Bl¨¢zquez y el peque?o comercio

Pertenezco a esa amplia casta de peque?os, o m¨¢s bien, ¨ªnfimos empresarios de este pa¨ªs. Y m¨¢s concretamente, al sector del comercio de proximidad; es decir, me encuentro integrado dentro del mayor generador de beneficios para el Estado, tanto en t¨¦rminos econ¨®micos como de empleo, por no hablar de la aportaci¨®n a la seguridad ciudadana, o a la comunicaci¨®n interpersonal... Aun as¨ª, es sin duda, el sector m¨¢s cuestionado y despreciado por todos y cada uno de nuestros pol¨ªticos, sean ¨¦stos locales, regionales o nacionales. Mi destino, como el del resto de las personas que pertenecen al sector del peque?o comercio, ha dependido, depende, y supongo que depender¨¢, siempre de las decisiones del consejero de Econom¨ªa de turno. En el caso que me ocupa, hablo de unos de los grandes hombres del glorioso ex presidente Ruiz-Gallard¨®n, el consejero Bl¨¢zquez.

Perm¨ªtame, "gran hombre del ex presidente", decirle tres cosas: los peque?os comerciantes jam¨¢s hemos tenido miedo a la competencia en s¨ª misma de las grandes superficies, por una raz¨®n muy simple, no hay color, nosotros atendemos al p¨²blico, hablamos con ¨¦l, le ayudamos, escuchamos y aconsejamos sobre sus necesidades, porque nos dedicamos precisamente a eso. El problema real, el problema del que usted no quiere, ni o¨ªr, ni hablar, es que la nueva compra, inventada por estos grandes monstruos tric¨¦falos, denominada "compra por impulso", fisura el equilibrio de los presupuestos familiares, hasta el punto de poner en peligro el consumo en otras ¨¢reas de la distribuci¨®n, como es, entre otros el comercio tradicional.

Me pregunto, para qu¨¦ se supone que est¨¢n ustedes los "asesores", si no es precisamente para mantener un equilibrio entre la oferta y la demanda, o dicho de otra forma, para qu¨¦ suponen ustedes que les contrata la ciudadan¨ªa sino es para trabajar por y para los intereses generales, que somos la mayor¨ªa.

Se?or Bl¨¢zquez, lo que los peque?os comerciantes quieren, es que no les quiten nada, que nos dejen en paz, que bastante tenemos ya con ganarnos la vida en un mundo donde hay gente como usted, que se dedica a complicar la existencia de aquellos que no est¨¢n en el plano de los super-poderosos. Se?or Bl¨¢zquez, nadie en su sano juicio le quiere, nadie del comercio tradicional le puede ver.