Parece claro que esta quinta reuni¨®n de la OMC no va a lograr conciliar la liberalizaci¨®n total del comercio mundial con el desarrollo de los pa¨ªses pobres, prop¨®sito que esta ah¨ª desde que, a finales de 2001, se abre en Doha un proceso negociador con dicho fin. Es m¨¢s, ni siquiera nos estamos acercando al objetivo m¨¢s modesto que se fija la OMC cuando en 1995 sucede al GATT: establecer una regulaci¨®n multilateral del comercio mundial mediante una apertura equilibrada de fronteras en el Norte y en el Sur. M¨¢s bien al contrario, se han radicalizado los enfrentamientos, como muestran las publicaciones del Third World Network, de Martin Khor, y el libro Recolonization, de Chakravarti Ragavany, sobre los desastres originados por la pol¨ªtica de la OMC.
De las principales cuestiones que figuran en la agenda de Canc¨²n, el acceso a los medicamentos fue objeto de un acuerdo el 30 de agosto permitiendo la importaci¨®n de productos gen¨¦ricos, acuerdo fuertemente criticado por M¨¦dicos sin Fronteras, Oxfam y otras ONG, para quienes la limitaci¨®n de las cantidades a producir, la imposici¨®n de un embalaje costoso para eliminar las reexportaciones, el mecanismo de las dobles licencias, etc¨¦tera, reducir¨¢ considerablemente los efectos de su aplicaci¨®n. En el tema de la agricultura el ¨²nico punto sobre el que existe una convergencia un¨¢nime es el de suprimir todo tipo de subvenciones, sin apenas cuestionar el modelo productivista responsable de los excedentes del Norte, que s¨®lo favorece a las grandes empresas. Robert Zoellick y Pascal Lamy, responsables del comercio en Estados Unidos y la Uni¨®n Europea, respectivamente, han llegado a un acuerdo de principio sobre la reducci¨®n de las ayudas aunque sin establecer porcentajes ni calendario. En cualquier caso, en la base de todo el debate est¨¢ la convicci¨®n liberal de que la desregulaci¨®n econ¨®mica y la intensificaci¨®n de un comercio sin barreras son garant¨ªa de crecimiento y de aumento de nivel de vida. Esta creencia no ha sido nunca probada y hay cada d¨ªa m¨¢s economistas (Bairoch, Jean-Claude Pasty, Ha Joon Chang, etc¨¦tera) que lo contestan. ?Por qu¨¦ no proceder, pues, como sugiere el Consejo Econ¨®mico y Social franc¨¦s, a un balance p¨²blico y contradictorio de las consecuencias para las poblaciones concernidas de las liberalizaciones de los ¨²ltimos 20 a?os?
La OMC, como las otras organizaciones econ¨®micas internacionales, adolece de su endogenismo economicista de la ideolog¨ªa liberal conservadora, que orienta todas sus opciones de la escasa presencia de los valores y pr¨¢cticas democr¨¢ticas en sus actuaciones, y del peso determinante de los grandes pa¨ªses occidentales en sus decisiones. Es absurdo que la OMC ignore las Naciones Unidas y d¨¦ la espalda a la FAO y a la Conferencia para el Comercio y el Desarrollo (CNUCD), que deb¨ªan ser sus mentores. La OMC de hoy no sirve y es una de las grandes asignaturas pendientes de la refundaci¨®n de las Naciones Unidas, que tantos, incluyendo a Kofi Annan, estamos pidiendo con urgencia.
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