Nuevas salidas para los arquitectos

Los datos, conocidos esta semana, son testarudos: el sector de la construcci¨®n empuj¨® el crecimiento de la econom¨ªa espa?ola hasta el 2,3% en el segundo trimestre de 2003. Y as¨ª viene repiti¨¦ndose desde hace a?os. La construcci¨®n se ha convertido tambi¨¦n en una palanca para el empleo y han surgido nuevas profesiones ligadas al mundo inmobiliario. La de director integrado de proyecto es una de las que experimentan mayor auge, no exento de pol¨¦mica.

La demanda de estos profesionales crece entre el 35% y el 40% anual desde 1995, seg¨²n la agrupaci¨®n que los une. Rondan los 500

Seg¨²n los datos del ¨²ltimo estudio de Infoempleo, el sector inmobiliario es uno de los que experimentaron mayor demanda de empleo entre abril de 2002 y el mismo mes de 2003. El ciclo alcista por el que atraviesa la construcci¨®n est¨¢ generando la aparici¨®n de nuevos perfiles profesionales, algunos de ellos provenientes del mundo anglosaj¨®n. Su implantaci¨®n en Espa?a genera a veces chispas.

Uno de ellos es el de director integrado de proyecto, una ocupaci¨®n que ha saltado al sector inmobiliario desde otras ¨¢reas, como la investigaci¨®n o la inform¨¢tica. Javier Garc¨ªa-Monsalve es el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Direcci¨®n Integrada de Proyecto (AEDIP), de la que forman parte una treintena de empresas, en su mayor¨ªa consultoras especializadas y firmas de ingenier¨ªa que buscan un nuevo nicho para sus actividades.

Seg¨²n las cifras de la agrupaci¨®n, la demanda de estos profesionales crece en Espa?a entre el 35% y el 40% anual desde 1995, a?o en que empez¨® su despegue. En la actualidad son en torno a 500 los ejercientes y dependen directamente del promotor. Del total de obras en curso, aproximadamente el 7% cuenta con alguno de estos profesionales, porcentaje que, seg¨²n el responsable de AEDIP, contrasta todav¨ªa con el de pa¨ªses como el Reino Unido, donde ronda el 50%. Casi dos terceras partes de quienes les contratan son los llamados promotores "no expertos", aquellos cuyo negocio no tiene que ver directamente con la construcci¨®n, como hoteles, industrias, centros comerciales u hospitales.

"Nuestro trabajo", explica Garc¨ªa-Monsalve, "consiste en administrar los recursos humanos y materiales asignados al proyecto, de tal manera que siempre est¨¦ controlado t¨¦cnicamente y se cumplan, sin desviaciones, los objetivos de precio, plazo y calidad fijados en los contratos". En su opini¨®n, estamos ante una nueva salida profesional para los licenciados en arquitectura, una opci¨®n que "el mercado reclama". Para ello, la asociaci¨®n promueve cursos de especializaci¨®n, como el que, en su segunda edici¨®n, comenzar¨¢ en octubre en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid (UPM).

Este perfil est¨¢ ligado a la divisi¨®n de las tareas de edificaci¨®n "por lotes" que quedan en manos de diferentes contratistas: movimiento de tierras, cimentaci¨®n, fachadas, instalaciones... Seg¨²n Garc¨ªa-Monsalve, "desagregar la obra desde que es s¨®lo un proyecto, decidiendo cu¨¢ntos lotes son m¨¢s convenientes, se traduce en mejoras en la gesti¨®n, desde el ahorro de costes hasta la diversificaci¨®n del riesgo, de manera que, al no estar en manos de un ¨²nico contratista, si te falla un paquete, al ser independiente del resto, es m¨¢s f¨¢cil cambiarlo que rehacer el proyecto completo".

Sus tareas no se limitan s¨®lo a la obra y empiezan incluso antes de que entren en acci¨®n los arquitectos, asesorando a los propietarios en la b¨²squeda de empleados o preparando el concurso. Durante la construcci¨®n, "controlan, coordinan y asesoran a los arquitectos y jefes de obra desde la ¨®ptica de los intereses de la propiedad", expone Garc¨ªa-Monsalve, para quien la figura del jefe de obra, "sin dejar de ser fundamental, est¨¢ muy ligada a la pr¨¢ctica tradicional de contratista ¨²nico".

Desde la ¨®ptica de los arquitectos t¨¦cnicos, que han desempe?ado esta funci¨®n, las cosas se ven de otro modo. Jos¨¦ Antonio Otero preside el Consejo General de Colegios Oficiales de Aparejadores y Arquitectos de Espa?a. En su opini¨®n, asistimos a un aterrizaje de los ingenieros en el mundo de la construcci¨®n, "al darse cuenta de que es el que est¨¢ creando riqueza". Para lograrlo, arguye, promueven la segregaci¨®n del proceso, "una antigua aspiraci¨®n de todas las ingenier¨ªas".

Para Otero, "el edificio debe verse como un conjunto ¨²nico". Desde su punto de vista, la aparici¨®n de los directores de proyecto s¨®lo a?ade "confusionismo", ya que, seg¨²n la Ley de Ordenaci¨®n de la Edificaci¨®n, de 2000, "el control cualitativo y cuantitativo de la obra es responsabilidad de los arquitectos" en todas las fases (proyecto, direcci¨®n de obra y direcci¨®n de ejecuci¨®n). "Otra cosa", dice, "es que el proyectista solicite la ayuda de ingenieros expertos en determinadas cuestiones".