Sting canta su confusi¨®n entre esp¨ªritu y sexo
El brit¨¢nico incluye en su nuevo disco, 'Sacred love', sus creencias pol¨ªticas y sentimentales
Mucha tecnolog¨ªa punta, alg¨²n colaborador ¨¦tnico (desde la india Anoushka Shankar al flamenco Vicente Amigo), bastante marcha, alguna balada y un remix, un toque de cr¨ªtica sociopol¨ªtica por aqu¨ª, autobombo, filosof¨ªa barata y autoayuda por all¨¢... De todo eso hay en Sacred love, el nuevo disco de Sting, que el cantante brit¨¢nico empez¨® "a pensar el 12 de septiembre de 2001", que sale a la venta el lunes 22 y que ayer present¨® en Madrid, previa entrega a la prensa pirata de un minidisco con dos temas, grabados, eso s¨ª, en Superaudio CD 5.1... El ex l¨ªder de The Police, que a ratos parece un cincuent¨®n ir¨®nico y solidario y otros un adolescente sin mucha sustancia, dej¨® su estela de m¨²sculos, m¨ªstica y confusi¨®n, y anunci¨® la edici¨®n de su autobiograf¨ªa.
"El sexo y la m¨²sica son mis religiones. Son misteriosas y permiten alcanzar la eternidad"
"La guerra de Irak no fue una buena idea y nadie puede decir que ha sido un ¨¦xito"
Sting (Newcastle, 1951; www.sting.com) apareci¨® bastante puntual con su camiseta rosa chicle, su pelo amarillo pollo y sus b¨ªceps bronc¨ªneos en el hotel de superlujo donde convoc¨® a la prensa (s¨®lo pas¨® seis horas en Madrid) y durante 30 minutos escasos respondi¨® con afable parquedad a preguntas sobre ¨¦l mismo, su m¨²sica y la pol¨ªtica mundial.
Dijo que el disco es el reflejo de su vida durante los dos o tres ¨²ltimos a?os: "Contiene todas mis creencias, las pol¨ªticas, espirituales, sexuales y filos¨®ficas".
La tesis que lo ti?e todo, t¨ªtulo inclusive, es ¨¦sta: "El amor puede salvarte la vida". Y el punto de partida fue el 11 de septiembre, que al tiempo que cambiaba el orden mundial le hac¨ªa replantearse a Sting su funci¨®n social como m¨²sico y compositor. "Perd¨ª a un amigo en una de las torres, me pregunt¨¦ sobre qu¨¦ deb¨ªa escribir y decid¨ª que deb¨ªa escribir sobre lo mismo de siempre: la gran capacidad del amor para cambiar la vida de las personas".
Su idea b¨¢sica era: "No importa si eres americano, ingl¨¦s o isl¨¢mico, lo que importa es que nuestro esp¨ªritu ha sido da?ado".
Aunque no era la ¨²nica: "Vivimos en un mundo artificial en el que las personas tienen miedo de escuchar a su interior".
Resueltas estas dudas, Sting se puso a escribir, en Par¨ªs, y le salieron once temas. Compuso durante los preparativos de la invasi¨®n de Irak y grab¨® durante la reconstrucci¨®n. "Mentalmente, no ha sido un disco f¨¢cil de hacer. Nos hablaban de las armas de destrucci¨®n masiva, de un mundo nuevo que no conoc¨ªamos. No se sab¨ªa lo que iba a pasar. Y eso le dio un sentido de urgencia al disco".
De ah¨ª, quiz¨¢, que, seg¨²n afirma el dossier de prensa, sea un "disco provocador, divertido, serio y conmovedor". Tal vez se refiere a This war, donde Sting canta: "Hay una guerra por compasi¨®n. Hay una guerra por el entendimiento. Hay una guerra por amor y por la vida misma". Cosa que luego remata, no sin lucidez: "S¨ª, puede que ganes esta batalla, ?pero podr¨ªas tolerar la paz?".
Las otras canciones le permiten ponerse creativo con toda una serie de temas m¨¢s o menos colaterales, y colar de paso algunos mensajes trascendentes. Por ejemplo, en Forget about the future, Sting describe los conflictos de una pareja "con las palabras de un pol¨ªtico": "Olv¨ªdate del futuro, cari?o / Sigamos en el pasado".
En Send your love, tema en el que Vicente Amigo incorpora su "flamenco feeling" -"Nos present¨®, en Los ?ngeles, Antonio Banderas"-, va un poco m¨¢s lejos y mezcla sexo y religi¨®n: "No hay m¨¢s religi¨®n que el sexo y la m¨²sica", canta. "No hay m¨¢s religi¨®n que el sonido y el baile". Y ahora, en directo, agrega: "El sexo y la m¨²sica son mis dos religiones. Religiones infinitas, misteriosas, que permiten alcanzar la eternidad. Aunque pueda parecer idealista y na¨ªf, son muy interesantes y nos dan esperanza en el futuro".
