Elecciones otra vez
Supe que hab¨ªan convocado elecciones auton¨®micas el 26 de octubre cuando estaba a ocho mil kil¨®metros de Madrid. Aunque ya me fui con la absoluta convicci¨®n de que ese ¨²ltimo domingo del mes de octubre volver¨ªan a abrirse los colegios electorales y a pesar de haber un oc¨¦ano de por medio se me hizo duro digerir lo de "otra vez elecciones". Creo que salvo las empresas que se dedican a imprimir folletos y carteles y salvo cuatro raros que les va la marcha masoquista la inmensa mayor¨ªa de los madrile?os comparte esta sensaci¨®n de hartura ante la perspectiva de los nuevos comicios. Porque al fin y al cabo lo de votar es un solo d¨ªa, pero la campa?a electoral dura oficialmente 15 largas jornadas y la oficiosa empez¨® la semana pasada. En realidad nadie tiene el cuerpo para aguantar dos meses m¨¢s a los pol¨ªticos prometiendo cosas y besando ni?os y los primeros que no saben si lo van a poder soportar son los propios candidatos.
Hay que tener en cuenta que el a?o pasado por estas fechas arrancaba la llamada precampa?a de unas elecciones que todos supon¨ªamos cargadas de suspense si bien no imagin¨¢bamos que las emociones sobrepasar¨ªan con creces el 25 de mayo.
As¨ª que los jefes de campa?a afrontan una labor complicada porque han de dise?ar una estrategia que permita recordar las ventajas y cualidades de sus respectivas ofertas pol¨ªticas sin provocar el temible rechazo derivado del hast¨ªo. Por si fuera poco los madrile?os nos fuimos de vacaciones con el sabor amargo que nos dej¨® el espect¨¢culo arrabalero que presenciamos en vivo y en directo durante los debates en la Asamblea auton¨®mica.
Ser¨¢ dif¨ªcil que alguien pueda alguna vez superar el da?o ocasionado por la felon¨ªa de Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez. Los antes miembros de Renovadores por la Base, ahora Renovadores por la VISA, seg¨²n la co?a popular, desataron un proceso que ha arrastrado el prestigio institucional de Madrid por el fango hasta el extremo de ser equiparado con el de la abyecta pol¨ªtica marbell¨ª. Cualquier actitud que recuerde aquel lamentable circo del Parlamento regional en el que nadie parec¨ªa librarse del fango ser¨¢ a buen seguro penalizada por el receloso electorado. Se impone en consecuencia una campa?a en la que los candidatos midan muy bien sus palabras huyendo de las descalificaciones burdas y las agarradas rabaneras. Si son listos se esforzar¨¢n en mostrar lo mejor de s¨ª mismos incluyendo el buen temple y la capacidad de gobernar decentemente para resolver lo problemas de Madrid, que es a fin de cuentas lo que queremos que hagan. Tanto Esperanza Aguirre como Rafael Simancas tienen muy claro que apenas habr¨¢ tr¨¢nsito de votos entre ambos electorados y que la batalla la ganar¨¢ aquel que consiga movilizar a los suyos conjurando el fantasma de la abstenci¨®n. En este sentido, para la candidata popular, el mayor peligro reside en que quienes la votaron en mayo crean que tras el descalabro socialista ahora vaya sobrada y el 26 de octubre algunos se le queden en casa. Para Simancas en cambio lo m¨¢s temible es que la autocr¨ªtica propia del electorado de izquierdas desmotive el voto socialista.
Un factor importante cuyas consecuencias electorales est¨¢n a¨²n por ver es el espectacular incremento en el nivel de conocimiento experimentado por el candidato socialista a causa de lo sucedido tras los comicios. Recuerden que en v¨ªsperas de los comicios de mayo, Rafael Simancas era todav¨ªa un gran desconocido para muchos madrile?os, mientras que ahora, y despu¨¦s de todo el despliegue medi¨¢tico que suscit¨® la crisis de los tr¨¢nsfugas, para bien o para mal el nivel de conocimiento es alt¨ªsimo.
A Fausto Fern¨¢ndez por su parte no le ser¨¢ f¨¢cil recaudar para Izquierda Unida mucho m¨¢s de lo que recaud¨® y tampoco parece probable que vaya a recoger las plumas que el PSOE pueda perder. Todo parece indicar que cada uno tiene lo que tiene y que los votos que no revaliden engordar¨¢n la abstenci¨®n.
As¨ª se presentan una elecciones que no ser¨¢n las ¨²nicas del ejercicio pol¨ªtico que ahora comienza. Los catalanes las celebran en noviembre, las generales ser¨¢n en marzo y para cuando lleguen las europeas de junio sufriremos agujetas de tanto votar. Ya veremos cu¨¢ntos votan.
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