Campa?a del 93
En el suplemento Domingo del 14 de septiembre, su peri¨®dico recoge un extracto del libro de Maria Antonia Iglesias, La memoria recuperada. En dicho extracto figura una declaraci¨®n de Alfonso Guerra referida a la campa?a electoral de 1993. Esa declaraci¨®n constituye una pura fantas¨ªa.
Alfonso Guerra no tuvo responsabilidad alguna en aquella campa?a de Felipe Gonz¨¢lez. No le asesor¨® ni particip¨® de forma alguna en la preparaci¨®n del famoso segundo debate en Tele-5, celebrado el 31 de mayo. Felipe Gonz¨¢lez me pidi¨® a primera hora de la ma?ana del martes 25 que preparara ese debate con ¨¦l. As¨ª lo hice a partir de ese momento, comenzando antes del mitin que pronunci¨® en C¨¢diz esa tarde. La preparaci¨®n, muy intensa, se prosigui¨® en un local situado fuera del palacio de la Moncloa hasta el mismo lunes 31 de mayo, combin¨¢ndola con m¨ªtines en Burgos, Pamplona y Zaragoza. Terminamos el lunes a las 13.30, pero nos volvimos a reunir despues del almuerzo para revisar todo el trabajo debido a que el formato del debate hab¨ªa sido alterado a ¨²ltima hora.
Contamos con una ayuda decisiva por parte de dos expertos que trabajaban en el sector privado y que desde entonces han preferido mantenerse en el anonimato. La preparaci¨®n fue absolutamente reservada y nadie m¨¢s particip¨®. Alfonso Guerra no tuvo responsabilidad alguna en ella, ni estuvo f¨ªsicamente presente ni asesor¨® siquiera telef¨®nicamente. Como es obvio, existe una abundante informaci¨®n, de muy diferente tipo, que permite comprobar de forma exhaustiva la exactitud de esta historia.
En sus Memorias pol¨ªticas, Joaqu¨ªn Almunia menciona una conversaci¨®n suya con Juan Luis Cebri¨¢n un tiempo despu¨¦s, acerca de la falsificaci¨®n de lo que verdaderamente sucedi¨® en la campa?a y los debates. Almunia concluye con las siguientes palabras: "Tom¨¦ nota, una vez m¨¢s, de c¨®mo se las gasta alguna gente con tal de apuntarse medallas que no les corresponden" (p. 269). En el propio libro de Maria Antonia Iglesias, Felipe Gonz¨¢lez aclara en su entrevista las responsabilidades de cada cual en esa campa?a electoral de 1993.
Su brillante debate en televisi¨®n el 31 de mayo increment¨® en cerca de cuatro puntos el voto al PSOE. Y a su campa?a personal se debi¨® la victoria socialista del 6 de junio.
Creo que clarificar este episodio tiene inter¨¦s desde el punto de vista de la historia pol¨ªtica. Y pienso que arroja luz sobre Alfonso Guerra.
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