El c¨¦nit de este cruce entre crucifijo, porno y ritmo ser¨ªa el t¨ªtulo de la balada Whenever I say your name, I'm already praying (Cada vez que digo tu nombre, ya estoy rezando), que Sting canta a d¨²o con Mary J. Blige. "Ella es tan apasionada que me peg¨® su pasi¨®n", afirma en el dossier. "No hay que olvidar que soy ingl¨¦s y ya se sabe que los ingleses no somos nada apasionados".
Hay tambi¨¦n una referencia, en The book of my life, a su autobiograf¨ªa de pr¨®xima aparici¨®n, Broken music (M¨²sica rota), en la que Sting relata sus primeros 25 a?os de vida, "cuando a¨²n no era famoso". La letra suena a confesi¨®n solidaria: "Hay algo de tristeza en la vida de cada persona".
Una vez grabada toda esta mel¨¦ con el ultramoderno sistema tecnol¨®gico Superaudio CD 5.1 (SACD 5.1), bajo la producci¨®n del programador Kipper, Sting no parece mucho m¨¢s optimista respecto a lo global, aunque le cueste mojarse: "No quiero entrar en si la guerra de Irak ha sido buena o mala, porque ya se ha hecho. Aunque no fue una buena idea y nadie puede decir que ha sido un ¨¦xito. La comunidad internacional tiene que unirse y ayudar a esa gente, pero tampoco s¨¦ c¨®mo. No tengo la respuesta".
?Y qu¨¦ le parece la postura del primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, en el asunto? "Estoy sorprendido de lo que ha hecho, decepcionado, pero yo no quiero juzgar a la gente, ni culparla, ni mirar al pasado, aunque s¨¦ que nos han dicho mentiras y nos han desinformado. Lo que quiero es saber qu¨¦ va a pasar con el pueblo iraqu¨ª, qu¨¦ va a pasar con las tropas de Estados Unidos y Gran Breta?a, qu¨¦ va a pasar en Oriente Medio". Y a?ade: "Hay que pensar en el futuro. Y el primer paso para hacer eso es reconocer la verdad, que la guerra no ha sido un ¨¦xito. Si Irak fuera Luisiana o Misisip¨ª, ya lo habr¨ªan declarado zona catastr¨®fica".
Eso fue lo que Sting, que dirige una fundaci¨®n para proteger a los ind¨ªgenas en la Amazonia, Tailandia, Madagascar y otros lugares, dijo sobre pol¨ªtica. Antes de largarse a toda mecha, recordando un poco a su paisano Beckham, el mito del rock tuvo un sucinto recuerdo para sus ex compa?eros de Police, Andy Summers y Stewart Copeland. "Nos vimos hace un mes en el Hall of Fame de Nueva York. Nos disecaron a los tres y nos metieron en el museo".
La generaci¨®n pirata
Desde que, en 1984, y tras un pu?ado de discos que marcaron una ¨¦poca, Sting se separara de The Police, la carrera en solitario del aguij¨®n ha sido un paseo por el ¨¦xito y la celebridad, la preocupaci¨®n ecol¨®gica y social, los viajes ex¨®ticos, la administraci¨®n de diversos inmuebles y de una cuenta corriente presumiblemente nada corriente, y una evoluci¨®n musical, inevitable, que ha desembocado finalmente en un pastiche m¨¢s o menos sutil que pone el acento en teclados, ordenadores y sonidos ¨¦tnicos (ahora el sitar y la guitarra flamenca), todo rebujado en torno a su voz inconfundible y vers¨¢til.
Como punta de lanza de las ventas del pop-rock, Sting es uno de los m¨²sicos favoritos de los piratas del mundo entero, y como tal fue consultado ayer durante la rueda de prensa. "?Las descargas en Internet? Pues me parece que es demasiado tarde para que los artistas y las discogr¨¢ficas nos llevemos las manos a la cabeza. El caballo ya se ha escapado del establo. Hay que admitir que toda una generaci¨®n de oyentes quiere o¨ªr m¨²sica baj¨¢ndola de Internet. Pero nuestra sociedad se basa en que la gente cobre por su trabajo, as¨ª que supongo que la tecnolog¨ªa tendr¨¢ que ponerse al d¨ªa. As¨ª de sencillo. Pero no me pregunten c¨®mo, porque tampoco tengo esa respuesta".
No falt¨® alguna pregunta sobre sus gustos personales, que Sting resolvi¨® con elegancia. Sobre su pasi¨®n por los remixes, dijo que son muy estimulantes y que si alguien se lo ofrece siempre dice que s¨ª -"me gusta mucho aprender, sobre todo si es de los j¨®venes"-. ?Y el secreto de su buena forma? "Sex and dancing". "Primero baile y luego sexo".
Babelia
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